Su personalidad intensa, compleja y delicada ha llevado a esta sidra tan especial a hacerse con el premio “SFM Trophy for Best International Cider” en el British Cider Championships 2016
Ahora se puede disfrutar en una exclusiva edición, con tan solo 3.000 etiquetas
Hay sabores por los que merece la pena recorrer el mundo entero. El de la mejor sidra del año, por ejemplo. Y lo genial es que no hay que ir muy lejos para probarla… ¡porque está en Asturias! Ahora, en una edición exclusiva de 3.000 botellas, imprescindible para paladares selectos. Porque la sidra Valle, Ballina y Fernández Brut Nature es muy especial, tanto que se ha hecho con el premio “SFM Trophy for Best International Cider” en el British Cider Championships 2016, un prestigioso certamen en el que son coronadas las mejores sidras del mundo.
Merecidísimo triunfo el de esta sidra longeva en la que los sabores primarios y secundarios se entremezclan de una forma magistral. Sorprende esa combinación de delicadeza y complejidad, fruto de años de intensas investigaciones.
El grupo El Gaitero vuelve a demostrar porqué son los reyes de la manzana (y de la sidra, por supuesto), y su buen hacer les ha llevado al Olimpo de la bebida que adoraron los pueblos atlánticos.
Para elaborarla, se aplican técnicas empleadas en otros productos como el cava o el champagne, y que aportan una calidad superlativa: maceración, prensado, primera fermentación lenta a baja temperatura y segunda fermentación en botella. La exclusiva sidra Valle, Ballina y Fernández Brut Nature se obtiene de una sidra base tradicional, con mezcla de variedades de manzana de la D.O.P Sidra de Asturias: la ácida Raxao; la semi-ácida De la Riega; la ácidas con un punto amargo Regona y Durona de Tresali; y la dulce Verdialona.
A la vista es de color amarillo ambarino con finos y abundantes rosarios. Su aroma es complejo, con notas golosas y un recuerdo a levadura. En boca combina volumen y frescura y resulta armónica, amplia, seca y muy equilibrada. Tiene un paso elegante con un final delicado e intenso, donde vuelven a surgir esas notas de pastelería y levadura. Invita a ser degustada pausadamente, para saborear en cada trago todos los matices que brinda.
También funciona muy bien como acompañante de ensaladas (sobre todo si llevan vinagre de sidra o frutas), jamón ibérico (esta sidra es un gran desengrasante), pastas (por su sabor neutro), aves y carnes blancas, arroces, mariscos, pescados (especialmente con los azules) y quesos (los redondea y aumenta su potencia en boca). Aunque es junto a los postres donde se realzan sus notas golosas… ¡sin duda el final perfecto para una noche de verano!
No es de extrañar que se hiciera con el “SFM Trophy for Best International Cider” en el British Cider Championships 2016.