Medallas de Asturias para elogiar la pluralidad enriquecedora

Medallas de Asturias para elogiar la pluralidad enriquecedora

Asturias.- El presidente del Principado destacó este miércoles en la entrega de las Medallas de Asturias dos características de sus receptores: "son muy buenos en lo suyo y, en consecuencia, son buenos para todos, porque las diferencias y el pluralismo son enriquecedores si coinciden en el bien común". En el Día de Asturias, coluyó Javier Fernández, "estemos orgullosos de nuestra pluralidad, pero sepamos allanar nuestras divergencias a favor del interés colectivo. La diversidad que se encastilla soberbia y desdeñosa, que se aísla y confunde acuerdo con rendición se convierte en fragmentación yerma. La entrega de estas medallas quiere ser un elogio a nuestra pluralidad enriquecedora, la que suma a favor de Asturias."

 

El presidente hizo entrega de la Medalla de Oro de Asturias a José Manuel Vaquero y las de plata a las cooperativas El Orrio y Campoastur, el pintor Alejandro Mieres, la Fundación Banco Sabadell, la Asociación de Ayuda a Personas con Parálisis Cerebral y Laureano Víctor García Díez, presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago Astur—Galaico del Interior.

 

En cuanto a José Manuel Vaquero, destacó que "un periodista tiene el deber de incomodar al poder, sea político, religioso, judicial, militar, parroquial o, añado, mediático, que también manca. Si pregunta, molesta y si informa, molesta. Vaquero ha sido, es, periodista muchos años y por lo tanto ha molestado mucho. (...) La medalla de oro premia al hombre que acertó convertir a La Nueva España en uno de los mejores periódicos nacionales. Que Vaquero no lo logró solo es obvio; que lideró ese proceso durante tres décadas y que lo personifica como nadie, indiscutible."

 

ALEJANDRO MIERES


El pintor Alejandro Mieres, medalla de plata de Asturias, es muestra de libertad de expresión consciente y decidida, en todos los aspectos. Para el Gobierno ha sido un honor tener la oportunidad de distinguir a este  palentino que ha hecho de Gijón su hogar, también pictórico, desde hace más de 40 años. ¿Cómo se llama a quien amasa la luz, construye geometrías admirables de color? No doy con el nombre, pero digamos que las manos de Alejandro Mieres, catedrático de instituto hasta su jubilación, son artesanas de ese prodigio expresivo. Su obra, estudiada y reconocida por la crítica especializada, está presente en varios de los museos más importantes de España.  Estos días, precisamente, tenemos la fortuna de poder contemplar parte de su creación en el Museo Barjola., en Gijón. Quiero agradecerle de forma muy especial su presencia en este acto, un lugar donde debería haber estado hace ya muchos años.

 

LAUREANO VÍCTOR GARCÍA DÍEZ


Laureano Víctor García Díez es un caminante. Preside la Asociación de Amigos del Camino de Santiago Astur-Galaico del Interior y la Agrupación de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago del Norte. La conservación, la mejora y la divulgación de los caminos de Santiago que cruzan Asturias se ha hecho en muchos casos al ánimo del paso de de Laureano Víctor García. En julio del año pasado, la Unesco incluyó los Caminos de Santiago del Norte Peninsular en el listado del Patrimonio Mundial. Esa decisión culminó un esfuerzo en el que también participó quien hoy recibe la medalla de plata. A estas alturas, nadie discute el potencial cultural y turístico de los caminos de Santiago. Todas las administraciones e instituciones vinculadas con su cuidado y promoción hemos de esforzarnos en preservarlo y sacar el mayor provecho, porque, como bien sabe Laureano Víctor García, si en esta cuestión hay camino recorrido, aún tenemos muchísimas etapas pendientes. Si de Alfonso II se relata que fue el primer peregrino a Iria Flavia, hoy añadimos a este caminante a la gran historia jacobea de Asturias. En este caso, la compostela no se otorga por haber finalizado una vez la ruta, sino por décadas de recorrido. Esa compostela es la medalla de plata del Principado.


Las cuatro restantes corresponden a cuatro colectivos. Dos son cooperativas vinculadas de distinto modo al mundo rural. El subrayado lleva intención: los problemas del campo y las dificultades de la vida en el medio rural son obvias; distinguir a quienes luchan por superarlas es de justicia. Fijémonos en la cooperativa El Orrio: integrada por mujeres, lleva 25 años dedicada a la atención domiciliaria, contribuyendo a la igualdad de género. Fundada en 1991 en Tapia de Casariego, cuenta con diez socias que ofrecen servicios a mayores dependientes, con discapacidades físicas, sensoriales, cognitivas, intelectuales y enfermedades mentales.

Al igual que señalé en la primera parte de esta intervención, es probable que también en este caso nos cueste sopesar hasta qué punto es meritoria la labor de El Orrio: mujeres que se asocian en el Occidente para combatir la desigualdad de género y para favorecer la equidad en la prestación de servicios en el medio rural, una de sus carencias más notables.


La cooperativa Campoastur también recibe la medalla de plata. Hablamos del otro pilar que sostiene al medio rural. Uno lo argamasan las infraestructuras y equipamientos, el desarrollo de prestaciones como las de las socias-trabajadoras de El Orrio. Otro es el avance del sector primario: sin su consolidación económica, el declive sería inevitable. A eso se dedica Campoastur: a ayudar a los agricultores y ganaderos para que puedan trabajar y comercializar mejor en un mercado global y  exigente. Nacida en 2012 después de la integración de seis cooperativas, cuenta con 18 delegaciones en Asturias, tres fábricas de piensos para ganadería convencional, otra  para ganadería ecológica y seis gasolineras. Transforma y comercializa productos, da servicios de sustitución para profesionales y atiende sus demandas formativas. Recito esta retahíla porque las características de nuestro sector primario, ahormado por el minifundismo original, hacen que la fórmula cooperativa sea una de las más adecuadas para sus necesidades.


La Fundación Banco Sabadell recibe su medalla de plata por su compromiso con la Universidad de Oviedo. Constituida en 1994, su finalidad es promover la divulgación, formación e investigación educativa, científica y cultural. La concesión de becas, las ayudas a la investigación, la convocatoria anual del premio Fundación Banco Sabadell para investigadores menores de 40 años y la colaboración con el Campus de Excelencia Internacional de la Universidad forman parte de sus actividades. La medalla reconoce todo ese compromiso que, quiero resaltar, la Fundación Banco Sabadell logra hacer notar. Eso también es un mérito: su colaboración se advierte y, lógicamente, se aprecia, porque ayudar a los jóvenes, fomentar la investigación y apoyar a la Universidad de Oviedo equivale a confiar en el futuro de Asturias.


 La medalla de plata concedida a la Asociación de Ayuda a Personas con Parálisis Cerebral no necesita explicación. Lleva el galardón en el nombre. Hablamos de un trabajo constante desde hace más de 50 años a favor de una atención integral y de calidad a quienes sufren este problema. Superadas numerosas dificultades, la asociación, constituida en 1964, gestiona una unidad de atención temprana, un centro de educación especial, otro de integración, otro de empleo y uno más de carácter residencial. Aproximadamente, hoy responde a las necesidades de 180 personas y sus familias. En este caso, no hay que añadir un adjetivo, la descripción lo dice todo. Este galardón es, más que un reconocimiento, un deber: la calidad moral de nuestra sociedad exige que Aspace reciba la medalla de plata.


FOTOS: ARMANDO ÁLVAREZ


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