El Presidente Juan Manuel Santos participó este viernes en un encuentro de beneficiarios del Proyecto Seaflowers Keepers, promovido por Acción Social en San Andrés. El proyecto de desarrollo alternativo impulsa líneas productivas en pesca artesanal, apicultura, agricultura y artesanías. Le acompañaron el Alto Consejero Presidencial Diego Molano y el Representante de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Aldo Lale-Demoz.
San Andrés Isla. (SIG). “Estoy muy contento y muy emocionado de estar aquí en San Andrés y en este evento, en este evento donde se está haciendo una especie de rendición de cuentas sobre uno de los programas, para mi más importantes que tiene el Gobierno Nacional. Y les voy a explicar por qué.
Yo les decía a algunos amigos ahora en un restaurante del Seaflower Keepers les decía que yo vine aquí a San Andrés cuando todavía no había aeropuerto, había que acuatizar en una Catalina (avión anfibio).
Eso fue hace más de 50 años. Luego regresé un par de veces, pero vine a San Andrés de cadete naval en una fragata de nuestra Armada Nacional. Vine a San Andrés, fuimos a Roncador, Quitasueño y navegamos por aquí.
En esa época, finales de los 60, año 69, 70, fue cuando comenzó el narcotráfico en Colombia. Y la historia la cuenta un antiguo Rector de la Universidad de los Andes, que tenía una finca cerca a Santa Marta, cerca a la Sierra Nevada, y él dice que el narcotráfico comenzó año 68, 69, cuando vino un buque sueco con unos antiguos soldados de Vietnam, y que habían preguntado por la calidad de la marihuana en la Sierra Nevada. Y le habían dicho que era de una calidad muy alta, muy alta calidad de nuestra marihuana de la Sierra Nevada y entonces quisieron comprar una marihuana. Y llegó un muchacho y les ofreció como un bultico.
Y entonces preguntó ¿cuánto es? Entonces dijeron 10.
Y entonces sacó 10 dólares y dijeron ‘no, no, no. 10 pesos’.
Entonces quedó sorprendido este ex soldado. Y entonces dijo a ese precio compro toda la producción.
Y dice el doctor Mario Laserna, que era el antiguo Rector de los Andes, que así fue como comenzó el narcotráfico.
Y el narcotráfico al principio de los años 70, nosotros cometimos el gravísimo error –nosotros los colombianos– de pensar que eso no era tan malo. Que al fin y al cabo había plata, al fin y al cabo generaba cierto bienestar por la plata que traía, y qué grave error que cometimos, porque el narcotráfico lo que ha hecho es destruir todo lo que toca.
El narcotráfico ha sido el peor flagelo que hemos tenido en nuestra historia. El narcotráfico ha financiado todos los factores de violencia. El narcotráfico ha destruido las familias, el narcotráfico ha destruido comunidades, nos ha costado cientos de miles de compatriotas muertos; nos ha costado lo mejor de nuestros jueces, lo mejor de nuestros líderes, lo mejor de nuestros periodistas, lo mejor de nuestra sociedad.
Por fortuna, Colombia tuvo la entereza de no dejarse doblegar por el narcotráfico y en una batalla muy, muy costosa, muy dura, porque el sacrificio ha sido inmenso, logramos sobreponernos e iniciar el rescate de nuestro país, de nuestra democracia, que en cierta forma, el narcotráfico nos había quitado. O los grupos que financiaban el narcotráfico y que todavía financian el narcotráfico.
E iniciamos una batalla con una política integral. El narcotráfico es una cadena y nosotros decidimos atacar la cadena en todos sus eslabones. Desde el cultivo, el laboratorio, hasta el consumo, los activos que son producto de narcotráfico, toda la cadena.
Y con un esfuerzo inmenso, con un costo inmenso, hemos ido ganando la batalla. Hemos ido –como ustedes vieron–, hemos ido disminuyendo la producción de cultivos ilícitos. Hemos logrado, gracias a la labor de nuestras Fuerzas Armadas, de nuestra Policía, de nuestro Ejército, de nuestra Armada, de nuestra Fuerza Aérea, pudimos desarticular esos grandes carteles que tenían dominado prácticamente el país, que aquí venían y construían hoteles lujosísimos. Los logramos doblegar, la mayoría están en una cárcel o en una tumba.
Y tenemos que seguir, porque el negocio del narcotráfico no ha terminado, porque mientras el mundo entero no sé de cuenta que esto tiene que ser una lucha de todos, con igual compromiso, el narcotráfico no va a desaparecer.
Y yo por eso quiero comenzar diciéndole a don Aldo Lale (Director en Colombia de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito), muchas gracias. Muchas gracias por su informe, pero sobretodo muchas gracias por su reconocimiento.
Esto que usted hizo hoy de pararse a nombre de las Naciones Unidas, a nombre de la comunidad internacional –porque las Naciones Unidas es la comunidad de todas las naciones–, a hacerle un reconocimiento a Colombia diciendo: ustedes han sido el país que más ha luchado contra el narcotráfico, y ahora que diga que además es el país que tiene el mejor programa de desarrollo alternativo, es un reconocimiento sobre todo a esos cientos de miles de colombianos que han sacrificado sus vidas en esa lucha, que es una lucha de la humanidad, porque el narcotráfico repito, es un flagelo de la humanidad. Y solamente así vamos a poder combatirlo con todo éxito.
Ese reconocimiento se lo agradezco, porque además es un estimulo a todos estos campesinos que han dejado o los cultivos ilícitos o que no cayeron en la tentación de los cultivos ilícitos. Es un reconocimiento y un estimulo para que ellos digan siempre algo que usted menciono no a la droga, no a los cultivos ilícitos; sí a la cultura de lo licito.
Y le agradezco también la forma como usted hizo su informe, porque nos muestra que vamos por buen camino; nos muestra que lo que hemos hecho ha tenido resultado y ha tenido éxito. Y nos muestra también que nos falta mucho camino por recorrer.
Todavía esta batalla no está ganada, todavía tenemos mucho trabajo por hacer. Pero vamos en la dirección correcta.
Y de la ayuda de las Naciones Unidas y de la comunidad internacional, vamos a seguir avanzando. Ya Colombia no solamente es reconocida como el país que más ha luchado contra el narcotráfico, que más esfuerzo ha hecho, y que en el caso del desarrollo alternativo, está haciendo el programa más exitoso, sino que ya también nos reconocen como el país que más ha aprendido a luchar contra los diferentes eslabones de la cadena del narcotráfico.
Y nos hemos vuelto exportadores de esa tecnología, de ese conocimiento.
Ya las Islas que están cerca de San Andrés, las islas del Caribe, Centroamérica, México, vienen a decirnos: por favor, ayúdennos. Ayúdennos, porque el narcotráfico nos está invadiendo, nos está consumiendo, nos está destruyendo. Y nosotros, nuestra obligación es darles ayuda y se la estamos dando.
En muchos países ya la Policía Nacional y la experiencia nuestra está presente. Porque así como a nosotros nos ayudaron en momentos difíciles, creemos que nosotros debemos ayudar cuando otros lo necesitan.
Pero eso no quiere decir que nosotros no continuemos perseverando en esa lucha, porque para nosotros esto es un problema de seguridad nacional, porque esa droga que pasa por aquí o pasa por allá y que va a ser consumida en los centros de consumo de Estados Unidos o en Europa, es lo que financia esas bandas criminales, lo que va a comprar esas armas con que matan a nuestros compatriotas, lo que va a financiar las Farc, lo que va a financiar el ELN.
Por eso es un problema de seguridad nacional para nosotros. Y por eso nosotros tenemos que seguir perseverando y luchando.
Y dentro de esa lucha, ese eslabón de los cultivos ilícitos –que es la base de toda la cadena– es un eslabón fundamental. Y para que ese eslabón sea realmente debilitado, este programa de desarrollo alternativo es crucial, porque si uno no le da una alternativa al campesino que está produciendo la coca o que está a punto de producir la coca –a veces por necesidad a veces obligado por que los grupos de la ley que se están viendo cada vez más asfixiados van a ciertas zonas y encañonan a los campesinos y los obligan a producir contra su voluntad los cultivos ilícitos– y por eso es tan importante darles una alternativa.
Y por eso es tan importante este programa de desarrollo alternativo. Porque es la mejor forma de evitar toda la cadena. Y usted lo decía, Aldo, usted decía que el programa más exitoso y el que tiene más consistencia es aquel donde se erradica voluntariamente y manualmente.
Ese programa es producto de una convicción de una familia que dice ‘me aburrí de cultivar coca, porque eso solamente me trae a la larga problemas y la muerte. Y voy a volver a la cultura de la legalidad’.
Y eso es clave. Por eso es tan importante tener personas como Miguel Ángel Vargas, que acabo de escuchar. Usted, lo que yo acabo de escuchar me llena a mí de entusiasmo, me llena a mí de optimismo. Que yo sé en las dificultades que ustedes se desenvuelven en la zona que ustedes hoy tienen como centro de producción de un producto tan rico como el cacao.
Hago una aclaración. Cuando yo dije en mi discurso de posesión que yo quería que todos los campesinos fueran unos Juanes Valdez , lo que quería decir es que yo quiero que todos los campesinos de Colombia tengan un título, tengan asistencia técnica, tengan un producto que puedan vender en un mercado, tengan acceso a la salud, tengan unos hijos que puedan ir a los colegios.
No necesariamente Juan Valdez tiene que producir café. Puede producir cacao, puede producir banano, cualquier otra cosa. Era esa la representación que yo quería hacer.
Porque yo trabaje en la Federación de Cafeteros. Andrés Valencia lo conoce muy bien y yo le agradezco mucho al señor Presidente de Nespresso esa vinculación con Colombia, esa vinculación con el país y ese programa que tienen ustedes de cafés espaciales.
Dos productos que son ideales en este momento para remplazar la coca.
Hoy... ¿Quién de ustedes es cafetero? ¿A cómo está la carga?
¿Y a usted cuánto le cuesta producir la carga?
No, no, mire que yo soy cafetero también. Nunca he tenido una mata de café, pero sé cuánto está costando.
Por ahí un 40%, que es un margen muy bueno.
¿A cómo está el cacao?
-Hoy comprando cacao a 5.600 kilo, aproximadamente la carga 580 mil.
Presidente Santos: ¿Y cuánto le cuesta producirla?
-Una tercera parte aproximadamente, un 35 por ciento.
Presidente Santos: O sea un margen del 65 por ciento más o menos
-Aproximadamente.
Presidente Santos: Fíjense lo interesante. Y usted tiene un gran futuro, porque el cacao colombiano está comenzando a ser considerado el merco cacao del mundo.
Nuestro vecino Venezuela tiene supuestamente el mejor cacao del mundo, pero resulta que nosotros tenemos las mismas condiciones de Venezuela.
-El nuestro es fino y de aroma. Y tenemos el 5 por ciento del cacao en el mundo está en Colombia. Y todo el cacao colombiano, las 120 mil hectáreas que hay, más las que queremos establecer, van a ser fino y de aroma. O sea que las posibilidades son muy grandes.
Presidente Santos: Entonces mire, Colombia produciendo el mejor café del mundo y el mejor cacao del mundo. Eso es un proyecto alternativo maravilloso. Y esto es lo que estamos viendo hoy aquí en San Andrés.
Y aquí en San Andrés el programa de Seaflower Keepers, que me acabo de enterar como funciona, me explicaron una niña maravillosa, además con una facilidad de expresión impresionante me decía –17 años tiene, se llama Shakira. ¿Está por aquí o no? Estaba en la otra reunión.
Me decía son 23 muchachos. Nos reunimos y estamos produciendo miel. Y entonces me mostró las abejas y me mostró cómo el proyecto ya está madurando, como está comenzando a comercializar esa miel.
Y esos son 23 muchachos que esas bandas criminales se los quiere reclutar. No van a poder.
O sea, esto que estamos haciendo hoy aquí de hacer una rendición de cuentas sobre un programa al cual le vamos a dar todo el apoyo del Gobierno Nacional, todo.
Porque eso tiene consecuencias positivas de todo tipo.
Y usted mencionaba Aldo, algo importante, la propiedad de la tierra. Que los campesinos tengan su título.
Eso los formaliza, eso los empodera, eso les da oportunidades de conseguir crédito.
Por eso aprobamos esa Ley de Restitución de Tierras, Reparación de Víctimas. Muchos de ustedes son víctimas que van a poder ser reparadas y los que han sido desplazados, vamos a hacer todo el esfuerzo para que puedan, o bien volver a su tierra o tener una parcela con título, con asistencia técnica y volverse un Juan Valdez.
En eso estamos, ese es nuestro propósito, ese es mi sueño. Y programas como éste y eventos como éste y resultados como éste, es lo que nos estimula a seguir adelante y a pensar que sí vamos a poder.
El conflicto colombiano, que nos ha destrozado como sociedad durante tantos años, lo vamos a vencer a punto de programas como éste; a punta de ejemplos como el de Miguel Ángel, que en un momento bien difícil dijo ‘no señor, aquí vamos a salir para adelante’. Y está saliendo para adelante.
Eso es lo que nosotros queremos. El Gobierno lo que puede hacer es facilitar, poner en marcha las políticas, ayudar a empujar.
Pero está en manos de ustedes, de los campesinos, también poner su granito de arena y tomar también la iniciativa para que todos juntos, todos unidos, podamos seguir construyendo este país en esa dirección. En la dirección de un país próspero, pero donde todos sea próspero; no unos pocos.
Un país donde todos sea propietarios, no unos pocos.
Yo le decía a Bruno Moro, que es el Jefe de las Naciones Unidas aquí en Colombia, que hizo la presentación de un informe muy completo sobre nuestro campo, el sector rural colombiano cómo es de injusto, como está de mal repartido, cómo hay de atraso y al mismo tiempo, cómo hay de violencia. Que eso es precisamente, cuando decía las conclusiones, en cierta forma coincide perfectamente con nuestro programa de Gobierno.
Y por eso la ayuda de Naciones Unidas para nosotros es fundamental, porque esa ayuda lo que hace es legitimar lo que estamos haciendo. Y además nos sirve de brújula para no equivocarnos, para seguir el camino que nos va a llevar a ese gran objetivo de construir una patria en paz, una patria en donde todo el mundo sienta que es dueño de un pedacito y que esa prosperidad que está generado este país, que es un país muy rico, pueda distribuirse entre todos los colombianos.
De manera que yo les agradezco de todo corazón que me hayan invitado a este evento. Me voy muy emocionado, muy entusiasmado.
Y les agradezco a todos y a cada uno de ustedes los que han puesto el pecho y han participado en este programa, los de Seaflower Keepers, los de cafés espaciales, los productores de cacao; todos estos productos alternativos.
Ustedes son la punta de lanza de este gran programa. Tengan la seguridad de que el Gobierno va a estar detrás de este programa, porque eso es lo que realmente nos va a dar la paz en Colombia.
Muchas gracias”.
FOTO: Felipe Ariza.SIG