Los países reunidos en la Comisión Ballenera Internacional (CBI) en Eslovenia han decidido no crear un Santuario de Ballenas en el Atlántico Sur.Esta es una oportunidad perdida para proteger estos grandes mamíferos marinos de impactos como la caza, la contaminación, el cambio climático y la sobrepesca. El Santuario hubiera abarcado casi una cuarta parte del océano Atlántico, una superficie similar a la de Rusia e India juntas.
A pesar de que la mayoría de los países de la CBI presentes en Eslovenia han votado a favor de la creación del Santuario del Atlántico Sur que protegería más de 20 millones de kilómetros cuadrados en el Atlántico donde la caza estaría prohibida, la moción ha sido archivada puesto que el requisito es que haya dos tercios de mayoría de síes.
Los países que han votado no al santuario son: Antigua y Barbuda, Benín, Camboya, Costa de Marfil, Eritrea, Ghana, Guinea, Islandia, Japón, Kenia, Kiribati, Korea, Laos, Mauritania, Mongolia, Marruecos, Nauru, Noruega, Rusia, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, República de Surinam, Tanzania y Tuvalu. Los países que se han abstenido han sido, Granada y San Vicente y las Granadinas.
Esta decisión se produce después que de más de un millón de personas en todo el mundo firmaran una petición apoyando la creación de este santuario. “A pesar de que la mayoría de los países y el público creen que un santuario de ballenas es el mejor camino a seguir para la protección de las ballenas, una vez más la CBI ha frustrado esta iniciativa”, ha declarado Celia Ojeda, responsable de océanos de Greenpeace. “Con todos los problemas a los que se enfrentan en la actualidad las poblaciones de ballenas y delfines es evidente que necesitan una zona protegida donde ser capaces no sólo de sobrevivir, sino de alimentarse y reproducirse”, ha añadido Ojeda.
Está claro que la transformación que pide Greenpeace de la Comisión Ballenera Internacional en una entidad que vele por la conservación de las ballenas no se ha completado y se necesita con urgencia.
La reunión de la CBI, en Eslovenia, se prolongará hasta el fin de esta semana. Otra de las propuestas a debatir será la moratoria a la caza comercial que se aprobó hace 30 años. Greenpeace desempeñó un papel crucial en conseguir la prohibición a la caza comercial y sigue oponiéndose a la matanza de ballenas con fines de lucro.