Cada 1 de noviembre en España se celebra el Día de Todos los Santos, una fecha destacada en la que recordamos a los seres queridos que ya no están con nosotros. Según marca la tradición, se visitan los cementerios para llevar flores a las sepulturas de nuestros fallecidos. Y el resultado es que, aunque parezca una paradoja, los camposantos se llenan de vida, con multitud de colores, olores y visitantes. Para conocer alguno de los cementerios más singulares del país, te proponemos una ruta para vivir un Halloween diferente.
El periplo podría comenzar por Cataluña, ya que es la región con más cementerios peculiares. De ellos, dos de los más importantes los encontrarás en Barcelona. El cementerio del Poble Nou se inauguró en 1775 y se considera el primer cementerio de la ciudad. El otro más conocido es el Montjuïc. Ambos cuentan un patrimonio artístico espectacular, el gran desconocido de la Ciudad Condal. Puedes visitarlo participando en las rutas nocturnas que se organizan por Halloween.
Y de Cataluña damos el salto hasta Andalucía, una de las zonas donde la tradición religiosa de Todos los Santos está más arraigada. En concreto, te proponemos visitar el cementerio municipal de Granada. Forma parte de La Alhambra y se construyó junto al Palacio de los Alixares para dar cobijo a las numerosas víctimas de la epidemia de fiebre amarilla que asoló la ciudad. El cementerio, además, cuenta con una tumba de leyenda, la de la “bella durmiente”. Es Dolores Mirasol de Cámara, fallecida en 1881 y recordada así por su familia. A raíz de la escultura yacente de su lápida, los más románticos la ven como una princesa que espera a su príncipe.
Y del sur nos vamos hasta el norte. En concreto, a Avilés, en Asturias. Aquí os espera el cementerio de La Carriona, que alberga tumbas realmente imponentes. El mejor ejemplo es la cripta de los Marqueses de San Juan de Nieva, que cuenta con una impresionante estatua de un ángel en mármol sobre la tumba de la marquesa. Constituye una de las obras más imponentes del camposanto de Avilés que, incluso, ha recibido el premio a la mejor escultura funeraria.
Pero además de visitar cementerios, también es muy popular degustar para estos días festivos dulces tradicionales, como los “huesos de santo”, los buñuelos de viento o los “panellets”, así como asistir a la representación de la obra de José Zorrilla “Don Juan Tenorio”, que se interpreta en todos los teatros del país y cuya historia está relacionada con la noche de Todos los Santos.
Son tradiciones arraigadas que se mantienen, si bien es cierto que desde hace unos años ha irrumpido con fuerza la fiesta de Halloween, por lo que también es habitual ver a los niños disfrazados, recorriendo casas terroríficamente decoradas para la ocasión y pidiendo caramelos. Para ello no necesitan un coche, pero si tu idea es pasar un Día de Todos los Santos diferente y organizar una ruta por los cementerios singulares del país, te conviene alquilar un vehículo para moverte sin prisa y a tu ritmo por los lugares que elijas, sin más preocupaciones que disfrutar de las tradiciones. Y si hace frío, puedes hacer alguna parada y recurrir a la típica “castañada”, para calentarte las manos y el paladar.