Cascos presenta FORO en Madrid como una alternativa a las tensiones nacionalistas

Cascos presenta FORO en Madrid como una alternativa a las tensiones nacionalistas

El Presidente del Principado, Francisco Álvarez-Cascos, intervino esta mañana ante el Foro de Nueva Economía, en Madrid,  tras ser presentado por Benigno Blanco, para exponer la génesis, trayectoria y proyectos de futuro de Foro, un partido con nueve meses de existencia que definió como una "turbina transformadora de la rebeldía social en entusiasmo democrático" y del que propugnó su vocación de constituir un contrapeso en España a las tensiones generadas por los partidos nacionalistas.

 

Ofrecemos a los lectores de AM la transcripción íntegra de la intervención que acaba de finalizar.

 

 

"Les agradezco muy sinceramente su presencia en torno a la convocatoria de Nueva Economía, así como sus testimonios de amistad, a los que quiero responder con mi mayor respeto y mi mejor disposición a explicar cuanto de interés puedan esperar de mis palabras.

Vuelvo a esta tribuna después de algunos años en los que como espectador he podido comprobar el prestigio y la capacidad de convocatoria que sin ninguna duda ha alcanzado, y continúa superando el foro Nueva Economía, merced a la excelente organización que dirige José Luis Rodríguez. A ASISA, a Red Eléctrica y a British Telecom les debo también gratitud por su patrocinio.

Benigno Blanco ha hecho una presentación desproporcionada en generosidad al afecto que nos dispensamos desde hace treinta años porque, entre otras cosas, suya y no mía es una buena parte del mérito de lo que juntos construimos e impulsamos en nuestra larga colaboración. Les advierto que la presentación que intentaré hacer de FORO de Ciudadanos inevitablemente no va a quedarse a la zaga en la descripción del compromiso que me une a mi partido, a pesar de que solo cuenta con nueve meses de presencia en la vida política española.     

 

FORO es un movimiento cívico de rebeldía democrática, gestado en la crisis de los grandes partidos nacionales que, tras el notable respaldo recibido en Asturias, aspira a seguir creciendo, fiel a sus principios, allí donde sirva de cauce a las aspiraciones reformistas de cambio político, de progreso social y de igualdad entre todas las Comunidades Autónomas españolas, sin privilegios ni exclusiones.

Dicho de otra forma, la gestación de FORO es inseparable de las circunstancias en que vive y se desenvuelve la sociedad en el año 2011, circunstancias que han ido acumulando desde hace algunos años una silenciosa y poderosa energía endógena, generadora de una potente rebeldía social, como las aguas de un río que, a medida que discurre por una pendiente pronunciada, aumentan  la potencia de su caudal. Esta energía fluvial estaría condenada a disiparse, sin más, en el mar si no se cruzara a su paso algún mecanismo que la transforme en fuerza aprovechable. Cuando se combina la potencia del río con la capacidad transformadora de las palas de una turbina adecuadamente dispuesta se pueden mover piedras de molinos, o iluminar ciudades, o producir fuerzas capaces de sostener todo el entramado industrial de una comarca.

 

Rebeldía transformadora

 

FORO es esa turbina transformadora de la rebeldía social en entusiasmo democrático, en fuerza positiva que apuesta por la regeneración cívica, institucional, económica y cultural de nuestro país. Asturias, que es la cuna de nuestro FORO, es una comunidad de la que uno, históricamente, se puede fiar, y que ya ha demostrado, en una peripecia de siglos, todo lo mejor que se puede demostrar. Asturias ha sido punto de partida para gentes que se han buscado la vida en el exilio o en la emigración, y es cordial tierra de acogida para cuantos han llegado convocados por la siderurgia, por la minería, por el sector servicios. El ejemplo de Asturias radica en su incapacidad para excluir y en su vocación de unir y de sumar, en beneficio de la patria común que es España. Por eso nuestro lema “Más FORO, mejor España” resume el sentimiento constructivo de que cuanto más asturianos sean los asturianos, o más madrileños los madrileños…, más y más profundamente españoles serán.

La apuesta de FORO, formación que en las recientes elecciones autonómicas y municipales ha tenido en Asturias su primer laboratorio, se ha hecho tanto desde el realismo como desde la audacia. El realismo de reconocer una situación de profundo desánimo social, una sincera observación que ha suscitado muchas ilusiones. Y la audacia que puede hacernos perder mucha batallas en la vida, pero sin audacia no se gana ninguna. Cualquier visión audaz y moderna sobre el enquistamiento del bipartidismo en España, auxiliado en cada turno por la codicia de algunos nacionalismos, debe implicar una censura a esa deriva del sistema democrático. Y para ello no hay que reformar la Constitución ni alcanzar pactos interesados que contendrían en su formulación la propia trampa que pudiesen combatir. Basta con articular democráticamente fuerzas territoriales periféricas que sumen vigor regional al Estado, que neutralicen las fuerzas centrífugas nacionalistas actuando de contrapesos de sus reivindicaciones, que sean aliados tan leales como exigentes de los partidos estatales ante las cesiones insolidarias.  Toda  vocación de regeneración de la vida política, y la presencia de fuerzas periféricas no nacionalistas en las Cortes Generales es una garantía de regeneración, implica la renuncia a la rutina, a la comodidad y a la resignación frente a lo fatalmente previsible.

 

No dejar de pretender lo imposible

 

Decía un ilustre asturiano, el general y académico Sabino Fernández Campo, que “la felicidad es para unos conformarse con lo posible; para otros, es no dejar de pretender lo imposible”. FORO está entre estos “otros” y por eso plantea otra forma de hacer política en el aquí y el ahora del Estado de las Autonomías. Nuestro mensaje es sencillo pero profundo. Queremos que el necesario cambio sea también un camino para que nadie en España sea más que otro, pero tampoco menos que los demás. Tratamos de sumar para enriquecer. No reclamamos el monopolio de la verdad sino la fecundidad del debate plural. No intentamos un asalto a ninguna fortaleza, sino que ofrecemos un lugar acogedor e ilusionante a quienes piensan y sienten, como hacemos desde FORO, que más Asturias, más Madrid, son condiciones indispensables para una España mejor.

El arraigo tan rápido de FORO en la sociedad demuestra que la acción política no se debe centrar en los juegos intrapartidistas de equilibrios en las cúspides de los partidos, sino que debe hacer prioritaria la sintonía con los ciudadanos para encauzar sus aspiraciones de representación y no de suplantación, y para procurar el bienestar o, cuando menos, para atenuar las adversidades y repartir la carga. Una vez más quedó demostrado que no hay peor solución ante un problema real que engañarnos a nosotros mismos.

 

Lo mismo está sucediendo en otros ámbitos de la sociedad española. Me referiré a tres ejemplos de máxima actualidad. El primero se refiere a nuestras obligaciones europeas. Supuestas obligaciones, diría yo. Los partidarios de escurrir el bulto sobre la responsabilidad de los males que aquejan a España pretenden desviar hacia la Constitución la solución de nuestros problemas económicos y sociales. Modificar la Constitución con el propósito de establecer límites al déficit público incontrolado es un engaño a nosotros mismos, porque ese no es el camino para corregir el gran fracaso de un gobierno. La solución es cambiar de gobierno, no cambiar la Constitución. Es bueno recordar que no hace tanto tiempo España fue pionera de la cultura de la estabilidad presupuestaria, pilar del modelo de crecimiento y empleo español en el periodo 1996-2006 (la llamada “década prodigiosa”), mediante la aprobación en 2001 de  las dos leyes de Estabilidad Presupuestaria que introdujeron en las finanzas públicas españolas la cultura de la estabilidad en un país cuyo déficit en 1995 alcanzaba el 6,6% del PIB.

El gobierno del Sr. Zapatero y del Sr. Rubalcaba pronto se sintió incómodo con el límite que las leyes de estabilidad imponían a la tendencia genética de los socialistas hacia el gasto público y las derogaron en 2006. A partir de aquí, la evolución del déficit público en España pasó del superávit del año 2007 (+1,9%)  a un déficit del  -4,2% en 2008, del -11,1% en 2009 y del -9,2% en 2010. En estos tres ejercicios (2008-2010) el déficit público (lo que el sector público ha gastado por encima de sus ingresos) generado por las políticas del gobierno del Sr. Zapatero ha supuesto 260.700 millones de euros, con las consecuencias que conocemos sobre el crecimiento y empleo en toda España. Bastaría solamente una nueva reforma legal que restableciera la estabilidad presupuestaria del año 2001, y no era necesaria una reforma constitucional precipitada, medida innecesaria que puede deteriorar irreparablemente el consenso constitucional y que puede provocar una grave fractura en la sociedad española de incalculables consecuencias para la convivencia nacional.

 

El segundo ejemplo se refiere a las obligaciones del Gobierno. En las circunstancias antes descritas de apelación a la Constitución como garantía salvadora de la estabilidad, la sociedad española acaba de contemplar impertérrita el incumplimiento flagrante por parte del mismo Sr. Zapatero del mandato constitucional de presentar el proyecto de Presupuestos Generales del Estado antes del 1 de octubre de este año. Estamos ante un acto de insumisión constitucional sin precedentes en nuestra democracia, realizado por puro interés electoral partidista, que no acarrea consecuencias políticas para los infractores pero que, además, añade nuevas incertidumbres al escenario económico nacional y al de las CC AA, que no podemos conocer ni siquiera las estimaciones de los ingresos que vamos a recibir del Estado para elaborar los presupuestos regionales para 2012.

 

Estado de las autonomías

 

El tercer ejemplo reciente se refiere a nuestro Estado de las Autonomías y sus limitaciones para contrarrestar los riesgos de crecimiento asimétrico y de fractura regional que amenazan a España. Por ejemplo, con los planes de transporte ferroviario que defiende el gobierno del Sr. Zapatero ante la Comisión Europea. Las noticias de la exclusión, una vez más, de todo el Noroeste español y de Portugal con respecto al triángulo Nordeste de la Península Ibérica, con el voto de socialistas y populares en el Congreso apoyando al nacionalismo catalán, no admiten dudas sobre la España real de dos velocidades que se avecina.

Por eso, desde nuestro inequívoco compromiso con España como nación, desde nuestro profundo sentimiento de identificación con nuestra tierra, para contrarrestar la marginación y para impedir la discriminación territorial, reivindicamos otra forma de hacer política en el aquí y el ahora del Estado de las Autonomías. Queremos que sea un camino para que nadie en España sea más que otro, pero tampoco menos que los demás, y en que la excelencia esté determinada por el esfuerzo, por el rigor y por la solidaridad, y no por el tamaño  Otra buena razón para reclamar la participación de nuevas fuerzas equilibradoras de las discriminaciones sociales que se avecinan, que con razones y con votos refuercen la fortaleza del Estado, al tiempo que reclamen simetría interterritorial en España y convergencia de todas les regiones con Europa.

 

El cambio que necesita España exige crecimiento económico, bienestar social y cohesión territorial. Los beneficios del cambio necesario no pueden excluir a ninguna parte del territorio de España. Si la estabilidad financiera es la base del crecimiento económico, y la solidaridad es la esencia del bienestar social, la cohesión territorial no podrá conseguirse en toda España sin una nueva política reformista de convergencia que excluya la discriminación de una parte, por pequeña que sea. Esta política reformista se puede y se debe impulsar desde las antípodas del nacionalismo, como FORO está planteando. 

El gran Jovellanos ya creía hace doscientos años que, a fin de preservar los fundamentos de la gran nación española, el gran cambio consistía en una profunda reforma política de las instituciones de gobierno, respetando rigurosamente  el marco constitucional. Y esta tarea de cambio en el fortalecimiento del Estado de las Autonomías de España, sin complejos frente a los nacionalismos que intentan debilitarlo, creemos que tiene que plantearse a todos los españoles. Por eso en FORO hemos aceptado el nuevo reto de pedir la confianza a los ciudadanos en las elecciones generales.

 

 

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