(AsturiasDiario).-Al Sporting solo puede salvarle la Santina. Y los rojiblancos agotaron el cupo de milagros el año pasado. Además, de nada sirve rezar y esperar un pinchazo del Leganés, si el equipo no cumple con su parte del trato. La derrota en Villarreal la jornada pasada (3-1), fue una nueva oportunidad perdida , y al Sporting no le quedan más vidas que gastar. Las matemáticas son la última esperanza del Sporting (quedan 9 puntos en juego, y la salvación está a 6), pero a estas alturas de la temporada, sacar la calculadora requiere un ejercicio de fe, que solo los más fieles seguidores mantienen. Un equipo que solo ha ganado 5 partidos en toda la temporada, está obligado a ganar, al menos, otros 2, si quiere llegar vivo a la última jornada. Pero por otra parte, si el equipo de Rubi cae esta mañana, ante Las Palmas, en El Molinón, y el ‘Lega’ puntua el lunes ante el Betis, en Butarque, el Sporting será carne Segunda División, uniéndose al Granada y al Osasuna en su caída. Los rojiblancos se asoman al abismo, y solo queda apelar a la épica, mirar de reojo el marcador de los rivales, y encomendarse un año más al Betis, que volverá a ser juez y parte en el último suspiro de la temporada. En 2015. El Sporting subió a Primera ganando en el Benito Villamarín. En 2016, los rojiblancos evitaron el descenso gracias a la victoria bética ante el Getafe. Y la casualidad ha querido que los verdiblancos sean no solo el último rival del Sporting. También se enfrentarán al Leganés esta misma jornada.

Para seguir creyendo en milagros, el Sporting está obligado a ganar a Las Palmas (13:00 horas). Los canarios, entrenados por Quique Setién, llegan al Molinón con los deberes hechos, y con la permanencia en el bolsillo desde el pasado 23 de abril. El equipo amarillo, sin nada en juego, ocupa la decimocuarta plaza, sin presión ni tensión competitiva. Su falta de objetivos juega a favor del Sporting, que pende de un hilo. Además, el entrenador cántabro, Setién, abandonará el banquillo canario la próxima temporada, y sus últimos partidos están siendo un mero trámite. Desde que logró la permanencia, Las Palmas cuenta sus encuentros por goleadas: 3-0 contra el Leganés, y 0-5 ante el Atlético de Madrid. Por pudor, y respeto a la competición, los canarios tendrían que plantar cara en El Molinón, pero posiblemente, no pondrán demasiados problemas al Sporting, con una alineación plagada de suplentes. El ex madridista Jesé Rodríguez, y el internacional ghanés Prince Boateng, ‘pichichi’ canario, se perderán el partido por sanción (ambos por ver la quinta amarilla la pasada jornada). Juntos, suman 13 de los 52 goles de Las Palmas.

No ha sido una semana tranquila en Mareo. Con los nervios a flor de piel, Fernando Amorebieta y Lacina Traoré (relegado al banquillo por Rubi), llegaron a encararse después de un intenso entrenamiento. Las protestas contra la directiva, dirigidas a José Fernández, el máximo accionista del club, volvieron a repetirse, y los críticos apuntan directamente al director deportivo, Nico Rodríguez, como máximo responsable de una planificación que ha llevado al Sporting al precipicio de Segunda. Solo queda confiar en la flor de Rubi, para sacar adelante la ‘final’ contra Las Palmas, que podría ser la última. El Sporting quiere meter presión al equipo del ex rojiblanco Halilovic, y el entrenador ca- talán contará con todos sus hombres, excepto Lillo, que aún se recu- pera del esguince sufrido hace dos semanas. Rubi volverá a organizar al equipo en torno al Mikel Vesga, el único fichaje de Nico Rodríguez que ha dado la talla. Amorebieta y Jorge Meré en el centro de la defensa, escoltados por Douglas e Isma López, protegerán la portería de Cuellar. En el centro del campo, y en torno a Vesga, se colocarán Xavi Torres, Moi Gómez y Carmona, mientras el croata Dujen Cop volverá a ser la referencia de ataque, una vez descartado Traoré por su pésimo rendimiento. El canterano blanco, Burgui, que salió desde el banquillo del Estadio de la Cerámica, probablemente volverá a tener minutos, a pesar de su irregular trayectoria. El escenario, las urgencias del Sporting, y el apoyo de la grada, también podrían forzar a Rubi a contar con Carlos Castro, un delantero formado en Mareo, superviviente del equipo de los ‘guajes’, dispuesto a internar la machada para mantener la esperanza a orillas del Piles.