- La consejera de Desarrollo Rural ha entregado hoy en Luarca los 88 títulos de los 228 lotes correspondientes a zonas de Ablanedo y Montes de Argumoso
- El Principado ejecuta en el concejo otras seis agrupaciones de terrenos que suman 3.100 hectáreas para 890 titulares
- María Jesús Álvarez afirma que estas iniciativas mejoran las condiciones de trabajo y la competitividad de las explotaciones forestales y ganaderas
La consejera de Desarrollo Rural y Recursos Autóctonos, María Jesús Álvarez, ha entregado hoy en Luarca los títulos de propiedad a los 88 dueños de 228 fincas distribuidas en 825 hectáreas de las concentraciones parcelarias de Ablanedo-Folgueirón y Montes de Argumoso, en el concejo de Valdés. Con estas dos actuaciones, impulsadas desde la Dirección General de Montes, son ya 14 las concentraciones realizadas en el municipio y suman 4.750 hectáreas repartidas entre 2.400 propietarios. Actualmente, se están ejecutando otras seis, que afectan a 890 titulares y suman 3.100 hectáreas.
María Jesús Álvarez ha destacado que su departamento trabaja de manera muy intensa en la reordenación de las propiedades rústicas, “porque mejora el trabajo de los agricultores y ganaderos, así como la competitividad de las explotaciones”.
En la concentración de Ablanedo-Folgueirón, Desarrollo Rural ha actuado sobre 533 parcelas que, tras el proceso, se han transformado en 136, pertenecientes a 47 propietarios. La superficie total es de 551 hectáreas (189 de monte proindiviso).
En Montes de Argumoso, con 272 hectáreas (96 de monte proindiviso), se ha actuado en 279 parcelas de 41 propietarios. El terreno está dividido ahora en 92 lotes.
En estas agrupaciones de fincas no se ejecutaron obras de caminos de acceso al existir una red de pistas abiertas para repoblaciones forestales, realizadas en los años anteriores al inicio de la concentración parcelaria, con una inversión de 600.000 euros.
El modelo de concentración parcelaria conlleva la ordenación territorial del espacio rural y la reorganización de la propiedad para atajar el minifundismo. Esta opción favorece la creación de unidades mínimas de cultivo agrícola y forestal y la construcción de redes de caminos, factores imprescindibles para mejorar la competitividad de las explotaciones ganaderas y forestales. Los títulos de propiedad ofrecen, además, seguridad jurídica a los dueños de los terrenos, al tiempo que les permiten disponer de parcelas y caminos adaptados para trabajar en buenas condiciones.