Greenpeace denuncia presiones del Gobierno japonés a la población para que vuelva a Fukushima

Greenpeace denuncia presiones del Gobierno japonés a la población para que vuelva a Fukushima

• Japón retirará las ayudas a las víctimas del accidente nuclear para normalizar una situación que aún se encuentra fuera de control

 

El 11 de marzo se cumplieron seis años del terremoto y el tsunami que derivó en la catástrofe de Fukushima, pero cuando aún se sienten los efectos del accidente nuclear de manera significativa, algunas de las áreas más contaminadas dentro de la zona de exclusión, conocidas como zona 1 y 2, se están preparando para el reasentamiento de la población a pesar de que la radiación sigue siendo muy superior a lo aconsejable. Los niveles en los bosques cercanos son comparables a los de la zona de exclusión de 30 Kilómetros de Chernóbil, que más de 30 años después del accidente, quedó formalmente declarada como inhabitable.

"Hoy es un día para recordar a las víctimas y denunciar que esta medida supone un intento del Gobierno del primer ministro japonés, Shinz? Abe, por ayudar a la industria nuclear y dar una sensación falsa de normalidad, pero nuestros muestreos dicen lo contrario", ha declarado Yuko Yoneda, director de Greenpeace Japón.

"Estaría encantada de volver a Fukushima e invitar al ministro de Energía, que apuesta por las viejas nucleares en España, para mostrarle lo que está pasando allí. La gente de Fukushima está atrapada. Ni la planificación de emergencias ni la seguridad nuclear se tuvieron en cuenta en su día y ahora, debido a las políticas de reasentamiento para lavar la cara a la industria nuclear, se da una nueva vuelta de tuerca en vez de defender los derechos humanos de las víctimas, especialmente las mujeres y la infancia", ha declarado por su parte Raquel Montón, responsable de la campaña nuclear en Greenpeace España.

Recientemente un equipo de investigación de Greenpeace recogió muestras en la localidad Iitate, a unos 30 km de la central, y encontró que las dosis de radiación están muy por encima de los objetivos de descontaminación del Gobierno japonés, con niveles de exposición anual de por vida que representan un riesgo para los ciudadanos que vuelvan. En algunos hogares en Iitate, las dosis de radiación son equivalentes a una radiografía de tórax todas las semanas (1). A pesar de ello, el Gobierno japonés confirmó en febrero de este año que todavía no se ha realizado ninguna evaluación de los riesgos de exposición de por vida para los ciudadanos si tuvieran que volver a esta localidad.

De los 54 reactores nucleares que tenía Japón antes del accidente, la gran mayoría han permanecido inactivos seis años después de la catástrofe de Fukushima, en este momento solo están operativos tres. Greenpeace recuerda que en España el Gobierno coquetea con reabrir Garoña (con un reactor igual al de Fukushima) y ampliar la vida del envejecido parque nuclear, en vez de avanzar con urgencia hacia las energías renovables.

Greenpeace exige que el Gobierno japonés proporcione apoyo financiero completo a la población superviviente y entregue información transparente sobre los riesgos, de modo que nadie tenga que regresar por razones económicas o bajo engaño por una falsa sensación de seguridad. Se deben tomar medidas para reducir la exposición a la radiación al mínimo absoluto para proteger la salud pública y permitir a la población que decida si quiere volver sin coacciones.

Greenpeace entregará mañana 11 de marzo, una carta detallando las violaciones de los derechos humanos a los supervivientes de Fukushima en las embajadas japonesas en Helsinki, París, Bruselas, SanPetersburgo, Viena, Berna y Berlín.

 

Nota:

(1) las tasas de dosis de rayos X el intervalo dependen de varios factores, incluyendo el equipo utilizado y el paciente. Una dosis típica por la radiografía de tórax sería 0.05mSv, que si se les da cada semana sería del 2,6 mSv más de un año.

 

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