-   Belén Fernández solicitó ayer una reunión urgente al secretario de Estado, ante la negativa de Fomento a ceder el tramo de la AI-81 necesario para facilitar la conexión

-   La titular de Ordenación del Territorio subraya que asumir toda la vía y solventar sus problemas de ruido tendría un coste de siete millones para las arcas autonómicas

La consejera de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, Belén Fernández, ha asegurado hoy que su departamento terminará los accesos al Parque Empresarial del Principado de Asturias (PEPA), en Avilés, en los que se han invertido 17,5 millones y que están ejecutados en más de dos terceras partes, “tan pronto como quiera el ministerio”, que debe autorizar la conexión con la carretera AI-81.

En concreto, la última propuesta del Principado consistía en asumir la titularidad del tramo de la vía en el que se ubicará la conexión, contiguo al núcleo urbano de Avilés. Esta solución no interferiría en la continuidad y funcionalidad de la red de interés general del Estado y seguiría dejando en manos del Ejecutivo central el deber de resolver los problemas de ruido de la carretera a su paso por el concejo de Corvera.

La titular de Infraestructuras ha informado hoy ante el pleno de la Junta General de que ayer mismo recibió la respuesta del Gobierno de España a esta propuesta, en la que no solo se niega a ceder el tramo de la AI-81 necesario para realizar el pinchazo, sino que condiciona dicha autorización al cambio de titularidad de toda esta vía y de otras dos más: la CN-632 y la CN-632a.

“Esa contestación del ministerio se puede calificar de muchas maneras, pero sabiendo que llevamos invertidos más de 17 millones, que existe la necesidad de acabar la infraestructuras para mejorar las comunicaciones y que para ello es imprescindible el parabién ministerial, parece que intentan aprovecharse del Principado, deshaciéndose de un problema que es su deber resolver y endosándonoslo a nosotros”, ha lamentado.

Fernández ha advertido de que no se trata de un tema menor, pues la asunción y puesta a punto la AI-81, por los problemas de ruido que provoca, tendría un coste de más de siete millones.

La consejera ha explicado que, dada la importancia estratégica de la obra para las comunicaciones del tejido industrial regional, tras numerosas cartas y conversaciones sin respuesta positiva y ante la inevitable amenaza de suspensión de las obras, ayer solicitó una reunión urgente con el secretario de Estado de Infraestructuras, Transportes y Vivienda para pedirle una reunión urgente que permita solucionar el tema y finalizar la obra.