Fomento ya tenía indicios de que existían los acuíferos que originaron «sobrecostes, retrasos y daños medioambientales», dice el diputado
«Lo último que hemos descubierto confirma nuestras sospechas de que la chapuza de la obra de la Variante se podría haber prevenido perfectamente, porque el Ministerio de Fomento ya tenía indicios en 2002 de que existían los acuíferos que posteriormente pincharon las túneles y que fue el origen de gran parte de los sobrecostes, los retrasos y los daños medioambientales». Así lo ha señalado este mediodía Segundo González minutos antes de mantener un encuentro en la sede de Somos Mieres con representantes de la Asociación de Vecinos de Campumanes (L.lena) para informarles de «los últimos descubrimientos de la investigación que estamos haciendo sobre la obra de la Variante, porque se debe dar a conocer la magnitud de esta chapuza en la que están implicados tanto el PP como el PSOE». El diputado asturiano de Unid@s Podemos acudió a la cita en compañía de Beatriz González, responsable de Medio Ambiente del Consejo Ciudadano de Podemos Asturies, con quien también ha visitado esta semana la sede de Adif en Madrid para supervisar la documentación relativa a dicha infraestructura ferroviaria.
El congresista ha apuntado que «hoy conocíamos que Arcelor va a recibir una multa de un millón y medio de euros por una denuncia de la Confederación Hidrográfica y aquí, que se produjo un trasvase encubierto de aguas de una zona de la ladera a otra, parece que va a quedar impune. Creemos que hay que investigar hasta el final para depurar las responsabilidades políticas, y judiciales si las hubiera, de esta chapuza faraónica». En esa línea, ha insistido en solicitar «una auditoría, tanto económica como social y medioambiental, para esclarecer las responsabilidades».
Por su parte, Beatriz González ha resaltado que «se habían presentado alegaciones al proyecto de la obra por parte del grupo ecologista Aedenat en las que ya se advertía sobre la necesidad de realizar estudios hidrogeológicos por la más que probable posibilidad de que se cortaran acuíferos. La respuesta que se nos dio fue que, si bien existía tal riesgo, no había ningún problema, porque se solucionaría rápidamente, la afección sería durante la obra y luego quedaría todo como al principio».
Ha insistido en que «tanto en los informes de obra como en algunos estudios ambientales se reconocía la posibilidad de que se cortaran acuíferos. No se realizó un estudio hidrogeológico serio, pero sí pequeños estudios donde se apuntaba esa posibilidad, y se hizo caso omiso. Ahora estamos en la situación en la que estamos, muy difícil de revertir. Como reconoce el estudio hidrogeológico que hicieron con posterioridad a la obra, el impacto en los acuíferos es fuerte y es posible que vaya aumentando en el futuro».