Este deslumbrante regreso viene ahora después de uno de los descubrimientos más espectaculares de automóviles clásicos en los últimos tiempos. El BMW 507 fue conducido por el músico estadounidense Elvis Presley, que en ese tiempo ya era conocido como el “Rey del Rock’n’Roll”, mientras prestaba su servicio militar en Alemania. Después de que desapareció por casi 50 años y se creía que había sido robado antes de regresar para ser el centro de atención. Después de casi dos años de un riguroso trabajo de restauración, BMW Group Classic está presentando el roadster por primera vez en una arena pública. Restaurado a su condición original, se exhibirá el 21 de agosto de 2016 en el Concours d’Elegance en Pebble Beach, California. El BMW 507 con número de chasis 70079 estará en exhibición para los visitantes del popular certamen de vehículos clásicos exactamente como estaba cuando al soldado Elvis Presley le entregaron el auto el 20 de diciembre de 1958: con acabados de pintura en Blanco Pluma, el motor V8 de aluminio de 150 caballos de fuerza bajo el cofre, rines de bloqueo central, interior blanco y negro y un radio Becker México.
“La oportunidad de recuperar el BMW 507 que fue propiedad del Rey del Rock’n’Roll para nosotros aquí en Múnich, para propósitos de restauración de acuerdo con los deseos del expropietario, Jack Castor, fue un sueño hecho realidad para todos los involucrados”, comentó Ulrich Knieps, Jefe de BMW Group Classic. “Este fue un proyecto excepcional y fascinante. El resultado no es simplemente una fuente de gran orgullo para nosotros. Sin duda Jack habría estado encantado con el resultado”. En el verano de 2014, la exhibición del descubrimiento no restaurado en el Museo BMW generó gran emoción entre los entusiastas de los autos clásicos, pero también generó preguntas: ¿Realmente se trataba del BMW 507 de Elvis? ¿Sería siquiera posible transformar este roadster de nuevo en una joya de la década de 1950?
De “Devolver al remitente” (Return to Sender) a “Es ahora o nunca” (Now or Never).
El estado del auto de dos plazas realmente era causa de preocupación. Aunque las partes y otros componentes de la carrocería original estaban casi todas presentes e intactas, el roadster había perdido su motor y la caja de velocidades. El eje trasero era una “pieza reemplazada” de origen desconocido, el óxido se estaba comiendo el ensamble del piso, los asientos estaban desgastados y faltaba el panel de instrumentos. No obstante, la seductora fascinación de un bello automóvil superaba todas las deficiencias, y se incrementaba con el recuerdo de Elvis Presley y sus más grandes éxitos. Si bien el roadster regresaba a Múnich bajo el eslogan de “Devolver al remitente”, la solución sin duda fue “Es ahora o nunca”. Un proyecto administrado por BMW Group Classic logró restaurar el automóvil. Los expertos internos y los especialistas externos unieron fuerzas para llevar a cabo la obra y el resultado definió nuevos hitos para la restauración de un BMW 507.
Al mirar atrás en el proceso, la historia del BMW 507 de Elvis y su restauración es Rock’n’Roll puro: tan cautivadora como el movimiento de las caderas del “Rey”, agotaba nuestra energía, era una montaña rusa de emociones, llena de vueltas y giros repentinos. Esta no es una simple historia sobre el joven soldado Elvis Presley. También se trata del experto “campeón de escalada” Hans Stuck, de labios besables embarrados en la pintura blanca, de un ingeniero espacial retirado y de un almacén para calabazas, de un motor de Chevy que era demasiado grande, tapetes de coco engomados y manijas de puertas impresas en un proceso 3D. La historia ya había iniciado tres años antes de que el “Rey” iniciara el servicio militar cuando el Ejército de Estados Unidos se instalara en Hesse, en el Sur de Alemania.
Mito entre rarezas: El BMW 507 del “Rey”.
El BMW 507 siempre ha sido uno de los autos más exclusivos y buscados entre las rarezas en la historia de modelos de la marca con apenas 254 automóviles producidos entre 1955 y 1959. Justo después de su premier mundial en el Motor Show Internacional de Frankfurt en 1955, el auto de dos plazas creado por el diseñador Albrecht Graf Goertz fue muy mencionado en la prensa como “The Dream of Isar”. Las celebridades que poseían uno como Alain Delon, Úrsula Andress y John Surtees contribuyeron a la imagen del roadster como un símbolo de estatus. Sin embargo, ningún otro automóvil de este modelo se instaló en la mitología como el BMW 507 que una vez fue propiedad de Elvis Presley. Se creía que este roadster en particular se había perdido por casi cinco décadas. De hecho, no había siquiera certeza sobre el número de chasis del auto conducido por el “Rey”. También había dudas sobre si Elvis Presley había transportado el auto hasta Estados Unidos al terminar su servicio militar en Alemania, y nadie sabía nada sobre el propietario posterior del auto.
Ahora se han resuelto todos estos enigmas gracias a los expertos de los Archivos de BMW Group Classic y a la periodista estadounidense Jackie Jouret, quien trabaja para la revista “Bimmer” de California. En 2006 ya estaba buscando en los reportes contemporáneos el BMW 507 de Elvis y la literatura relevante para rastrear la historia de este modelo. Durante el transcurso de su trabajo, reveló un detalle esencial. Varias fuentes señalaban el hecho de que el BMW 507 que fue entregado a Elvis Presley en Alemania no era un auto nuevo, sino que previamente lo había usado el corredor de autos de carreras Hans Stuck. Entre mayo y agosto de 1958, el corredor de autos de carreras conocido como el “Campeón de escalada” ganó varias escaladas en Alemania, Austria y Suiza, en un BMW 507 blanco con número de chasis 70079 y placa de registro M-JX 800. También hay un hecho conocido y verificado por fotógrafos que este roadster dejó la línea de ensamble el 13 de septiembre de 1957. Unos días más tarde, se exhibió en el Motor Show Internacional de Frankfurt y se usó varias veces para pruebas de manejo de prensa. Ya en octubre de 1957, Hans Stuck presentó el auto en el Motor Show de Londres y luego condujo el roadster a través de Bélgica, donde lo presentó a King Baudouin, antes de bajar al Motor Show de Turín. Y por si esto no fuera suficiente, en el verano de 1958, el BMW 507 de Stuck ganó la competencia de belleza automotriz en Wiesbaden y luego jugó un papel en el estudio filmográfico de Bavaria para la película “Hula-Hopp Conny” con Cornelia Foboess y Rudolf Vogel.
Se le había dado un cuidadoso servicio a este vehículo en BMW después de cada carrera, el motor se había mejorado y se le había ajustado una nueva caja de velocidades cuando terminó con un distribuidor de Frankfurt en otoño de 1958. El joven soldado estadounidense Presley tenía 23 años en ese entonces, llegó y lo llevó a una prueba de manejo para dar un paseo. El “Rey” quedó impresionado de inmediato con el auto y decidió comprarlo. Las fotos que se tomaron en ese momento muestran que las placas de licencia de exportación ya se habían ajustado al BMW 507. Posteriormente se le dio un registro del ejército estadounidense que cambiaba cada año. Esto fue en parte la razón por la que se volvió complicada la identificación posterior del vehículo. Los expertos de los Archivos de BMW Group Classic sólo tuvieron la absoluta certeza sobre su procedencia cuando obtuvieron la propuesta del seguro con fecha de diciembre de 1958 que contenía el número de chasis 70079 junto con el registro del tenedor del vehículo como Elvis Aaron Presley.
Criado en Alemania, radicalmente modificado en Estados Unidos.
Elvis Presley usó el BMW 507 para conducir entre su hogar en Bad Nauheim y la Base del Ejército Estadounidense en Friedberg. Sus fans femeninas siempre lo mantuvieron estrechamente vigilado y muchas veces lo asediaban. Con frecuencia embarraban la pintura del roadster con mensajes de amor pintados con labial. Estas señales de adoración para nada eran inusuales para una estrella de rock, pero eran una vergüenza para Presley como joven soldado estadounidense. Un nuevo uniforme rojo para el vehículo resolvió el problema.
En marzo 1960, Elvis Presley terminó su servicio militar en Alemania. Ya de regreso en las carreteras estadounidenses, debe haber abandonado el brillante placer de conducir por un BMW descapotado, ya que unos meses después vendió el roadster rojo portador del chasis número 70079 a un distribuidor Chrysler de Nueva York. El distribuidor en turno vendió el auto por el ridículo precio, desde nuestra perspectiva de hoy, de 4,500 dólares estadounidenses al presentador de radio Tommy Charles. Charles llevó el auto a su casa de Birmingham en el estado de Alabama donde comenzó a dedicarse con mucho éxito a las carreras, aunque este movimiento fue muy dudoso al tratarse de un asunto de autenticidad. Al BMW 507 se le ajustó un motor Chevrolet para prepararlo para la acción en la pista de carreras. Éste ocupó tanto espacio que se le tuvieron que acortar partes del portador del chasis delantero. Se reemplazó la caja de velocidades y el eje trasero, así como los instrumentos de la cabina. Charles ganó una carrera en Daytona Beach / Florida con el roadster radicalmente modificado y se alineó con la rejilla de inicio en otras diversas competencias antes de vender el vehículo en el transcurso del año 1963.
Siguieron dos cambios más de propietario y el BMW 507 fue a California. El ingeniero espacial Jack Castor adquirió el auto en 1968 y lo usó ocasionalmente para deambular como uso diario antes de decidir poner el auto en almacenamiento para una restauración subsecuente. Castor era un coleccionista apasionado de bicicletas históricas y con los años también reunió una impresionante colección de automóviles clásicos en Half Moon Bay al sur de San Francisco. Participó en varios clubes de autos clásicos e indagó la historia de los vehículos que había adquirido.
El “Santo Grial” en el almacén de calabazas.
Castor también reunió un expediente completo de su BMW 507. Mientras tanto, el ingeniero se había retirado y sucedió que un día vio el artículo de la revista “Bimmer”. Castor escribió a la autora, le mencionó del BMW 507 con chasis número 70079 que tenía y la invitó para que pudiera ver el vehículo. Estaba consciente de que era el propietario del auto de carreras conducido por el “campeón de escalada” Hans Stuck, pero hasta entonces sólo había podido especular sobre una potencial conexión con Elvis. Sin embargo, Jackie Jouret tenía la certeza absoluta sobre este tema. Ella acompañó a Jack Castor a un almacén de calabazas donde guardaba el auto rojo BMW 507 junto con otros vehículos antiguos. “Jack había atado el toldo del motor con cuerdas”, recordó la periodista al regresar al momento del descubrimiento. “Llevó un tiempo hasta que realmente pudimos abrir el compartimiento del motor e identificamos el número estampado del chasis: 70079, el Santo Grial, entre los números del BMW”.
Jack Castor ya había coleccionado un gran número de partes cuidadosamente almacenadas en cajas para la restauración planeada del roadster a su condición original. Lo que le faltaba era un motor apropiado y el tiempo necesario para ver que se realizara el proyecto. Sin embargo, las cosas comenzaron a suceder. Jackie Jouret estableció el contacto con BMW Group Classic se estaba comenzando a reunir información nueva sobre la identidad del BMW 507 usado por Elvis Presley en Alemania. Esto permitió que se confirmaran los hechos que se habían investigado en Estados Unidos.
Jack Castor no estaba interesado en sacar provecho rápido de la inesperada fama adicional de su BMW 507. Sin embargo, se fortaleció el contacto con BMW Group Classic. Después de varios años y de diversas discusiones con los expertos para restaurar autos clásicos en BMW Group Classic, Klaus Kutscher y Axel Klinger-Köhnlein llegaron a un acuerdo. Junto con la compra del vehículo por BMW Group Classic, también incluyó la restauración auténtica del auto junto con las líneas visualizadas por Castor.
Al museo por contenedor – y de allí al taller.
Había llegado el momento en la primavera de 2014. El BMW 507 fue enviado a Alemania en un contenedor, junto con las refacciones de la colección de Castor. La primera parada en Múnich fue el Museo BMW donde se presentó el roadster ante una audiencia admiradora en la exhibición especial “El BMW 507 de Elvis – perdido y encontrado”. Entonces se inició la obra de restauración en el taller de BMW Group Classic.
Como se acostumbra en proyectos de esta naturaleza, la fase uno fue principalmente de índole destructiva. El vehículo fue completamente desmantelado, un proceso que, en este caso en especial, llevó una semana entera, más que los dos días que se habían planeado originalmente. Al principio, la carrocería de aluminio fue separada del ensamble del piso hecho de lámina de acero. Esta fue la única forma de conservar en lo posible la mayor parte del material original. Luego se retiró la pintura del ensamble del piso con un baño ácido y de la carrocería con un baño alcalino. El motor ya había sido retirado y se habían apartado los restos que quedaban en el interior.
Muchos de los componentes tenían que volverse a fabricar de la basura, porque las existencias de las piezas originales para el BMW 507 se limitaron incluso al BMW Group Classic. La mano de obra tradicional al estilo de la década de 1950 se fusionó con los procedimientos de producción de alta tecnología de la era moderna. El panel de instrumentos se fundió con base en el original. La tapicería de piel se creó de manera que concordara con precisión con el patrón mostrado en las fotografías y catálogos antiguos. Cuando se reconstruyeron los asientos, se demostró que era posible usar la subestructura de acero original para los asientos después de que se retiró con cuidado todo el óxido. Luego se colocó un tapete de coco engomado sobre los resortes de acero. Este material natural ya se había usado en la década de 1950 para la producción en serie del BMW 507, junto con las capas de fieltro y lino sobrepuestas para hacer que los asientos fueran lo más cómodos posible. Las bobinadoras de las ventanas y las manijas de las puertas se volvieron a fabricar por anticipado, mediante un proceso avanzado de impresión moderna en 3D con base en las dimensiones originales. Después de producir un conjunto de datos digitales mediante una exploración tridimensional de la parte original, se generó un fax con la ayuda de la fabricación de aditivos y espejos terminados posteriormente. En contraste, el sello de goma para la cubierta del tanque se volvió a producir con un procedimiento de fabricación convencional. Debido a que este componente, como muchos otros del BMW 507, había sido presa de los estragos del tiempo, se produjo una pequeña serie. Esto significó que los usuarios del roadster ahora pueden encontrar esta refacción en la tienda de partes de BMW Group Classic.
El BMW 507 regresa – es justo como el auto que condujo Hans Stuck, el que compró Elvis, y así es como lo quería Jack Castor.
El motor para el BMW 507 de Elvis fue completamente reconstruido de refacciones. El motor V8 de 3.2 litros fue reacondicionado con precisión de conformidad con las especificaciones originales del BMW 507, pero no se le dio un número de motor debido al uso inevitable pero inusual de componentes antiguos y nuevos. El portador del chasis delantero, que se había cortado en una primera etapa, también se tuvo que volver a producir con su geometría original e integrarse en el ensamble del piso. El listón para clavar de madera para fijar en su lugar la parte superior suave también se volvió a producir usando materiales y métodos de procesamiento para ajustarse a la década de 1950.
La máxima autenticidad también fue el objetivo al pintar el vehículo. El BMW 507 ahora está resplandeciente una vez más en Blanco Pluma. El recubrimiento primer, el relleno y el recubrimiento superior no se aplicaron con los métodos que son comunes hoy. Más bien se implementaron con un procedimiento que corresponde a la tecnología que se usaba hace unos 60 años. Esto permitió evitar el excesivo brillo de color que hoy en día se considera deseable, pero que es inapropiado para autos clásicos.
Similar a la reconstrucción del motor V8 y el uso de piezas y procedimientos de producción fieles a los originales, la selección de la pintura también correspondió con precisión a las condiciones que definió Jack Castor. Justo desde el inicio, él quería restaurar el roadster a su condición original de cuando se fabricó en 1958. Sin embargo, su aspiración de poder ver el BMW 507 a través de los ojos del “Rey” quedó insatisfecha. Jack Castor falleció a la edad de 77 años en noviembre de 2014. Por lo tanto lo recordaremos en Pebble Beach. El BMW 507 se presentará por primera vez en ese lugar, no simplemente como el automóvil del “Rey”, sino también como el legado de Jack Castor y una obra maestra de BMW Group Classic.