Asturias.-La comunidad asturiana celebra este 8 de septiembre un día de celebración universal de su identidad, cultura, tradiciones y proyectos, tanto en el interior del Principado como en el exterior, en todos aquellos lugares a los que sucesivas emigraciones llevaron a cientos de miles de asturianos y en los que hoy viven y trabajan ellos o sus descendientes.
En el interior, doble celebración, una en torno a La Santina, a Covadonga, una tradición que trasciende lo religioso y en la que participan también el presidente y miembros del Gobierno de Asturias, y la otra festiva y política, con varias citas. La programada por la Comunidad Autónoma, en Taramundi, donde a lo largo de todo el día se celebran un mercado, deporte tradicionales, feria de productos asturianos, degustaciones y demostración de escanciado de sidra, teatro en la calle, folklore y tonada, así como conciertos de Paula Rojo, Tejedor, Diego Cartón y Marisa Valle Roso.
También con gran ambiente la folixa organizada por las CUP y Podemos en el Pueblu de Asturies, en Xixón, donde, desde las doce del mediodía se suceden los actos culturales, lúdicos y políticos, propiciando el intercambio y el encuentro entre simpatizantes y representantes de la política municipal, autonómica y estatal. Y el acto organizado por IU Asturies en Riosa, en el que participa también el coordinador estatal de la coalición .
MENSAJE DEL PRESIDENTE DEL PRINCIPADO
Hoy celebramos el Día de Asturias, la jornada que nos convoca a todos, unidos con la fuerza del amor a nuestra tierra. Es nuestra fiesta, la fiesta que en esta ocasión celebramos en Taramundi, concejo donde hace tres décadas se inició, con un feliz impulso, el despegue del turismo rural.
El primer saludo de este día tiene, como todos los años, unos destinatarios prioritarios: quienes, por una u otra causa, de la índole que sea, no ven motivos para la celebración. El Gobierno de Asturias está obligado moral y cívicamente a ponerse de su lado, a pensar en los que sufren problemas personales, los que no hallan trabajo o se han visto forzados a buscar otros destinos donde encontrarlo. A ellos y a todos los emigrantes, a esa Asturias dispersa por el mundo, les expreso el apoyo y la solidaridad de mi Ejecutivo.
Hace 30 años, en efecto, se dio un gran paso en Taramundi. Desde entonces, el avance turístico del Principado y, en concreto, del turismo rural ha sido indiscutible. El deber de las instituciones consiste precisamente en tomar la iniciativa para resolver los problemas de la ciudadanía. Ésa es su razón de ser. Su existencia sólo se justifica en la medida que sean útiles. A lo largo de los últimos meses, en Asturias también hemos abordado proyectos muy ambiciosos, como el desarrollo del área metropolitana, y hemos conseguido que la negociación y el diálogo hayan fructificado en un buen acuerdo de concertación y un pacto pionero en España contra la violencia de género. La reducción sostenida del desempleo y la mejora de los datos económicos refuerzan además la convicción de que nuestra comunidad ha logrado sumarse a la recuperación.
Ésa, repito, es la razón de ser de este gobierno, de todo gobierno: trabajar para sus ciudadanos. Prometo que el Gobierno de Asturias perseverará en ese camino, porque no existe otro más beneficioso. Insistiremos en el diálogo, con la mano tendida a todos quienes de verdad estén comprometidos con el apoyo a los más necesitados, el bienestar social, la solidaridad y el desarrollo económico de esta tierra. Las oportunidades desperdiciadas en el pasado han de servir para hacernos recapacitar. Los hombres y mujeres de Asturias no merecen cargar con las consecuencias de la cerrazón y de las miserias de los cálculos particulares. Éste es, explícitamente, un mensaje para el entendimiento por el progreso del Principado al que nadie debería sentirse ajeno.
Tampoco debemos declararnos extraños a la situación nacional. Sufrimos una larga etapa de incertidumbre política e institucional inédita en la historia de la democracia. Ocurre además cuando las demandas independentistas han alcanzado una fortaleza que no cabe ignorar. Hacer un llamamiento para evitar que esta situación se prolongue y degenere en un hartazgo ciudadano contra la irresponsabilidad de sus representantes forma parte también de las preocupaciones del gobierno en esta jornada.
Concluyo con una sincera invitación a celebrar el Día de Asturias. Sobran motivos para sentirnos orgullosos de nuestra tierra. No hace falta que las exponga y sería, además, un resumen imposible, un catálogo amplísimo que abarcaría desde su belleza natural y su brava historia hasta la fortaleza de sus servicios públicos. Quienes hoy están fuera de Asturias serán, probablemente, los que con mayor intensidad vivirán este sentimiento. Con ellos, con todos los hombres y mujeres de nuestra comunidad, feliz Día de Asturias.