La diputada resalta la labor de SOS Ictus durante su intervención en la Jornada sobre Aspectos Sociosanitarios del Envejecimiento
«El objetivo de la mal llamada Ley de Dependencia es promocionar la autonomía de las personas, y no se está cumpliendo», ha señalado Rosa Espiño esta tarde en Xixón durante su intervención en la mesa redonda en torno a la dependencia dentro de la Jornada sobre Aspectos Sociosanitarios del Envejecimiento que, organizada por Equo Asturies, se desarrolla en el Centro Municipal Integrado de El Llano. La diputada del Grupo Parlamentario de Podemos Asturies ha compartido espacio con Nacho González, coportavoz de Equo Asturies; Carlos Ponte, de la Plataforma de Defensa de la Sanidad Pública, y Marcelino Laruelo, de la Oficina de Defensa del Anciano.
La parlamentaria del partido morado ha apuntado que «hay que superar la simple aspiración a coordinar los servicios sociales con los sanitarios, porque se necesita un engranaje que nos haga avanzar hacia la promoción de la autonomía de las personas en situación de dependencia. Las administraciones estatal y autonómica deben articular mecanismos de ‘cremallera’, deben engancharse y trabajar juntos en este tema». Ha añadido al respecto que «lo explican muy bien desde SOS Ictus en Asturias, una asociación que da apoyo e información a familiares y afectados por daño cerebral y que además elabora propuestas de mejora. Esta misma semana hemos llevado al Parlamento asturiano una proposición no de ley elaborada por esa asociación, que ha sido aprobada por unanimidad, en la que se recoge, entre otras medidas, la importancia de la información al paciente y a los familiares. Pero desde el minuto uno, en el propio hospital, es necesario agilizar trámites para que el proceso rehabilitador resulte lo más eficaz posible».
Ha ahondado en ese ejemplo al asegurar que «una persona que sufre daño cerebral desde el mismo momento en que se produce está en una situación de dependencia; es decir, tiene el derecho pero no tiene el recurso. El largo período de tiempo que transcurre desde que nace el derecho hasta que se recibe la prestación del mismo es lo que pone de manifiesto la ineficiencia política de la gestión, con el agravante de que se incrementan los costes». En su opinión, «no ser eficientes perjudica no sólo al paciente, sino que nos sale caro a los asturianos y asturianas. Y esa es la primera barrera que hay corregir».
Por su parte, Nacho González ha puesto el acento en denunciar que «no están garantizados los derechos de las personas dependientes y no parece que haya voluntad política de hacerlo». Ha afirmado, asimismo, que «el gasto en dependencia no es un gasto, es una inversión».
El médico Carlos Ponte se ha centrado en tratar la situación sanitaria respecto a la Ley de Dependencia, que «está establecida y regulada, pero su aplicación tiene muchos problemas». Se ha referido a «la triada que forman el envejecimiento, la enfermedad y la dependencia, una situación propia de sociedades avanzadas y que en Asturias es muy relevante». En ese aspecto, «estamos lejos del modelo canadiense, por ejemplo, que prevé cosas importantes, como que haya una participación de los usuarios de estos recursos y de sus cuidadores en la toma de decisiones».
Marcelino Laruelo comenzó su intervención agradeciendo la labor de Rosa Espiño en favor de las personas mayores. «No soy votante de Podemos, pero desde que este partido entró en el Parlamento asturiano el tratamiento de los asuntos de los ancianos ha dado un vuelco. Fue increíble la ley que sacó adelante sobre los afectados por la deuda del ERA», ha dicho. Y ha dejado claro que «los ancianos son personas, son ciudadanos».
Se sacaron mas de 400 medicamentos de la lista. Medicamentos que se necesitan y que al final siempre pagan los mismos.
