Esta alternativa logra reducir el volumen de las masas de células hasta un 92% y evita las dificultades derivadas de la cirugía abierta. El hospital ha tratado ya a 15 pacientes con esta nueva técnica y buenos resultados
Asturias/Oviedo.-Un equipo multidisciplinar fruto de la colaboración de los servicios de endocrinología, radiología y anestesia del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) ha permitido incorporar recientemente la radiofrecuencia para tratar los nódulos tiroideos, un crecimiento anómalo de células en la glándula tiroides que suele ser asintomático, pero que en ocasiones puede provocar molestias o complicaciones por la presión que ejerce en el cuello o porque resulta antiestético.
La radiofrecuencia, como alternativa a la cirugía, ofrece una serie de ventajas que la convierten en una técnica eficaz y segura: consigue reducir el tamaño del nódulo hasta un 92%, no requiere hospitalización, evita las complicaciones derivadas de la cirugía abierta y tampoco causa cicatrices.
Esta técnica se emplea en el hospital desde hace de una década en tumores de otras localizaciones como hígado, hueso o pulmón y, más recientemente, riñón.
Los nódulos tiroideos son un problema de salud muy frecuente, especialmente entre las mujeres. Por ejemplo, son palpables en un sector de entre el 5% y el 10% de la población y se hallan entre el 40% y el 50% de las autopsias y en más del 67% de las ecografías cervicales. En la mayor parte de los casos no necesitan tratamiento, pero cuando son muy grandes pueden provocar síntomas como bocio visible, ronquera o cambios en la voz, problemas respiratorios e incluso dificultades en la deglución.
La radiofrecuencia permite reducir entre un 35 y un 58% el tamaño del nódulo en el primer mes y hasta más del 90% después de cuatro años, si bien cuando el volumen de la masa supera los 20 mililitros puede precisar más de una sesión.
La técnica
El abordaje consiste en la introducción de una aguja de radiofrecuencia con vigilancia por ultrasonidos, barriendo el nódulo con la técnica denominada moving shot, para lo que se utiliza un generador de radiofrecuencia con una potencia inicial baja, de alrededor de 30 vatios, que se puede incrementar posteriormente de diez en diez vatios cada diez segundos.
Procedimiento
El paciente acude a la Unidad de Cirugía Mayor Ambulatoria, donde el personal aplica los protocolos de ingreso. Posteriormente, el radiólogo realiza la ablación bajo sedación, según criterio del anestesista. A continuación, pasa a la unidad de recuperación postanestésica, donde permanecerá bajo vigilancia durante unas dos horas. Antes del traslado, desde el Servicio de Radiología se avisa al Servicio de Endocrinología para que realice el seguimiento hasta que el paciente esté en condiciones de regresar a su domicilio.
Resultados en el centro sanitario
El HUCA ya ha tratado a 15 pacientes con esta nueva técnica sin que por ahora se haya producido complicación alguna. En todos los casos se constató una reducción significativa del tamaño del nódulo de entre un 8 y un 67% en los primeros 30 días, y de entre el 36% y el 78% a los tres meses.