La incidencia cae hasta los 304 casos por cada 100.000 habitantes, la mitad que en la semana anterior
La enfermedad disminuye significativamente en todas las edades, menos entre las personas de 15 a 64 años
La onda epidémica estacional de la gripe ha descendido de forma brusca en Asturias en la primera semana de 2017 y vuelto a un nivel de actividad bajo. La tasa de incidencia se ha reducido a la mitad con respecto a la última semana de 2016 y se sitúa en 304,2 casos por 100.000 habitantes frente a los 635 de entonces. La caída es significativa en todos los grupos de edad, salvo en el de 15 a 64 años.
Esta disminución coincide con una reducción de la circulación de la enfermedad y un ligero aumento de la presencia de otros virus respiratorios, lo que podría indicar el inicio de la fase de descenso de la epidemia estacional. Sin embargo, dado su carácter poco predecible, esta situación deberá confirmarse en las próximas semanas.
En todo el país, menos en Ceuta, la circulación del virus ha superado ya el nivel basal; es muy intensa en Castilla y León, y media en Baleares, Cataluña, Cantabria, Navarra, La Rioja y País Vasco. La difusión es epidémica en toda la mitad norte del país y esporádica o local en la mitad sur. La tasa global de incidencia de gripe aumenta desde 138 hasta 174 casos por 100.000 habitantes.
En España se han notificado hasta la fecha 429 casos graves hospitalizados en 17 comunidades. Entre los que se conoce la información, 125 han sido admitidos en UCI y 53 han fallecido en las 14 autonomías en las que se han registrado defunciones. El mayor número de casos se da en el grupo de mayores de 64 años (71%), seguido del grupo de 45 a 64 (18%).
El 88% de los pacientes con información disponible presentaban factores de riesgo de complicaciones de gripe. En los adultos, los elementos más prevalentes son las enfermedades cardiovascular crónica (42%), pulmonar crónica (36%) y la diabetes (32%), mientras que en los menores de 15 años lo son las enfermedades pulmonar crónica (10%) y cardiovascular crónica (9%). El 74% de los afectados desarrolló neumonía. De los 169 enfermos pertenecientes a grupos recomendados de vacunación, el 56% no habían recibido la inmunización esta temporada
En Asturias se han notificado 52 casos graves, con una tasa de 15,7 casos por 100.000 habitantes; de ellos, el 35% requirieron ingreso en la UCI (16) y ocho fallecieron (15%). Existe una predominancia de varones (60%) y mayor afectación de personas mayores, con el 75% de los casos a partir de los 65 años (85% con 50 años o más).
El 83% de los casos presentaba algún factor de riesgo, principalmente enfermedades cardiovasculares (48%), metabólicas (44%) y pulmonares (31%). El 59% de los casos con factores de riesgo no habían sido vacunados. Los fallecidos tenían entre 50 y 84 años de edad, todos presentaban factores de riesgo, principalmente cardiovasculares, metabólicos e inmunosupresión, y el 63% no estaba inmunizado.
Desciende la presión asistencial
La ocupación en los hospitales asturianos supera el 95% de media, si bien en las últimas horas ha descendido ligeramente la presión asistencial.
El HUCA es el único centro que ha tenido que retrasar 24 intervenciones, 17 ayer y siete hoy, de las más de 9.000 cirugías programadas con hospitalización que hace anualmente el complejo. Ninguna de las intervenciones demoradas por esta causa afecta a cirugía tumoral, pacientes graves o intervenciones que no se puedan demorar. Mañana está previsto que la actividad quirúrgica del HUCA sea normal.
La vacunación es la mejor medida para evitar las complicaciones de la gripe, previene la mortalidad por esta causa, y puede realizarse aún en todos los centros de salud del Principado.
La incidencia de la gripe de este año está ha sido la más alta desde la temporada 2007-2008 aunque en aquella ocasión el virus circulante era el A (H1N1) estacional y este año el predominante es el A (H3N2)
Sanidad recuerda que la gripe es generalmente una enfermedad benigna de alta incidencia que produce fundamentalmente síntomas respiratorios. Está causada por un virus y se contagia muy fácilmente. Se transmite de persona a persona principalmente al hablar, toser o estornudar y por gotitas de saliva o secreciones nasales que pueden quedarse en las manos, en otras superficies o dispersas en el aire.
Los buenos hábitos ayudan a disminuir la transmisión del virus y son la acción más efectiva para protegerse y proteger a los demás. Es muy importante evitar el contagio, especialmente al toser o estornudar, y para ello se recomienda:
- Utilizar pañuelos de papel para taparse la boca y la nariz cuando se tosa y se estornude. Si no se dispone de pañuelo de papel, se debe toser y estornudar sobre la manga de la ropa (en el hueco del codo) para evitar contaminar las manos.
- Tirar los pañuelos de papel después de utilizarlos.
- Lavarse a menudo las manos con agua y jabón.
- Mantener una buena ventilación de los espacios cerrados.
- Limpiar con frecuencia las superficies que se tocan con las manos como los pomos de las puertas, los interruptores…