El banco garantiza la lactancia idónea a los pacientes de neonatología más vulnerables
El Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) cuenta ya con un banco de leche materna procedente de donaciones altruistas con el fin de facilitar este alimento a los pacientes pediátricos hospitalizados que no pueden recibirla de su propia madre, en muchos casos bebés prematuros o grandes prematuros.
El director general de Salud Pública, Antonio Molejón, ha presentado esta mañana este nuevo servicio y ha asegurado que “se trata de un compromiso con la salud porque la lactancia materna es el mejor aval para un desarrollo idóneo en las primeras etapas de la vida”.
Los bancos de leche materna son centros especializados donde el alimento donado por las madres se recibe, se procesa, se almacena y se distribuye entre los niños hospitalizados que no pueden recibir leche de su propia madre. Su finalidad es promocionar la lactancia natural, apoyar a las madres que quieren amamantar a sus hijos y disminuir los riesgos inherentes a la alimentación artificial en lactantes hospitalizados que carecen de ella, especialmente los prematuros.
La Organización Mundial de la Salud afirma categóricamente que el mejor alimento para un recién nacido es la leche de su madre. Cuando esto no es posible, la leche humana donada es la alternativa idónea para niños enfermos o prematuros porque se tolera mejor, protege a los recién nacidos enfermos contra los problemas intestinales graves, como la enterocolitis, y disminuye el riesgo de infección, mejorando sus posibilidades de recuperación, supervivencia y desarrollo.
Molejón ha felicitado a todo el HUCA, y especialmente a los profesionales de Pediatría y Neonatología, por esta iniciativa. “Este banco trasciende lo que se hace en el centro sanitario, porque el mensaje que traslada el hospital a todas las asturianas es que si la leche materna es un alimento idóneo para los más vulnerables, por supuesto lo es también para todos los bebés”, ha indicado.
“En los hospitales del Principado, un 34% de los neonatos se alimentan con leche materna en exclusiva en los cuatro primeros meses de vida, un cifra razonable pero que es preciso seguir mejorando, y para ello es esencial que la promoción de la lactancia esté entre las prioridades de los centros de salud, pero también y casi diría que especialmente de los hospitales y de las plantas de hospitalización, donde se dan las primeras pautas de alimentación a los recién nacidos”, ha explicado el director.
La leche materna es el primer alimento natural de los niños, proporciona toda la energía y los nutrientes que necesitan durante sus primeros meses de vida y sigue aportándoles al menos la mitad de sus necesidades nutricionales durante la segunda mitad del primer año y hasta un tercio durante el segundo año de vida.
Además, promueve el desarrollo sensorial y cognitivo, además de proteger al bebé de enfermedades infecciosas y crónicas, reduce la mortalidad infantil por enfermedades de la infancia, como la diarrea o la neumonía, y favorece un pronto restablecimiento en caso de enfermedad.
La lactancia natural también contribuye a la salud y el bienestar de la madre, ayuda a espaciar los embarazos, disminuye el riesgo de cáncer ovárico y mamario, incrementa los recursos de la familia y el país, y es una forma segura de alimentación que resulta inocua para el medio ambiente.
Los beneficios de la lactancia natural justifican su uso en exclusiva durante los seis primeros meses de vida y, a partir de entonces, su refuerzo con alimentos complementarios, al menos hasta los dos años.
La lactancia materna en Asturias
Según los datos de la última encuesta de salud, casi el 60% de bebés asturianos se alimentaron con lactancia materna exclusiva durante un período determinado, un 23% con lactancia combinada y un 17% con lactancia artificial exclusivamente. La prevalencia de lactancia materna exclusiva a los siete días del parto se cifra en el 59%. A los 28 días baja al 57%, a los tres meses al 34%, a los 120 días al 27%, y a los seis meses se sitúa en el 14%.
El promedio de días de lactancia de carácter exclusivo fue de cerca de cinco meses (147,6 días) y el de los regímenes combinados fue de 134 días. La media de comienzo de la lactancia artificial de los que fueron alimentados con lactancia materna exclusiva en algún momento se establece en los 4,5 meses de edad.