El HUCA crea la primera unidad de disfagia de Asturias, una enfermedad que puede afectar hasta un 40% de las personas de edades más avanzadas
- Está integrada por 25 profesionales e incluye médicos, enfermeras, auxiliares de enfermería y logopedas
Asturias.-El Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) ha presentado esta mañana la primera unidad de disfagia de la sanidad pública asturiana, un equipo interdisciplinario integrado por 25 profesionales que abordará los trastornos relacionados con la deglución, una enfermedad que puede llegar a afectar a entre un 30 y un 40% de las personas en edades avanzadas. Al frente de la unidad estará el médico foniatra del HUCA, José María Barroso Rodilla que desde hace un lustro lidera los trabajos de este centro hospitalarios en este campo.
El trastorno de la deglución o disfagia es una alteración que conlleva problemas o molestias al tragar una sustancia líquida o un alimento sólido. Las personas que padecen esta enfermedad suelen tener dificultades para formar en el bolo alimenticio en la boca o para que éste se desplace desde la boca al esófago.
La deglución comporta una rápida coordinación de las estructuras implicadas en este proceso como son la boca, la lengua, la faringe, la laringe y el esófago que está dirigida por el sistema nervioso por lo que la causa de la disfagia puede ser múltiple y son muchas las enfermedades que pueden producir una alteración de la deglución.
En algunos casos la causa está relacionada con enfermedades del sistema nervioso que actúa como coordinador del proceso. Este es el caso de algunos ictus o accidentes cerebrovasculares, de pacientes con Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) o con demencia, parkinson, parálisis cerebral infantil o traumatismo craneoencefálico.
La cirugía y la radioterapia de cabeza y cuello y el envejecimiento también pueden provocar disfagia mientras que en otras ocasiones el problema radicará en la cavidad oral debido a la ausencia de piezas dentales, alternaciones de la lengua o tumores; o en el esófago, debido a problemas motores como estenosis, acalasia, o tumores.
La disfagia es una enfermedad muy prevalente entre los pacientes hospitalizados, personas mayores y con enfermedad neurológica. Se estima que afecta a entre un 30 y un 60% de las personas hospitalizadas, entre un 15y un 20% de los pacientes críticos, entre un 25 y un 59% de personas con trastornos neurológicos, entre el 50 y el 80% de pacientes con ictus, un 60% de enfermos que con cáncer de cabeza y cuello y entre un 30 y un 40% de las personas en edades más avanzadas.
Diagnóstico
El primer paso para el diagnóstico es un buen interrogatorio de paciente, sobre todo en el caso de los niños pequeños o de adultos con dificultades para comunicarse. En la consulta, se pregunta al paciente sobre las molestias que tiene al tragar, cuando empezó a notar los síntomas, y si estos han empeorado con el paso del tiempo. También es importante detectar si presenta tos, estancamiento de la comida, necesidad de realizar varias degluciones, babeo, problemas de masticación, o sofocación y ahogo durante la deglución.
A continuación se realiza un cribado de disfagia a través de una prueba con diferentes texturas y una videoendoscopia de deglución que. Consiste en pedir al paciente que ingiera diferentes alimentos, semisólidos, líquidos y luego sólidos, mientras observamos a través de un sistema videoendoscopia cómo los deglute, identificando así la causa del problema. Se observa qué tipo de alimento, qué viscosidad, qué volumen y qué posición son más seguros para que el paciente pueda deglutir correctamente.
Si el problema aún es complejo y con las pruebas anteriores no es suficiente, realizamos pruebas más complejas videofluoroscopias de deglución, manometría esofágica de alta resolución o Ph-metrias.
Tratamiento
El tratamiento depende de la causa y la edad del paciente. De acuerdo con las exploraciones realizadas, se hará una adaptación de la dieta de manera individualizada, en colaboración con un especialista en nutrición.
Además, será necesario el tratamiento rehabilitador conjuntamente con un logopeda especialista en deglución, instaurándose cambios posturales y maniobras posturales y de compensación junto con aparataje de estimulación eléctrica neuromuscular de la musculatura deglutoria para tragar correctamente. Un diagnóstico y un tratamiento precoces reducen: los tiempos de alimentación por sonda nasogástrica o gástrica, las estancias hospitalarias y los reingresos y por ende también el gasto sanitario y evitan diversas complicaciones como la desnutrición, la deshidratación y la neumonía por aspiración, que empeoran la calidad de la vida del paciente, y en ocasiones, es la causa de su fallecimiento. Además se consigue, en muchas ocasiones, la vuelta a la vía oral para su alimentación y una deglución de forma eficaz y segura.