- Isabel María Llorente, ingeniera forestal y cofundadora de Maderea, asegura que la pérdida de superficie forestal derivada de los fuegos tiene serios efectos negativos a corto y medio plazo en la sociedad.
- En lo que va de año han ardido un total de 41.386 hectáreas, según los últimos datos facilitados por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
- Para Llorente es necesario tomar ya una política forestal preventiva y que sea mucho más efectiva que la aplicación de medidas exclusivamente orientadas a la extinción de los incendios.
Madrid.- Cuando un monte se quema, las consecuencias son devastadoras. Las secuelas de los incendios forestales de este verano no sólo tienen un efecto directo y perpetuo en el medio ambiente sino que además tiene una serie de implicaciones sociales y económicas para nuestra sociedad.
Los momentos de angustia y horror a los que se enfrentan las personas cuando ven las llamas acechando sus viviendas o cuando tienen que ser desalojadas de sus propias casas y abandonar su hogar porque el fuego está poniendo en riesgo su vida y su salud, provoca en estos individuos una serie de traumas y daños psicológicos que han de ser tratados en muchas ocasiones por expertos para que puedan llegar a superar la pérdida de sus viviendas e incluso de alguna vida humana.
La pérdida de un empleo es otra de las consecuencias negativas más inmediatas que tienen los incendios forestales de este verano ya que ponen en riesgo cientos de puestos de trabajo. En concreto,el sector de la madera y el corchogenera cada año una media de 47.094 empleos, según datos del Instituto Nacional de Estadística.
Tampoco hay que olvidar los efectos que los siniestros forestales ocasionan a corto y largo plazo en la economía española. “Los montes son un recurso económico muy importante por el valor de sus productos forestales como pueden ser las setas, la madera, el corcho, los piñones o por las actividades cinegéticas que se desarrollan en él”, explica Isabel María Llorente, ingeniero forestal y cofundadora de Maderea, la plataforma digital para el fomento del mercado nacional de la madera.
Precisamente, el sistema formado por el sector de la silvicultura y explotación forestal junto con la industria de la madera y del papel generó en 2013 un Valor Añadido Bruto (VAB) de 5.673 millones de euros, siendo la producción de madera y leña la principal actividad comercial del sector, según el anteriormente citado informe.
“Si bien las pérdidas que puede ocasionar un incendio son muy difíciles de cuantificar por lo complicado de establecer una equivalencia económica de los muchos servicios derivados de nuestros montes, podríamos estar hablando de un daño económico en algunos casos de varios millones de euros teniendo en cuenta no sólo las pérdidas ocasionadas sino la inversión que supone apagar cada fuego”, apunta la ingeniera forestal.
“Aunque las consecuencias ambientales suelen ser las más evidentes, aún hay mucho trabajo que hacer para concienciar y educar a la sociedad sobre este aspecto”, comenta Llorente. Y es que, los montes y las superficies calcinadas sean o no arboladas, albergan una gran cantidad de biodiversidad que en un incendio muere llegando a tardar en reponerse muchos años. Además, los bosques trabajan en beneficio de la calidad del aire que respiramos y del agua que consumimos actuando como sumidero de carbono y también ayudando a reducir el riesgo de catástrofes naturales.
De eneroaagosto de este año se han calcinado un total de 41.386 hectáreas, según el último avance informativo del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. La zona noroeste de España ha sido la más perjudicada, tanto por número de siniestros como por superficie arbolada y forestal.
A pesar de que el número de fuegos ha descendido a mínimos históricos desde 2006, aún falta mucho por hacer en la lucha contra los incendios forestales. “El propio desconocimiento de la población unido a la falta de castigos ejemplarizantes a los pirómanos, a los insuficientes métodos preventivos en políticas forestales como la identificación de zonas de alto riesgo de incendios y alos escasos incentivos a los propietarios privados contribuyen a la lacra de los incendios forestales”, concluye Isabel María Llorente.
Maderea
Maderea surge en septiembre de 2015 con el objetivo de fomentar el mercado de madera nacional y ayudar a las empresas del sector a optimizar sus servicios.
Esta plataforma digital ofrece la única alerta unificada de subastas de madera en pie en España. Revisan y publican diariamente las licitaciones públicas de madera en pie de todo el país.