La población estimada de cánidos se sitúa en 38 grupos familiares y permanece estable desde hace cuatro años
Asturias.-El programa de actuaciones de control del lobo que la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales desarrollará en el periodo 2017-2018 establece un cupo máximo de 45 ejemplares para abatir. Este documento, que ha sido presentado hoy por el director de Recursos Naturales, Manuel Calvo, fija la misma cifra que en el periodo anterior.
El nuevo texto da cumplimiento al II Plan de Gestión del Lobo del Principado de Asturias, que obliga a elaborar programas anuales y define los cupos de extracción estimados para cada zona de gestión de presencia habitual y para el conjunto de la esporádica. Estos límites se fijan en función de los datos poblacionales recogidos y la evolución del número de daños y del grado de conflictividad social existente, así como de la disponibilidad de posibles presas silvestres y los métodos a emplear en cada caso.
En la actualidad, la población de lobos estimada en los ciclos naturales de 2015 y 2016 es de 37 y 38 manadas o grupos familiares, respectivamente, que se mantienen estables respecto a los años 2013 y 2014.
En cuanto a los daños que se produjeron en todo tipo de ganado y principalmente en ovino y equino, se ha observado un descenso en los dos últimos años. En 2015 se produjeron daños en 4.212 y en 2016 bajaron a 3.494.
Para las zonas de gestión recogidas en el plan del lobo, el nuevo programa prevé los siguientes cupos: Noroccidental (3), El Palo-Esva (7), Suroccidental (5), Centroccidental (10), Central (6), Centroriental (10) y Picos (4). En esta última se excluye el territorio del Parque Nacional de los Picos de Europa, que cuenta con su propio programa de actuación de control derivado de su legislación específica y se realizará en el marco de la coordinación interautonómica.
Las zonas de gestión son aquellas en las que es habitual la presencia de grupos reproductores de lobo. Existen otras áreas en Asturias donde la aparición de la especie, incluyendo su posible reproducción, es esporádica. En estas últimas su control se desarrollará permanentemente y sin limitación de cupo, con el fin de mantener su estatus actual como zona de dispersión esporádica.
El plan pretende conservar la especie en el contexto geográfico de la población noroccidental ibérica y realizar una gestión favorable a los intereses de los ganaderos asturianos, tanto minimizando los daños que el animal pueda causar como compensando económicamente los que produzca.
Los ejemplares de lobo podrán abatirse en reservas regionales durante cacerías de otras especies legalmente autorizadas, siempre bajo supervisión del personal de la Guardería del Medio Natural y sin posibilidad de que los cazadores se queden con los ejemplares.
El nuevo documento prevé también la realización de controles de población allí donde su presencia comprometa la viabilidad económica de las explotaciones agropecuarias, teniendo como prioridad reducir al máximo posible los daños por ataques de la especie.