La Directora General de la UNESCO, Irina Bokova, ha condenado hoy el asesinato de dos periodistas mexicanas, María Yarce Viveros y Rocío González Trápaga en México D.F durante la noche del pasado 31 de agosto.

"Condeno el asesinato de Rocío González Trápaga y María Yarce Viveros y pido que se lleve a cabo una investigación sobre este crimen", dijo la Directora General. "La elevada cifra de muertes de periodistas mexicanos es un atentado intolerable contra la sociedad en su conjunto, que impide a los periodistas disfrutar del derecho humano fundamental a la libertad de expresión. La violencia contra los medios de comunicación también fomenta la autocensura y, en consecuencia, limita el derecho del público mexicano a disfrutar del debate libre e informado que es esencial en una democracia."

Los cuerpos de las dos periodistas, que habían sido estranguladas, fueron encontrados en un parque de Ciudad de México el 1º de septiembre. Las periodistas fueron secuestradas cuando salían de trabajar el 31 de agosto y, según informes de la prensa local, los asesinatos llevan el sello de los crímenes de los cárteles del narcotráfico.

Ana María Yarce Viveros, de 48 años años de edad, era la fundadora de la revista semanal de investigación Contralínea. Según Reporteros sin Fronteras la revista ha sido presuntamente víctima de intimidaciones y acoso judicial en los últimos años.

Rocío González Trápaga, también de 48 años, era periodista independiente y había trabajado para Televisa.

Según la organización Reporteros sin Fronteras estas dos muertes elevan a 80 el número de trabajadores de los medios de comunicación asesinados en México desde el año 2000. Seis de las víctimas eran mujeres