Reconocimiento a la Mujer en los premios Concejo de Llanes

Reconocimiento a la Mujer en los premios Concejo de Llanes

Este miércoles tuvo lugar en el salón de sesiones del Ayuntamiento de Llanes el acto de entrega de la decimoctava edición de los Premios Mujer Concejo de Llanes.

 

El reconocimiento estuvo presidido por el Alcalde de Llanes, Enrique Riestra Rozas, acompañado por la Concejal de Igualdad, Marisa Elviro Santos, la Concejal de Servicios Sociales, Soledad Celorio Vela, y el Segundo Teniente de Alcalde, Juan Carlos Armas.

 

Las galardonadas de esta edición fueron:

 

-Dña. Pilar Calero González.

 

-Dña. Joaquina Rita Balmori Sampedro.

 

-Dña. Concepción del Valle Celorio.

 

-Dña. Marisol Collado Foyo.

 

Con el Premio Mujer Concejo, el Ayuntamiento de Llanes distingue a aquellas mujeres del municipio que a lo largo de su trayectoria personal, profesional y humana han destacado por una serie de valores constantes.

 

 

*FOTO: Por la izquierda, sentadas: Pilar Calero González, Joaquina Rita Balmori Sampedro, Concepción del Valle Celorio y Marisol Collado Foyo. De pie, el Alcalde de Llanes, la Concejal de Servicios Sociales, la Concejal de Igualdad y el Segundo Teniente de Alcalde.

 

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Pilar Calero González

 

Nació en Piedra en 1937. Fue autodidacta, porque apenas acudió uno o dos años a la escuela, y con tenacidad aprendió a escribir, leer y las cuatro reglas por su cuenta.

 

Para aportar dinero a su familia, comenzó lavando platos y cuberterías en un domicilio particular con tan solo doce años, y posteriormente comenzó a limpiar en varios domicilios. También trabajó muchos años como limpiadora en el Hostal Peñablanca de Llanes.

 

Actualmente, y desde hace más de 20 años, viene realizando una importante labor altruista, pues diariamente acude a la Residencia Faustino Sobrino para atender a los residentes, hacerles recados, acompañarles al ambulatorio y otras labores que sería largo detallar, pero que se pueden resumir en una frase: cariño y sensibilidad hacia sus semejantes, y como ella dice, hasta que el cuerpo aguante.

 

 

Joaquina Rita Balmori Sampedro, Quina

 

Nació en Los Callejos en 1930, donde vivió hasta hace pocos años. Hija de Manuel y Benedicta, era la tercera de 5 hermanos, y quedó huérfana de padre con tan solo 5 años, situación que los marcaría a todos para siempre.

 

Al quedar su madre viuda tuvo que irse a vivir con unos tíos, compaginando las labores de casa con el trabajo en el campo y la recogida de leche por todas las casas del pueblo, para posteriormente bajarla en burro a La Venta.

 

En 1955 se casó con Alberto Concha Morán, Tin, con el que tuvo 8 hijos. Para criar a esa gran familia, Tin trabajaba en la teyera y Quina cuidaba de los hijos, atendiendo las tareas de casa y encargándose también del ganado. Más tarde se hicieron cargo de El Chispún, el bar-tienda del pueblo, que regentaron durante 35 años.

 

Quina sigue adelante con la compañía de los suyos y con la visita cada verano de los familiares que viven al otro lado del charco.

 

 

Concepción del Valle Celorio

 

 

Nació en La Moría de San Antonio, en la Parroquia de Nueva, en 1932, en el seno de una familia de trabajadores del campo. Sus padres José y Joaquina llevaban en arriendo la casería de los Condes de la Vega del Sella.

 

Concha, que colaboraba en todos los trabajos familiares, siempre tuvo inquietud por la cultura, y a pesar del duro trabajo diario, intentaba sacar algo de tiempo para leer los libros que le dejaban y las revistas que conseguía.

 

Casada con Manuel Vega Tarno, Concha se dedicaba al cuidado de los mayores de la casa y de los hijos que iban naciendo. A pesar de tantos quehaceres, escribió la corresponsalía de Los Carriles en el desaparecido y mítico semanario El Oriente de Asturias durante más de 16 años.

 

Tras la jubilación, Concha y su marido disfrutan de la vida como más les apetece, rodeados de su familia y amigos.

 

 

Marisol Collado Foyo

 

Nació en la localidad llanisca de Ovio en 1937. Se dedicó a coser y arreglar ropa para los vecinos de Nueva y alrededores.

 

En 1964 se casó y se fue para Australia, donde ya vivía su marido, y se establecieron en Queanbeyan. Allí, lo primero que hizo fue asistir a clases para aprender a leer y escribir en inglés.

 

Comenzó a trabajar en una empresa de limpieza, y lo compaginaba con otro trabajo en un hotel, donde preparaba desayunos y meriendas. Más tarde consiguió entrar a trabajar como modista en una casa de modas en Canberra.

 

Posteriormente se trasladó a Sidney, donde trabajó en la casa de un embajador, mientras que su marido hacía las veces de chófer.

 

En 1971, tras el nacimiento de su primera hija y estando embarazada de la segunda, la familia regresó a España, y abrieron un negocio de comestibles en Ribadesella.

 

En el año 2002 se jubila, y desde entonces dedica su tiempo en el Molino del Cazador de Nueva, donde reside, a sus aficiones, como pintar cuadros, coser ropa para sus nietos, y elaborar trajes de aldeana.

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