Han tenido que pasar 5.364 días para volver a ver al Real Oviedo en puestos de ascenso directo a Primera División. La segunda posición que ocupan ahora los azules es la mejor clasificación del conjunto oviedista en los últimos quince años, y llega tras encadenar siete partidos consecutivos sin perder. Tras un arranque irregular, y poco esperanzador, los números de Fernando Hierro en las últimas jornadas son incontestables, y hasta el juego (rácano y poco vistoso la mayor parte del tiempo) parece haber mejorado. Ante el Lugo, el Oviedo jugó -en la segunda parte, y pese al empate- los mejores minutos de la temporada, pero ahora tendrá que demostrar que lo del pasado domingo no fue un espejismo y que Hierro ha logrado -por fin- que su estilo de juego cale en la plantilla, especialmente a domicilio, donde esta temporada los azules están mostrando su peor cara. La visita de esta tarde al ‘Alcoraz’ será una buena oportunidad para poner a prueba al Oviedo, que tratará de conservar la segunda posición a una semana del importante partido que disputará el próximo sábado en el Carlos Tartiere ante el Levante, el líder más solvente que se recuerda en la categoría (nadie le había sacado nunca tantos puntos de ventaja -diez- al segundo clasificado). El pequeño campo del Huesca es uno de los más complicados de la categoría, y el conjunto oscense, una de las grandes revelaciones de esta Liga. El equipo que dirige Juan Antonio Anquela es octavo con dieciocho puntos, solo dos menos que el Oviedo, y está jugando bien al fútbol, sobre todo en el ‘Alcoraz’, donde solo ha perdido cinco puntos desde que comenzó la Liga. Esta temporada, el objetivo del Huesca -tras renovar por completo su plantilla el pasado verano- iba a ser la permanencia, pero todo hace indicar que luchará por mucho más después de encadenar el mejor arranque liguero de su historia en Segunda. La clave del Huesca pasa por convertir el ‘Alcoraz’ en un pequeño fortín, aunque sumar mañana los tres puntos ante un Oviedo en alza, no será fácil. Juan Antonio Anquela tiene, además, varias bajas que le obligarán a reconstruir el ‘once’ titular. El técnico oscense no podrá contar con Alexander González y Boris Cmiljanic, convocados con sus respectivas selecciones (Venezuela y Montenegro). Aunque la ausencia más importante será la del lesionado Juanjo Camacho, titular indiscutible en el centro del campo.
Donde no habrá muchos cambios será en la alineación del Real Oviedo. Tras darle muchas vueltas al ‘once’, y al sistema, en las primeras jornadas, Fernando Hierro parece haber encontrado su equipo ideal. La principal novedad podría ser el regreso de Michu, que ante el Lugo no fue titular por unas molestias físicas. Si el canterano regresa, el ‘sacrificado’ en el centro del campo será, probablemente, Jon Erice, ya que Rocha y Lucas Torró se han ganado la confianza de Hierro, especialmente Torró, que ha sido titular en doce de los trece encuentros disputados hasta ahora. Ha jugado 1.080 minutos y se ha convertido en el nuevo ‘cerebro’ oviedista. En la defensa, Óscar Gil sustituirá al sancionado Verdés.