La Asociación Asturiana de Empresa Familiar (AEFAS), junto a la Cámara de Comercio, Industria, Servicios y Navegación de Oviedo y con el patrocinio de Bankia, celebró esta mañana una Jornada sobre el Protocolo Familiar, en la que se abordaron las relaciones empresa-familia y se analizó la importancia de establecer un marco estable de relación como factor clave para la continuidad y competitividad de toda empresa familiar.
La jornada coincide con la línea de ayudas que ha puesto en marcha el Instituto de Desarrollo Empresarial del Principado de Asturias, a través del programa Cheques Innovación, que ayudará a las empresas a financiar la puesta en marcha de un protocolo.
Abrió la jornada Fernando Fernández-Kelly, presidente de la Cámara de Comercio de Oviedo, que ejerció de anfitrión de la jornada y explicó cómo la institución que preside apuesta por apoyar a las empresas familiares. “Entendemos sus preocupaciones, como las que tienen que ver con la presión fiscal a la que están expuestas aquí en Asturias, y vemos también cuáles son sus necesidades como avanzar en herramientas como esta del protocolo familiar que va a centrar la jornada de hoy”.
En este sentido, Eva Rodríguez,presidenta de AEFAS, valoró la convocatoria por parte del IDEPA de estas ayudas destinadas a protocolos familiares, que contribuirán a garantizar la sucesión en las empresas, en las que ha apuntado que en Asturias solo el 30 por ciento superan la primera generación y menos del 15 por ciento logran alcanzar la tercera.
Por su parte, Eva Pando, directora general del IDEPA, explicó que la ayuda a la elaboración de protocolos familiares era una de las novedades del programa Cheque Innovación, “un instrumento muy flexible que pretende ayudar a incrementar la competitividad de las pymes”. Además de la línea del protocolo familiar, el Cheque Innovación también subvenciona el asesoramientos tecnológico, consultoría para la certificación, diseño e implantación de soluciones TIC.
Pero, ¿qué es un protocolo familiar y por qué es necesario? Para abordar esta cuestión, la jornada contó con la participación de Juan Carlos Ayala, director de la Cátedra de Empresa Familiar de la Universidad de la Rioja, que explicó que el protocolo familiar era la respuesta para muchas de las preguntas que surgen en el seno de una empresa familiar. En qué actividades estarán involucrados los fundadores una vez que se retiren, cuál será el papel de los familiares políticos, cómo será el organigrama de la empresa o qué requisitos deben cumplir los familiares para trabajar en la empresa son algunas de las cuestiones que puede responder el protocolo familiar y que a la larga, de no existir este, pueden derivar en problemas.
Ayala explicó además que el documento ha de ser vivo: “Las familias cambian, y las empresas también, así que una vez tengamos un protocolo no debemos verlo como algo inamovible, habrá que modificarlo e ir trabajándolo a medida que pase el tiempo”, explicó.
Tras la intervención de Ayala, Begoña Fernández Vaciero explicó cómo se desarrolla un protocolo familiar y cómo pueden ayudar desde las empresas especializadas. La jornada terminó con la ponencia de Carlos Manuel Rodríguez, consejero delegado de Cafento, una empresa que ya posee un protocolo familiar. Rodríguez puso ejemplos concretos de situaciones que pueden aparecer en el momento de la sucesión y cómo se afrontan a través de este documento y contó la experiencia particular de Cafento.