- La consejera de Desarrollo Rural ha afirmado en la Junta General que de 2012 a 2016 la acción del lobo descendió un 21% y que existe una importante tendencia a la baja en todas las especies, excepto el oso
- El importe de las indemnizaciones experimentó una bajada del 29%
El número de expedientes por daños de fauna salvaje se redujo en Asturias un 23% entre 2012 y 2016, mientras que el importe de las indemnizaciones abonadas por la Administración autonómica descendió un 29% en el mismo periodo. El total de daños pagados en el último lustro fue de 10.455.814 euros y la cifra de expedientes, 30.017. Esta estadística incluye daños de corzo, gamo, jabalí, lobo, oso, venado, zorro y otras especies.
Los datos han sido aportados hoy por la consejera de Desarrollo Rural y Recursos Naturales, María Jesús Álvarez, en el pleno de la Junta General del Principado, donde ha subrayado “la importante tendencia a la baja” que muestran estas cifras.
En relación con los daños causados por el lobo, los expedientes descendieron un 21% y los pagos, un 28%. La titular de Desarrollo Rural ha aprovechado su intervención para condenar la aparición de lobos muertos y abandonados en espacios públicos o colgados en señales. “No puede haber tolerancia con quienes perpetran esas barbaridades, que dañan de forma irremediable la imagen de Asturias y de sus producciones primarias”, ha denunciado.
Álvarez entiende que se debe procurar “la compatibilidad entre los bienes agroganaderos y los naturales” y ha defendido, en este sentido, la estrategia de su departamento en el caso del lobo “con una herramienta, el segundo plan de gestión de la especie, que nos permite controlar la población y pagar los daños, es decir, compaginar ambos intereses”.
Tras reconocer las dificultades para hacer frente a los pagos a corto plazo, ha puntualizado que este asunto es “prioritario” para el Gobierno asturiano. Así, ha asegurado que la dotación de 1,8 millones para este año permitirá “atender todas las solicitudes en plazo sin necesidad de solicitar aumentos de crédito”.
Alarmas que no se sostienen
Los últimos datos reflejan, tal y como ha manifestado Álvarez, que las alarmas sobre un supuesto incremento de los daños “no se sostienen”. No obstante, ha admitido que el problema “no está solucionado y queda mucho trabajo por hacer”.
También ha destacado que la provincia de León, donde el lobo figura como especie cinegética, “es la que tiene más ejemplares, donde más crece la especie y donde el conflicto social se ha acentuado más”. “En Asturias, por el contrario”, ha añadido, “aunque también existe conflicto, los daños del lobo han descendido y también los de otras especies, con excepción del oso, que han subido debido al incremento de ejemplares”.
En cuanto al jabalí, cuyos daños se redujeron un 36% y los pagos, un 33%, la guardería realiza “un importante esfuerzo” para controlar la población. Así, en las zonas de seguridad y refugios, en 2016 se efectuaron 254 servicios, de los que 120 se realizaron en la zona central (Oviedo-Siero), incluyendo 45 controles y 45 ejemplares abatidos.
La consejera ha incidido en el conjunto de medidas puestas en marcha para lograr una “significativa reducción de la población de jabalíes, en colaboración con las sociedades de cazadores y los ayuntamientos del área central”. Y ha puesto como ejemplo la eliminación del cupo por cacería para la próxima temporada y la autorización de batidas extraordinarias, una vez finalizado el curso, en los cotos que limitan con las zonas de seguridad de Gijón y Villaviciosa, para reducir la presencia de suidos en los entornos periurbanos.
“Estamos incorporando más y mejor conocimiento de las especies a través de diversos estudios, sobre todo en lo que al lobo se refiere, lo que resulta imprescindible para el control de de las poblaciones”, ha apostillado.