En el Día Mundial del Corazón, el ministro Manzur exhortó a "realizar actividad física, mantener una alimentación saludable y libre de tabaco". En el país se producen alrededor de 60 mil infartos y 70 mil accidentes cerebrovasculares anuales. Sobrepeso, sedentarismo y tabaco, las principales causas.
Con el objetivo de disminuir estos valores, la cartera sanitaria nacional viene realizando, a través de la Dirección de Promoción de la Salud y Control de Enfermedades No Transmisibles, una estrategia integral basada en la interacción con diversos actores sociales donde se aborda la reducción del consumo de sodio, la eliminación de las grasas trans de todos los productos elaborados y el consumo variado de frutas y verduras, además de la promoción de la actividad física y la vida libre de tabaco.
Asimismo, la Dirección está implementando a nivel de los servicios de salud una guía de prevención de enfermedades cardiovasculares basada en la estratificación del riesgo de los pacientes de acuerdo a su edad, su condición de diabético, de fumador, sus niveles de colesterol y de tensión arterial
A través de un acuerdo con la Federación Argentina de la Industria del Pan y Afines (FAIPA), el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Ministerio de Salud lleva adelante la Campaña “Menos sal, más vida”, destinada a las panaderías de producción artesanal de todo el país y que tiene el objetivo de reducir las cantidades de sal utilizadas en la elaboración del pan.
Sal
Se estima que en Argentina el consumo de sal es en promedio doce a trece gramos por día por habitante, mientras que la OMS recomienda como máximo cinco gramos diarios. La reducción del consumo de un gramo de sal en la población podría lograrse bajando la sal del pan a no más del 1,5%, es decir un máximo de 750 gramos de sal por bolsa de harina de 50 kilos. Esto evitaría unos 20.000 eventos cardiovasculares y cerebrovasculares por año.
Otra de las campañas llevadas a cabo es “Argentina 2014 Libre de Grasas Trans”, mediante la cual se busca poner un límite razonable para una gradual reducción de las grasas en los alimentos que se producen en el país. La iniciativa, que fue articulada por las carteras nacionales de Salud y Agricultura, contó con un intenso trabajo intersectorial, en el que participaron el Ministerio de Desarrollo Social, las cámaras de la industria de alimentos, universidades públicas y privadas y diversas entidades de la sociedad civil. Esta medida surgió como consecuencia de la modificación en el Código Alimentario Argentino, realizada en diciembre de 2010, a través de la cual quedó restringido el contenido de esta sustancia en los alimentos.
“Hoy en día, el 70 por ciento de la industria alimenticia de Argentina ha reemplazado las grasas trans de sus productos mediante la autorregulación, pero todavía queda un 30 por ciento que no lo ha hecho, ya que a veces no existe otra sustancia que las reemplace. Por lo tanto, esta iniciativa busca poner un límite de tiempo a ese pequeño porcentaje de empresas para que reemplacen las grasas trans o dejen de elaborar esos productos”, explicó Sebastián Laspiur, director de Promoción de la Salud y Control de Enfermedades No Transmisibles.
Simultáneamente a estas acciones, la cartera sanitaria continúa con las campañas de promoción del consumo de frutas y hortalizas frescas ya que, según la segunda ENFR, en Argentina sólo el 35,7% de la población come diariamente frutas y el 37,6%, verduras. El promedio de porciones diarias consumida por habitante es de 1,9 y sólo el 4,8% de la población argentina consume las cinco porciones diarias de frutas y verduras recomendadas por la OMS.
Tomando como referencia estos valores, se acordó con la Federación Nacional de Productores y Operadores de Mercados Frutihortícolas de la República Argentina (FENAOMFRA) distribuir material de comunicación en 150.000 verdulerías de todo el país con la finalidad de resaltar la importancia del consumo de este tipo de alimentos.
El control del tabaco
En relación a las actividades realizadas para reducir el consumo de tabaco, el Programa Nacional de Control del Tabaco aborda distintos ejes: prevención en el inicio del consumo –orientada a jóvenes–, cesación tabáquica –dirigida a fumadores adultos–, promoción de ambientes 100% libres de humo de tabaco y apoyo a la legislación nacional e internacional sobre control del tabaco.
En este sentido, la cartera sanitaria ha tenido gran injerencia en la sanción de la Ley de Control del Tabaco (26.687), sancionada el 1º de junio pasado y promulgada el 13 de ese mes. Entre otras medidas, la norma establece ambientes 100% libres de humo en todo el territorio nacional, limita la publicidad, promoción y patrocinio del tabaco, prohíbe la venta de cigarrillos sueltos y obliga a incluir advertencias sanitarias con fotografías que exhiban daños del tabaquismo en los paquetes de cigarrillos.
Con este paquete de medidas que abordan desde distintos puntos la promoción de hábitos saludables, el Ministerio de Salud de la Nación espera obtener resultados satisfactorios en el corto plazo, tal como ha sucedido con el consumo de tabaco. Gracias a las campañas de prevención y promoción que se vienen realizando desde 2003, el porcentaje de fumadores pasó del 29,7% (en 2005) al 27,1% (en 2009) y la exposición al humo de tabaco ajeno disminuyó del 52% al 40,4%.
Recomendaciones
• Reducir el consumo de sal (hasta cinco gramos diarios), aún quienes no sufren hipertensión arterial, ya que disminuye el riesgo de infarto. Esto se puede hacer cocinando sin sal, agregándola después de cocer los alimentos y retirando el salero de la mesa, además de consumir productos con menos sal agregada.• Realizar actividad física. Caminar al menos 30 minutos diarios la mayor cantidad de días posibles a la semana. Cualquier actividad moderada, como moverse, bailar, pasear al perro, lavar el auto u otra acción que incluya movimiento, disminuye el riesgo cardiovascular.
• Incrementar el consumo de frutas y verduras. Según la Organización Mundial de la Salud, para evitar las afecciones del corazón se deben ingerir por lo menos cinco porciones al día. También se deben evitar las grasas saturadas, las grasas animales, la fritura y los alimentos industrializados que contengan grasas trans.
• No fumar. El consumo de tabaco aumenta el riesgo cardiovascular. El cigarrillo es causante de la mayor cantidad de los infartos evitables.
• Consultar al médico para que estudie el riego global de presentar una enfermedad cardiovascular e intervenga para lograr su disminución.