Paula Valero reclama que la PAC subsane «errores que perjudican al sector agraganadero asturiano»
Podemos Asturies solicita la comparecencia en la Junta del director general de Desarrollo Rural para tratar sobre las modificaciones
Las modificaciones que la Comisión Europea tiene previsto acometer en la Política Agrícola Común (PAC) han de servir para subsanar «errores que perjudican al sector agroganadero asturiano», reclama Paula Valero. La diputada responsable de mundo rural del Grupo Parlamentario de Podemos Asturies ha asegurado hoy en Murcia, donde participa en el Encuentro Estatal sobre Soberanía Alimentaria, Agua y Sostenibilidad que se celebra este fin de semana en Murcia, que la PAC debe «corregir errores como el coeficiente de admisibilidad en pastos y poner techos de subvenciones para un reparto más justo de las mismas». El partido morado ha pedido que comparezca en la Comisión de Desarrollo Rural y Recursos Naturales de la Junta General el director general de Desarrollo Rural, Jesús Casas, para que informe sobre las intenciones al respecto del Gobierno asturiano.
La parlamentaria apunta que «el director general comunicó a través de la prensa que el proceso de modificación estaba abierto. Ahora nos preguntamos cuál es ese proceso participativo para que todas las demandas sean incluidas, ya que el calendario aprieta y como grupo de la oposición no tenemos conocimiento de las gestiones que se están realizando al respecto». Añade que «tampoco queremos retrasar el tiempo de las negociaciones ante la modificación de la PAC. Sabemos que una pequeña comunidad autónoma como la nuestra no puede ejercer presión sin un gran pacto asturiano por la agricultura y la ganadería y sin el apoyo de otras comunidades que se encuentren en situaciones similares. Por eso proponemos al Gobierno que determine los espacios participativos para el análisis y el debate de las modificaciones que requiere el campo asturiano».
Paula Valero recuerda que «la PAC no es algo ajeno al sector agroganadero asturiano, aunque éste no se siente nunca protagonista de la redacción de la misma y pocas veces se identifica con las medidas adoptadas, que parecen no valorar una forma de producción específica de las zonas de montaña y es más tendente a premiar a las planas campiñas centroeuropeas obviando el difícil trabajo agricultor o ganadero en zonas de montaña». Denuncia que «esta falta de protagonismo es el resultado de una nefasta negociación por la parte asturiana, que no se sonroja cuando achaca a la PAC los problemas de nuestro campo, como si la PAC no fuera responsabilidad directa de los representantes institucionales de los gobiernos regionales en el Consejo Europeo».
Se dan, afirma, «errores tan lamentables como la introducción de un coeficiente de admisibilidad de pastos que perjudica directamente a la ganadería asturiana, que es extensiva y pastorea en un paisaje diverso donde los pastos alternan con los arbustos y con los bosques en un mosaico paisajístico que no fue tenido en cuenta en la PAC actual y cuya consecuencia es la pérdida de la mitad de las zonas declaradas aptas para el pasto en nuestra comunidad autónoma».
Por otro lado, advierte de que «no podemos permitir que las ayudas se destinen de igual manera a pequeños agricultores locales y a grandes empresas desligadas del territorio, por lo cual hay que exigir un techo a las ayudas por arriba y ampliar hacia abajo las ayudas a los pequeños productores». Asimismo, alerta sobre «prácticas comerciales desleales que afectan a todo el territorio estatal y europeo y marcan un punto a revisar. No se puede permitir prácticas abusivas de la cadena alimentaria, como por ejemplo que se pongan precios por debajo de costes de producción, venta a pérdidas, subastas a ciegas o imposición de pagos atípicos. Se necesita una base jurídica común que regule estas malas praxis y no dejarlas en manos de un sistema voluntario para evitarlas, ya que ni siquiera se admite la posibilidad de amparar al denunciante, que no puede ser anónimo».