Por Carlos Cuesta Calleja
Presidente de ASPET
El destilador riosellano Emilio Serrano Quesada, volvió a sentir el pálpito del sentimiento y apoyo afectivo por parte de un nutrido grupo de amigos englobado en diferentes asociaciones culturales, turísticas y gastronómicas del Principado. Ya son muchos los tributos y homenajes efectuados hacia su persona por esa dilatada carrera en la defensa de los valores humanos, turísticos y empresariales. Un hombre vitalista cargado de razón verdadera que ha hecho de su existencia un reclamo hacia la amistad y el encuentro, realidades expuestas en ese foro íntimo celebrado estos días en Oviedo en donde la palabra más pronunciada fue lealtad. Una reunión animada, cordial, distendida y preñada de afecto y sabiduría.
En el acto previo al condumio, se dijeron muchos adjetivos hacia la figura señera de Emilio Serrano Quesada que él agradeció con sentimiento y modestia. El presidente de la tertulia El Alderique, César Álvarez, promotor de este sencillo homenaje le entregó una estilosa Aldaba, ese picaporte universal con fondo de madera donde estaba inscrita una sencilla frase referida a la amistad y la entrega hacia los demás…
Y es que Emilio Serrano Quesada es un personaje popular por los cuatro puntos cardinales de la geografía asturiana. Un caminante que destila por todos los rincones de este Principado bonhomía, entusiasmo y mucho parlamento, hechos que dicen bastante de su carácter de hombre afable y afectivo. Y esa circunstancia se refleja en la respuesta positiva de quien lo conoce y lo trata, pues Emilio cuenta con el aura de los ilustrados que atrae a primera vista y especialmente cuando expone su verbo fluido y contagioso. Y la fuerza de la amistad quedó refrendada con el acercamiento amistoso de muchos de sus afectos participantes en diferentes asociaciones donde Emilio pone su golpe de benevolencia y presencia animosa y global. Y allí estaban congregados gentes de la ASPET como Pedro Rodríguez Cortés y Esther Canteli, los doctores Barthe Aza, Bascarán, Alcave y Benito, los periodistas Lorenzo Cordero y Luis José Ávila, miembros de la Cofradía de los Quesos asturianos como Cifuentes y Armando Álvarez, Alberto Fernández de FADE, Raimundo Velasco, Pepe Terente, Fernando Delgado, el pintor Manolo Linares, Rufino Roces, el empresario lácteo Francisco Rodríguez y el gerente de la SOF, Javier Batalla, entre otros amigos… Alejandro Criado y Alejandro Barrero, de la Asociación Amigos de Ribadesella excusaron su asistencia, así como Juan Rionda. Y Emilio ante tanta presencia amistosa y epistolar, se tornó embargado por la emoción y agradeció de corazón ese detalle “que surge del libre albedrío de unos amigos enganchados a lo mejor y más fructífero que nos ha dado la vida, la amistad.”
Sus palabras, sus observaciones, sus sentencias y especialmente sus anécdotas, pusieron el broche de oro a un encuentro satisfactorio y pleno de camaradería, donde la versión culinaria y de servicio del Hotel Regente brilló a buena altura. César Álvarez, responsable de la puesta en escena de este homenaje señaló que contar con el cariño y la devoción de una persona de la talla de Emilio Serrano Quesada es un tesoro y todo un capital para entender mejor la existencia vital. Y en palabras de Cicerón: “El amigo cierto se halla en los asuntos inciertos”. Emilio, nuevamente enhorabuena.