Una pieza en acero del escultor vasco Chilllida procedente del Museo de Bellas Artes de Bilbao
OBRA: Alrededor del vacío I, 1964, de Eduardo Chillida (acero, 31,5 x 46,5 x 36 cm)
FECHAS: 7 de marzo de 2017 - 4 de junio de 2017
LUGAR: Museo de Bellas Artes de Asturias | Ampliación (sala 26, 2ª planta)
El Museo de Bellas Artes de Asturias ha presentado esta mañana su nueva Obra invitada: Alrededor del vacío I, realizada en 1964 por el escultor Eduardo Chillida y prestada para la ocasión por el Museo de Bellas Artes de Bilbao. La pieza se expondrá hasta el próximo 4 de junio en la sala 26 de la pinacoteca, ubicada en la segunda planta del edificio de Ampliación.
Eduardo Chillida (Donostia/San Sebastián, 1924-2002) es una figura clave en la escultura del siglo XX, continuador de la tradición escultórica en hierro iniciada por Picasso, Julio González y Pablo Gargallo. En 1943 inició su formación como arquitecto en Madrid y, aunque pronto abandonaría sus estudios para dedicarse a la escultura, la arquitectura seguiría siendo clave en su trayectoria posterior, materializándose a través de conceptos como la importancia de la luz, las relaciones entre los volúmenes, la concepción de un espacio interior habitable y el uso de determinados materiales, como el hormigón, que emplea en su conocida pieza Elogio del horizonte, ubicada en el Cerro de Santa Catalina en Gijón.
Tras una estancia en París, en 1951 retornó al País Vasco. Allí comenzó a frecuentar la fragua de Manuel Illarramendi, donde el trabajo artesanal de forja le descubrió un nuevo mundo de posibilidades expresivas y artísticas, que le llevó a conseguir en 1958, y entre otros muchos galardones que se irían sumando a lo largo de su carrera, el Gran Premio de Escultura de la Bienal de Venecia. Su colaboración con filósofos -Heidegger, Cioran- y poetas -Jorge Guillén- da también idea del interés esencialista de sus obras. Su obra osciló entre la caligrafía informalista (es decir, el rasgo rápido y continuo) y unas formas más compactas de “geometría imprecisa”, que le acercaban al espacialismo. La disyuntiva se definió con frecuencia en cada obra según el material con que estaba realizada, pues el escultor fue especialmente sensible al diferente valor plástico del hierro, la madera, el alabastro, el hormigón o la terracota, materiales que utilizó preferentemente.
Alrededor del vacío I es la primera escultura de un conjunto de cinco piezas en acero realizadas por el artista entre 1964 y 1969. Adquirida por el Museo de Bellas Artes de Bilbao en 1981, se trata de una de las esculturas de referencia del artista en las colecciones de la institución vasca.
Pese a su reducida escala, se concibe como una obra monumental, rotunda, que muestra una de las principales preocupaciones de Chillida: definir el espacio a través de sus límites. "El límite es el verdadero protagonista del espacio", llegó a afirmar el escultor. Y es a través del juego con los límites que se definen los tres elementos que la configuran: por un lado, el espacio que circunda la pieza, concentrado alrededor de la misma; por otro, el de los propios volúmenes de sección rectangular (los "espacios positivos", cargados de materia) y, por último, y tal y como su propio título indica, el del propio vacío interior, el "espacio negativo", el cual se forja como un núcleo invisible, como verdadero eje articulador de la obra.
Es en torno a ese vacío, del que emergen de forma ordenada los volúmenes, que las formas se giran y quiebran angularmente, al ritmo sincopado de una acentuada energía marcada por diversos flujos diagonales que permiten modular el espacio y generar, pese al estatismo y rotundidad derivadas del material, una sensación de sereno dinamismo, el cual, unido a la cuidada pátina de oxidación, confieren a la obra un carácter de inmutable modernidad.
Esta escultura de Chillida es la undécima obra que llega al Museo de Bellas Artes de Asturias desde que en octubre de 2013 se activara el Programa La Obra invitada, concebido con el objetivo de exponer en el Museo, durante un periodo aproximado de tres meses, destacadas obras procedentes de coleccionistas particulares o de otras instituciones nacionales e internacionales que contribuyan a reforzar el discurso de la colección permanente, bien porque permitan profundizar en aspectos ya contemplados por la colección o bien, y como sucede en este caso, porque posibiliten cubrir lagunas que en ella puedan detectarse.
De este modo, Alrededor del vacío I se mostrará hasta el próximo 4 de junio en la sala 26, ubicada en la segunda planta del edificio de Ampliación. En este espacio el escultor, que no está representado en las colecciones de la pinacoteca, podrá dialogar con otros artistas fundamentales en el arte español de las décadas de 1950 a 1970 como José Guerrero y Esteban Vicente; miembros del grupo El Paso como Antonio Suárez, Manuel Millares y Antonio Saura, así como el Equipo Crónica y, por supuesto, el otro escultor clave de la modernidad vasca de la segunda mitad del siglo XX: Jorge de Oteiza.