San Martín del Rey Aurelio ha descubierto un túmulo del Neolítico en la campa de L’Españal, en el monte de La Casilla, de cerca de 3.000 años a. c. de antigüedad, junto con varios objetos vinculados al ritual funerario, en el marco de una investigación arqueológica encomendada por el Ayuntamiento, con la colaboración de la Consejería de Educación y Cultura.
El proyecto de investigación arqueológica en el alto de L’Españal surge a partir de las obras de reforestación de La Casilla, cuando por azar aparecieron indicios que apuntaban a un posible yacimiento en la zona. En ese momento el Ayuntamiento paraliza las obras y delimita un perímetro de protección, para acto seguido encomendar a un equipo de investigadores, dirigidos por los arqueóloga Covadonga Ibáñez, la excavación arqueológica que se llevaría a cabo durante los meses de junio y julio.
“Descubierto el hallazgo, desde el Ayuntamiento podíamos habernos limitado a catalogarlo en la carta arqueológica y volver a cubrirlo con tierra, era una opción legal, pero convencidos de que el descubrimiento tenía relevancia para el futuro del municipio desde el punto de vista cultural y turístico apostamos por seguir adelante, asumiendo la financiación de la intervención y aportando medios humanos y materiales en todo el proceso”, informaron fuentes municipales.
Fruto de esos trabajos se ha constatado la presencia de un túmulo, que aporta importantes datos científicos al conocimiento que hasta ahora se tenía sobre el mundo funerario durante el Neolítico en la cuenca del Nalón, ya que se trata de la primera investigación arqueológica con metodología sistemática llevada a cabo sobre un túmulo, en el valle.
El hallazgo revela en concreto la presencia de un monumento funerario fechado por el método del C14 a principios del III Milenio, de reducidas dimensiones, en torno a los 6 m de diámetro. Se ha excavado un total de 28,5 m2 , algo menos de la mitad del espacio tumular identificado, lo que quiere decir que esta pequeña joya podría albergar nuevos descubrimientos si en un futuro se continuasen las labores de excavación. Junto al túmulo han aparecido también varios objetos vinculados con el ritual funerario a modo de ajuar, propios de la cultura megalítica.
De este descubrimiento arqueológico, relevante para el municipio, los investigadores han destacado como realmente extraordinario la potencialidad del túmulo en cuanto a la metodología empleada en su construcción. Según explicó la arqueóloga Covadonga Ibáñez “el túmulo tiene una configuración constructiva que supera el concepto de cámara dolménica, identificándose espacios relacionados con el método de construcción que nos ayudan a comprender cómo una sociedad tan pretérita pudo llevar a cabo ese monumento. Así pues, estos espacios descubiertos nos permiten ampliar el horizonte de la investigación, alejándonos de lo evidente, como es el interior de la cámara mortuoria”.
Consciente del valor patrimonial del hallazgo, el Ayuntamiento va a encargar para este año la redacción de un proyecto museístico para el túmulo del monte L’Españal y estudiará todas las vías de financiación posibles, a través de la colaboración de entidades públicas o privadas, para afrontar en 2017 tanto la restauración del túmulo como la puesta en marcha del proyecto de musealización, sin escatimar esfuerzos para que esta iniciativa tenga el mayor desarrollo y proyección posibles.
Cabe recordar que el túmulo se encuentra en un paraje natural de gran valor paisajístico próximo al dolmen conocido como “la mesa de los moros”, junto a otros dos túmulos en peor estado de conservación y restos de un recinto castreño; elementos todos estos que ya estaban recogidos en las cartas arqueológicas de San Martín del Rey Aurelio, a diferencia del túmulo que ahora ha sido hallado, del que no se tenía conocimiento.
La suma en su conjunto de todos estos elementos, más los yacimientos que se puedan exhumar en un futuro, nos sitúan ante una necrópolis tumular que el Ayuntamiento buscará revalorizar como un foco de atracción turística para los visitantes y de orgullo para los vecinos del municipio. Se trata pues de un yacimiento de cerca de 3.000 años a. c. de antigüedad que nos abre una ventana para entender por qué los pobladores de aquella era eligieron este cordal entre los valles de La Güeria de Carrocera y La Güeria de Blimea para enterrar a sus antepasados.
Las excavaciones e investigaciones en la campal L’ Españal fueron fruto de un trabajo multidisciplinar en el que participan investigadoras del departamento de Geología de la Universidad de Oviedo (Eva Martos de la Torre y Montserrat Jiménez Sánchez), departamento de Palinología de la Universidad de Alcalá de Henares (Mª Blanca Ruiz Zapata), el laboratorio de datación de radiocarbono Beta Analítica de Miami, la empresa de topografía IT2 Pravia y el equipo de excavación formado por Nicolás Alonso Rodríguez y Emilio Blanco Fernández, y que contó además con la inestimable colaboración de la arqueóloga Mónica González Santana.