" Oviedo hoy no solo rinde homenaje a un hombre bueno, recuerda a un trabajador público cuya vocación de servicio era el bien común y le costó la vida", asegura el Alcalde.
Oviedo: El Pleno municipal acordó el pasado 2 de agosto la concesión de la medalla de oro de la ciudad a Eloy Palacio, fallecido en el incendio de Uría tras 24 de años como funcionario municipal en el Servicio de Extinción de Incendios de Oviedo (S.E.I.S). El salón de plenos ha acogido esta tarde la ceremonia, con la que el Ayuntamiento reconoce así, con la máxima distinción de la ciudad, a título póstumo la «valentía, entrega y responsabilidad» de un bombero «siempre dispuesto a ayudar». Una hora antes, en el cuartel de Rubín, se ha descubierto una placa en su memoria.
El acto ha comenzado con la lectura, por parte del secretario municipal, del acta del pleno en el que la Corporación aprobó por unanimidad la concesión de la Medalla de oro.
La viuda de Eloy Palacio, Marta del Valle -acompañada de sus dos hijos, Luis y David Palacio- glosó la figura de su marido asegurando que Eloy "nunca se vanagloriaba de lo que hacía". Un "gran hijo, un padre excelente y un marido maravilloso", recordó, Marta del Valle también tuvo unas palabras para los tres compañeros de Eloy Palacio fallecidos recientemente: Olegario Castaño, David Prendes y Jaime Pérez. "Para nosotros y para Oviedo serás inolvidable", concluyó al tiempo que recibía el aplauso del público.
El Alcalde comenzó su intervención dando la bienvenida a los familiares, amigos y compañeros de Eloy Palacio, también a las autoridades y trabajadores municipales que habéis querido sumaros al homenaje que esta corporación en pleno decidió rendir a Eloy Palacio entregándole a título póstumo la distinción protocolaria más alta del municipio, la Medalla de Oro de la ciudad de Oviedo.
Este acto, aseguró el primer edil, "pretende reconocer el ejemplo extraordinario de profesionalidad, compromiso y servicio público que supuso la vida de Eloy. Su fallecimiento ha dejado un vacío irreparable para su familia, el más terrible de todos sin duda alguna, y para aquellos que compartían con él su día a día dentro y fuera del trabajo. Pero su pérdida en esas circunstancias tan trágicas ha dejado huella no solo en todos y cada uno de los que estamos hoy en esta sala, sino también en la memoria colectiva de la ciudad. Como Alcalde os aseguro que no ha habido un momento más duro para mí en este mandato. Estoy seguro que todos mis compañeros de corporación comparten ese sentimiento de pena, impotencia y rabia que acompaña la muerte de un trabajador municipal en acto de servicio".
A lo largo de este año, añadió López, "todos los que me han hablado de Eloy lo han hecho como un hombre enamorado de su trabajo, con una vocación de servicio público inquebrantable. Sucesos como el incendio de Uría 58 dan la medida real del trabajo excepcional que realizan cada día bomberos, policía y servicios de emergencia para velar por la seguridad de todos".
La tragedia en pleno corazón de Oviedo, a juicio del Alcalde, "enseñó a todo el mundo que hay trabajadores públicos que se juegan la vida cada día para que todo siga igual, para que no pase nada. Las imágenes de aquel día permanecerán en la retina de los ovetenses durante mucho tiempo y la muerte de Eloy estoy seguro que también como un ejemplo de esa labor callada y ejemplar que cumplen aquellos cuyo objetivo es protegernos".
Consciente "de que no existe consuelo cuando quien falta es un ser querido", el Alcalde aseguró que "este sentido reconocimiento que hoy rendimos a Eloy lleva detrás el cariño y el agradecimiento de este Ayuntamiento y de muchos vecinos y vecinas, de todos y cada uno de los que aquel día vieron las llamas en Uría 58. Oviedo hoy no solo rinde homenaje a un hombre bueno, recuerda a un trabajador público cuya vocación de servicio era el bien común y le costó la vida. No se me ocurre un mejor ejemplo para que una ciudad y todos sus habitantes le rindan tributo. Dio su vida protegiendo a otros, es la máxima expresión de generosidad, valor y compromiso". Y el Alcalde, concluyó: "Sirva este acto para que Eloy reciba el cariño y el reconocimiento de una ciudad agradecida. Gracias, de corazón".
El mayor de los hijos de Eloy Palacio cerró el acto con un emotivo recuerdo a su padre y también a los compañeros del SEIS fallecidos recientemente. De su progenitor aseguró que "era la máxima exposición de generosidad, valor y compromiso". Y al tiempo que abandonaba el atril, en la plaza del Ayuntamiento, comenzaban a sonar las sirenas de los bomberos.