Se trata de 36 cuadros de algunos de los grandes representantes de esta corriente en torno a la obra del madrileño Juan Gris, de quien se mostrará una parte representativa de su obra.
La muestra se completa con la aplicación del Espacio Fundación Telefónica disponible en la Play Store del smart phone donde se puede descargar una guía multimedia gratuita, con referencias comentadas a una selección de obras.
No uno, sino muchos cubismos son los que reúne la exposición “Colección Cubista de Telefónica” con 36 piezas bellísimas de una calidad excepcional y que desde hoy y hasta el 8 de enero de 2017 podrá visitarse en el Museo de Bellas Artes de Asturias. La muestra se articula en tres ámbitos: la obra de Juan Gris –con piezas excepcionales del artista madrileño–, la visión de los otros cubismos con la obra de otros artistas contemporáneos que trabajaron en París (Gleizes, Metzinger, Marcoussis, Lhote, Valmier, Blanchard...) y, cerrando la exposición, la expansión internacional del movimiento recogida en la presencia de artistas españoles.
Tras el éxito que la Colección Cubista de Telefónica ha cosechado en las numerosas sedes donde se ha expuesto en itinerancia, la exposición continúa viajando por los museos de Bellas Artes de España: anteriormente ya estuvo en los de Bilbao (2013), Sevilla (2014) y Granada (2015), y en museos de arte contemporáneo, como el MACA de Alicante y el Museo de Arte Contemporáneo Esteban Vicente de Segovia.
En el Museo de Bellas Artes de Asturias, la Colección Cubista de Telefónica viene a completar la interesante representación de este movimiento de vanguardia en sus colecciones, donde figuran obras de Picasso, Blanchard, Torres-García y Bores, entre otros autores.
La muestra, que ocupará el espacio de exposiciones temporales del edificio de Ampliación (planta - 1), se completa con el documental Juan Gris. Cubismo y Modernidad, de José Luis López-Linares; una guía multimedia sobre el cubismo y Juan Gris, a disposición del público en la Play Store en la aplicación de Fundación Telefónica con una selección de obras comentadas; y una selección de publicaciones relativas al movimiento cubista. En torno a ella girará, además, un intenso programa de actividades, que incluirá desde conferencias a distintas actividades didácticas, como experiencias didácticas para escolares, actividades para familias y visitas guiadas para público general y adulto.
Muchos cubismos
La Colección Cubista de Telefónica pone de relieve la diversidad de las propuestas y técnicas cubistas desarrolladas a lo largo del tiempo, pues el Cubismo fue más que una vanguardia: fue el movimiento artístico que inauguró la modernidad. No hubo un solo cubismo sino muchos cubismos. Fundado en París a finales de la primera década del siglo XX por Braque y Picasso, sus límites temporales se extienden más allá de los años 20, cuando otros artistas se incorporan para redefinirlo. A través de un revolucionario modo de pintar, el cubismo cambió para siempre la forma de mirar la pintura: ahora el espectador debe recorrer planos, líneas y colores, dispuestos según un ritmo propio que obliga no sólo a una contemplación sensorial, sino también a un ejercicio intelectual de reconstrucción. Ante todo el cubismo se basa en un intenso trabajo de deconstrucción de la realidad, de renuncia a la perspectiva convencional, de ausencia de detalles y de geometrización de las formas. Su capacidad de transformación lo convirtió en un legado estético que ha perdurado en el tiempo.
Juan Gris, el más puro de los cubistas
Juan Gris desarrolló una noción de pintura capaz de vertebrar con gran coherencia toda su trayectoria estética e influir poderosamente en la de otros artistas, desde su época hasta hoy. Se sumó al movimiento cubista cuando ya estaba fundado para refundarlo, creando un idioma plástico universal relacionado con el clasicismo moderno y con la abstracción denominado segundo cubismo o cubismo sintético. Juan Gris no parte de la naturaleza para ir a lo abstracto sino de lo abstracto de la geometría y el plano de color para ir a la realidad. Una nueva definición del cubismo llevada a cabo entre 1916 y 1923 que otorga unidad al cuadro, convertido ahora en una verdadera arquitectura de formas y colores.