Los Planes de Pensiones, como cualquier otro Fondo de Acumulación, deben ser gestionados activamente. Dicha gestión se debe entender desde dos perspectivas diferentes:
1. La Gestión de los activos del Fondo
La primera es la gestión de los activos del Fondo, responsabilidad de la Entidad Gestora, una gestión que responderá a la Filosofía de Inversión de ésta y que estará limitada por la Política de Inversión y Perfil de Riesgo del Fondo, definida en el Documento de Datos Fundamentales y Declaración de Política de Inversión (DDFP y DPI), documentos que el participe debe conocer.
Cuando dicha Política y nivel de riesgo están muy acotados y son muy restrictivos, el margen de maniobra de la Gestora disminuye y poco puede hacer ante situaciones adversas en los mercados y/o activos de referencia que componen el universo de inversión apto. Si dicha Política es más genérica, la Gestora tendrá mayor flexibilidad para implementar tácticas que se adapten a las coyunturas. Que lo haga o no dependerá de su Filosofía de Inversión.
En la actualidad, los Fondos de Pensiones están clasificados por la DGS e INVERCO según su Política de Inversión y Riesgo en las siguientes categorías: Renta Fija a Corto Plazo, Renta Fija a Largo Plazo, Renta Fija Mixta, Renta Variable Mixta, Renta Variable y Garantizados.
En muchas ocasiones, los Folletos, DDFP y DPI son bastante más restrictivos que lo que implican estas categorías genéricas. Por ejemplo, hay muchos Fondos de Renta Fija a Corto y/o Largo Plazo que se ciñen casi en exclusiva a la Deuda Pública y/o activos de calidad crediticia superior o igual. Esta circunstancia, en situaciones como la que se está viviendo en los últimos meses, donde los rendimientos intrínsecos de dichos activos son nulos o negativos, suponen un hándicap difícil de superar. Desde mi punto de vista, las Gestoras que restringen tanto la Política de Inversión de los Fondos (de Pensiones o de Inversión) carecen de vocación por la gestión, son meros distribuidores de productos estandarizados y con poco valor añadido.
Curiosamente, suelen aparecer bien situadas en los rankings porque su amalgama de vehículos es lo suficientemente amplia para tener uno o varios centrados en el tipo de activo que mejor se ha comportado en el periodo. El problema es que el cliente que invierte en ellos no se beneficia; es más, le suele perjudicar porque lo utilizan como artillería comercial para vender calidad en la gestión y producto en función del rendimiento pasado y no del potencial.
2. La Gestión del Partícipe
Como consecuencia de lo anterior, y dada la propia dinámica de los mercados financieros y de la evolución que puede experimentar el Perfil de Riesgo y la situación personal del partícipe, las posiciones en los Planes de Pensiones deben ser gestionadas por sus titulares, traspasando sus saldos de un Fondo a otro cuando así lo considere conveniente.
Por ello, dese GVC Gaesco recomendamos fervientemente a los titulares de Planes de Pensiones que gestionen sus posiciones, que se dejen guiar por profesionales independientes que les proporcionen un seguimiento continuo y con suficiente criterio para analizar los activos, el portfolio y la estrategia de inversión.
En la actualidad, existen en España más de 30.000 millones de euros (un 30% del ahorro acumulado en Planes Individuales) invertidos en Fondos de Pensiones de Renta Fija a Corto y Largo Plazo, con una gran concentración de Deuda Pública, activos cuyo rendimiento es casi nulo o negativo y con un riesgo potencial significativo de depreciación cuando la situación se normalice. Este segmento del mercado, junto con los Planes Asegurados, cuyos rendimientos residuales se encuentran en la misma tesitura, son una gran oportunidad de negocio para las gestoras independientes y vocacionales que tienen clara su misión.
“Lo que en su día se le llamó seguridad, mañana puede ser una temeridad”