Incredulidad y cierta reflexión entre la colonia asturiana
En las primeras décadas del s. XX fueron muchos los asturianos que emigraron a EE.UU. y Cuba. Hoy, la colonia asturiana en Norteamérica sigue siendo muy numerosa y se extiende por estados como Florida, Virginia o Pensilvania.
Hoy, en pleno s. XXI, cerca del 9% de los socios de Compromiso Asturias XXI reside y trabaja en EE.UU., dedicados en sectores tan dispares como la enseñanza, la consultoría, la banca y las finanzas o el Derecho.
Consultados por las recientes elecciones presidenciales, alguno de nuestros socios como Jesús Fernández Pérez, Gerente Senior de Programas de Derecho de la Competencia en Microsoft, y residente en Seattle desde hace 15 años, explica que “Estados Unidos, país de las oportunidades y líder del capitalismo, lleva años lastrando a una lista cada vez más larga de ciudadanos que se quedan atrás y que no tienen mucha esperanza de poder volver a subirse al tren”. Su electorado ha tenido que debatirse entre decidirse por una candidata que era “la continuación del sistema establecido” y otra opción que suponía “romper con el sistema (…) un ganador con mayúscula que promete hacer América grande de nuevo y les ofrece una esperanza de algo diferente y mejor”.
Sin embargo, “en un momento en el que EE.UU. es realmente el motor innovador de los sectores tecnológicos y de energías renovables y que éstas comienzan a ofrecer opciones para un futuro más halagüeño para el planeta que se encontrarán nuestros hijos, el ‘Trump president’ es una horrible noticia”. Su política no va a contribuir “a crear un mundo más igualitario donde no hay grandes ganadores y vencidos”. “Las desigualdades crecerán y la migración forzosa desde países en guerras y con un futuro corrupto seguirá fluyendo, con medidas cada vez más rigurosas e inhumanas para frenarla”, añade.
“Si para algo han servido estas elecciones es para demostrar que los políticos deben escuchar las voces de todos los americanos, y una gran mayoría de ellos están hartos de los juegos sucios y de intereses que se manejan para beneficio de los que están en las altas esferas. El puñetazo en la mesa lo han pegado, pero lamentablemente, la opción elegida no creo que sea mejor”, concluye.
Por su parte, Santiago Gª Castañón, Professor of Spanish Department of Modern Foreign Languages Western Carolina University Cullowhee, declaraba anteayer haber vivido toda la campaña electoral con “mucho interés, pero también con bastante preocupación” por el resultado de las elecciones.
Ayer, confirmada la victoria del candidato republicano, las palabras de Gª Castañón resuenan con cierta esperanza ya lejana. “Que Donald Trump llegue a ocupar la Casa Blanca y que un candidato con una retórica tan inflamatoria como Donald Trump pueda ser elegido Presidente de los Estados Unidos (o incluso que haya llegado donde llegó), debería ser motivo de reflexión.” – declaró horas antes de conocer el resultado electoral que ayer otorgó la llave de la Casa Blanca a D. Trump.
Por su parte, la opinión pública, y según el Catedrático de Literatura Española en la Western Carolina University Cullowhee, “está muy polarizada y ello resulta en cruces de acusaciones entre los dos candidatos y sus partidarios, que han empañado en gran medida toda la campaña electoral”.
Una campaña que no se ha librado de la misma manera en todos los estados, pues como marcan muchos medios y corrobora nuestro socio Marcos García Alonso, consultor internacional de ICC y Startups, residente en Miami, “Florida ha sido un estado clave que, además, ha dejado al descubierto lo realmente peculiar que es este estado. En el total del mismo, ha habido apenas 120.000 votos de diferencia (de casi 10 millones de electores)”
Como explica García Alonso, “En Miami Dade (que es el condado a donde pertenecen las ciudades de Miamia y Miami Beach) Hillary Clinton ha obtenido un 30% más de votos que Donald Trump. Esta victoria demócrata se repite en los otros tres condados donde están las otras tres ciudades principales de Florida: Orlando, Tampa y Tallahassee. El resto del estado es republicano (incluyendo la cuarta ciudad, Jacksonville)”. “La respuesta a esto –añade– es complicada, pero tiene que ver con el asentamiento indudable de la comunidad latina en estos 4 núcleos de población y la movilización del americano blanco (redneck) en el resto del país. Ha sido una campaña con tintes marcadamente nacionalistas, y les ha funcionado (“Make America great again”)”.
Estas elecciones han puesto en evidencia las encuestas y las predicciones, por cuanto ha sorprendido el resultado final de las mismas.
Como apunta Marcos García Alonso, hoy “hay cierto desconcierto, pero realmente es impresionante la capacidad de movilización de los sectores conservadores y cómo consiguen atraer colectivos aparentemente alejados de ellos”. Aunque, como indica, no hay que olvidar que ´”más de un 58% decide su voto antes del comienzo de las campañas electorales, lo que debería hacer reflexionar”.
En cuanto a cómo se sienten los inmigrantes (asturianos, europeos y en general toda la inmigración que actualmente reside en EE.U.), Marcos García Alonso afirma que se encuentran con “una mezcla de expectación e inquietud. Es cierto que nuestro día a día podría no verse demasiado afectado pero, indudablemente, los planes de futuro y las opciones de poder continuar en el país podrían verse afectadas a medio plazo. Creo que el “estilo Trump” va a afectar indudablemente al panorama internacional en su conjunto, por lo que quizás en Europa deberían estar ahora mismo trazando estrategias válidas de respuesta. Los medios aquí hacen referencia permanentemente al Brexit y sus implicaciones, por ejemplo”.
Otras visiones desde México
Orlando Méndez Pinon, Analista financiero en Alsis Funds, reside desde hace más de un año en México. Su visión coincide con la de muchos otros asturianos que residen en USA, sólo que en su caso, su país de adopción ha sido uno de los protagonistas indirectos de la campaña presidencial del hoy ya presidente de los EE.UU.
Como explica Orlando, y aunque parezca extraño hay opiniones divididas. Por un lado los mexicanos tenían “sus esperanzas en Hillary Clinton por el miedo y amenaza que supone Trump para su país de origen”. En otros casos, “como por ejemplo, los cubanos, se ven opiniones encontradas: normalmente es una inmigración que se refugian en el partido republicana huyendo del comunismo de su tierra, y no les gusta la política propuesta por Hillary movida a la izquierda de Barack Obama tras las primarias con Sanders, ademas Trump es contrario al aperturismo hacia la isla que defendió Obama. Otros ven en Trump un estilo similar a López Obrador en México o a Chávez en Venezuela y les atemoriza. Es más, en algunos casos se produce lo que podríamos denominar la furia del converso y es que las segundas generaciones de latinos naturalizados norteamericanos se vuelven en contra de la inmigración porque es una amenaza a su nueva condición de privilegiados ciudadanos de primera”.
Méndez Pinon concluye afirmando que, con todo, ha debido de ser una decisión “muy difícil para los votantes”, que han tenido que debatirse entre dos candidatos totalmente dispares.