Asturias.-Las plantas de clasificación de papel y cartón y envases ligeros de COGERSA procesaron el año pasado 23.034,27 y 10.867,02 toneladas de materiales, respectivamente. Es en estas naves donde se reciben los residuos separados en origen y depositados en los contenedores azules y amarillos. Se inauguraron en enero de 2007 tras una inversión de 9,3 millones de euros, de la que casi la mitad, se dedicó a la maquinaria y tecnología. En ellas además trabajan 53 operarios/as de un Centro Especial de Empleo.
Las botellas y botes de vidrio que los ciudadanos aportan a los contenedores verdes pasan por un proceso mucho más sencillo, que consiste en el acopio y trasbordo en una explanada de carga y descarga de camiones. En este punto se contabilizó en 2016 un total de 15.970 toneladas.
El servicio de recogida selectiva de COGERSA está compuesto por medio centenar de rutas de recogida con una veintena de camiones especiales en turnos que cubren las 24 horas del día y los 365 días del año con 36 conductores. Ese sistema de diseña con criterios de eficacia en la prestación del servicio, eficiencia económica y control del impacto ambiental (fundamentalmente del transporte), además de con criterios sociales pues se busca la prestación del mismo a casi todo el territorio asturiano, incluso a las zonas más alejadas y despobladas.
Una vez en la planta de envases, los materiales se limpian de impropios (restos que han llegado allí por equivocación o por un uso poco cívico de los contenedores amarillos). En la cinta se lleva a cabo un proceso que consiste básicamente en seleccionarlos, en primer lugar, por su tamaño, forma, peso y volumen, gracias al separador balístico y al sistema de aspiración; y a continuación, por su composición material, gracias a los lectores ópticos que registran la forma en que se refleja un haz de luz en la superficie. Esta clasificación automatizada se completa con la manual que realizan los operarios. La última fase es el proceso de preparación en paquetes prensados de todo lo clasificado: aluminio, acero, plásticos de diferentes densidades…
Más sencilla que la anterior, la planta de papel/cartón separa el cartón y los distintos tipos de papel a través de otra línea automática compuesta por: criba de discos y selectores mecánicos de cartón, que seleccionan en función del tamaño y gramaje. El último paso es también el prensado y empaquetado.
En la planta de envases ligeros se obtuvieron en 2016 un total de 6.867,36 toneladas de materiales ya limpios que fueron empaquetados y enviados al gestor autorizado para ser empleados como base de la fabricación de nuevos productos. Las fracciones más importantes son las de los plásticos tipo PET (que está por ejemplo en las botellas de agua mineral), y LDPE (polietileno de baja densidad) que se usa en las bolsas, el papel film o los envases de yogures, entre otros. Ambas superaron las 1.500 t recuperadas en Cogersa en 2016.
En la planta de clasificación de residuos procedentes del contenedor azul se obtuvieron 9.723,32 toneladas de papel y otras 8.615,40 de dos tipos de cartón.
El coste del servicio se cubre con los ingresos derivados de la venta de materiales reciclados y con la financiación de los sistemas integrados de gestión Ecoembes y Ecovidrio; y por lo tanto, no supone un coste adicional para los ayuntamientos ni se repercute a los vecinos como parte de la tasa municipal de basura.