(AsturiasDiario).-Tres entrenadores en dos años, un director deportivo despedido, 14 fichajes esta temporada, y un nuevo fracaso sobre el césped. El Real Oviedo de Fernando Hierro se ha convertido en el Oviedo de Generelo, dilapidando una nueva oportunidad de jugar la fase de ascenso y volver a soñar con la Primera División. Los azules han sufrido un ‘cortocircuito’, intencionado o no, en el peor momento de la temporada. Llevan 7 jornadas sin ganar (4 derrotas y 3 empates), y 3 tristes puntos de 21 posibles. Al Oviedo le quedan dos partidos para maquillar el desastroso final (Sevilla Atlético y Elche), aunque dos victorias de última hora no conseguirán que la afición olvide el penoso rendimiento de los jugadores. El Oviedo se ha descartado a sí mismo para la sexta plaza, por la que compiten Cádiz, Valladolid y Huesca. Un equipo recién ascendido (los gaditanos), un habitual de Segunda con una trayectoria irregular (Valladolid) y un invitado al que nadie esperaba, el Huesca, con apenas 3.000 socios, han dejado atrás al Oviedo del Grupo Carso.
Tras la sonrojante última jornada de la temporada pasada (0-5 contra el Osasuna), el hombre de Carso en Oviedo, Joaquín del Olmo, anunció que “vamos a traer un entrenador de primer nivel y que imponga mano dura”. Pero ni lo uno, ni lo otro. Fernando Hierro vino a Oviedo a aprender (“esta va a ser mi Universidad”). Y el resultado ha sido un rotundo suspenso. Además, tampoco tuvo ‘mano dura’ para meter en cintura a los jugadores. Del Olmo también reconoció que “el vestuario nos ha fallado en todos los sentidos”. Pero no hubo una limpieza a fondo. Jon Erice, Susaeta y David Fernández, los tres capitanes, fueron protagonistas del naufragio de la temporada pasada, y siguen en el Oviedo portando el brazalete. El resultado final, ha sido un calco al de la temporada anterior. Las dos últimas jornadas solo suponen alargar la agonía de otra temporada que el oviedismo ya ha dado por terminada.
Ha fallado el entrenador, el equipo y la planificación deportiva. Mientras Carmelo del Pozo, ‘sacrificado’ el año pasado por el Grupo Carso, logró que el Levante ascendiera a Primera como líder, en el Oviedo, ni siquiera está claro quién tiene la última palabra sobre fichajes. Y la mayoría, no han encajado, por sus limitaciones o por no tener la confianza del entrenador. Michu ha decepcionado, al igual que Saúl Berjón; Pereira no ha contado para Hierro; Martín Alaniz se marchó en invierno sin haber demostrado nada… Juan Carlos sí se ha ganado la titularidad (a pesar de algunos fallos), y Lucas Torró también ha dejado muestras de su calidad, pero el capítulo de fichajes tiene más sombras que luces.
El Grupo Carso ya busca un sustituto para Fernando Hierro. La última palabra la tendrá Arturo Elías, desde México, pero la afición no quiere más experimentos ni entrenadores noveles. Y mientras comienza el baile de nombres, también se prepara la habitual limpieza del vestuario, que llega con un año de retraso. Es probable que al comenzar la próxima temporada, solo queden en El Requexón uno o dos protagonistas del ascenso de Cádiz. Pero antes, el Real Oviedo debe cumplir el penúltimo trámite del domingo ante el Sevilla Atlético (que le podría superar en la clasificación), y viajar la próxima semana a Elche. Dos partidos que solo servirán para aumentar el ridículo en caso de derrota. Después, llegará la hora de las disculpas y las despedidas.