Bernardo Riveiro, ex presidente del Centro Español de Queens, mantendrá con este proyecto su labor de mecenazgo a bandas de gaitas
New York.-Son ya varios los años que las bandas de gaitas asturianas toman la Quinta Avenida de Nueva York para participar en el desfile de San Patricio. Este año, la Banda Gaites de Llacín arrasó en la ciudad estadounidense, pero también dentro de nuestras fronteras; el video de su actuación roza el millón de visitas en Youtube y todos los medios de comunicación se hicieron eco de tan destacada presencia. Sin embargo, estas actuaciones no serían posibles sin el apoyo de diversas personas y organizaciones. La recién fundada Celtiberian Heritage Society (Sociedad Herencia Celtibérica), nace como una pieza fundamental para la exportación de la música asturiana en EE.UU.
“Los gastos de traer a las bandas de gaitas son altos y las sociedades españolas ayudan económicamente, pero no mucho. Así que distintos amigos asturianos, gallegos y yo mismo hemos creado Celtiberian Heritage Society para dedicarnos exclusivamente a esta labor, desarrollar un mejor trabajo y darle más valor a algo importante que tiene que continuar”. Estas palabras son de Bernardo Riveiro (Tui, 1945), gallego afincado en Nueva York desde hace más sesenta años. En 1971 fundó y presidió el Centro Español de Queens, lleva más de seis años ayudando económicamente a que bandas asturianas desfilen en Manhattan y ahora se embarca en este nuevo proyecto.
Todo empezó con su actividad cuando era presidente del Centro Español de Queens. “Tenemos clases y banda de gaitas gallega y asturiana, además de grupo de baile. Organizamos noches celtas y hemos traído a tocar a grupos como Luar na Lubre”, explica Riveiro. El siguiente paso dado lo cuenta así: “Siempre que venían bandas les acompañábamos en los desfiles y en las actuaciones. La gente que las veía, decía ‘¡Qué maravilla!’, pero todos se preguntaban de dónde eran. Ahí me di cuenta del gran fallo; que después de tantos gastos y sacrificios para venir a Nueva York, la gente no sabía de dónde venían. Entonces hablé con las bandas y con los responsables de traerlas, y lo primero que hice fue dotarles de pancartas con el nombre de su banda y su procedencia, para hacer su información más visible. Después empecé a ayudarles con transportes, comidas, hoteles… Porque vi su enorme potencial para difundir ante millones de americanos algo no conocido de España y que iba más allá del flamenco”.
Patriotismo y mecenazgo
“Algunos sectores de la sociedad española todavía menosprecian a la gaita, pero en Estados Unidos la gaita es reina: está presente en actos oficiales, desfiles o entierros”. Riveiro habla con emoción de la buena acogida que están teniendo las bandas asturianas en Estados Unidos: “Cada vez tenemos más invitaciones, este año también hemos actuado en dos condados del Estado de Nueva Jersey, para el que viene ya estamos invitados al Estado de Connecticut, y las invitaciones siguen llegando, aunque lamentamos que quizás el presupuesto no nos va a permitir expandirnos más”.
Para paliar las dificultades, Celtiberian Heritage Society emprende un importante recorrido que busca “promover la cultura asturiana en Estados Unidos y que el camino de las bandas a Nueva York sea más fácil”. Riveiro describe algunas de las acciones más inmediatas que planean: “Producimos el disco de Slum Suit –grupo del gaitero ovetense residente en Nueva York Carlos Casado-, estamos preparando una noche celta para mayo, con un poco de suerte tendremos a una banda asturiana aquí en octubre y seguimos apoyando a la banda gaites La Mecigaya de Nueva York”.
72 años, más de cuatro décadas a sus espaldas dinamizando actividades culturales y a este gallego emigrado todavía le siguen quedando energías. Ilusionado con Celtiberian Heritage Society, es claro a la hora de hablar de sus motivaciones: “Mi patriotismo y mi amor a la cultura asturiana, gallega, andaluza... Aunque conozco a muchos patriotas que se desentienden de todo cuando les tocan el bolsillo”. Con su particular mecenazgo y la labor de su nueva organización, Bernardo Riveiro continuará trabajando para aportar su granito de arena al mundo de la gaita: “Traer a las bandas es caro y nos lleva muchísimo trabajo, pero merece la pena”.