• “Los populares defienden que se paguen dietas de 400 euros por plenos de tres minutos, pero quieren cerrar empresas públicas con la excusa del equilibrio financiero”, critica el edil ovetense
• El concejal de Economía considera que los datos avalan que el modelo público es más eficaz y barato que el privatizado
El concejal de Economía de Oviedo, Rubén Rosón, mostró ayer su “preocupación” por el extremismo del Gobierno central en funciones, cuyo ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha comenzado a notificar a numerosos ayuntamientos españoles (entre ellos dos asturianos, Gijón y Mieres) la disolución de empresas públicas que prestan servicios esenciales, como el transporte urbano.
“El PP tiene una hoja de ruta perfectamente definida para acabar con los servicios públicos no privatizados, porque lo que le interesa es el negocio. Y ha empezado por los ayuntamientos, porque quiere ahogar y bloquear cualquier capacidad de actuación de la Administración local, impedir cualquier cambio que se impulse desde los municipios, tras perder en mayo del año pasado numerosas alcaldías. Es una medida perfectamente ideológica, ya que sólo afecta a las empresas públicas. Si el servicio está privatizado, aunque cueste un riñón, a Montoro no le molesta. El único problema que tiene el PP con el gasto público es cuando las grandes empresas privadas no se quedan con una parte del pastel y el dinero público se dedica íntegramente a satisfacer necesidades ciudadanas”, manifestó el concejal ovetense.
Rosón destaca que la comparativa entre los dos modelos, el público y el privatizado, “no deja lugar a dudas sobre la eficacia y el coste. Los datos prueban que es un ataque político, no técnico, a un modelo que al PP le molesta”. Gijón, que presta el servicio de transporte a través de una empresa municipal, asume un coste por habitante de 31 euros, mientras que la subvención de Oviedo a la empresa TUA, del Grupo Alsa, es de 40,7 euros por habitante.
“Mientras Montoro amenaza con recortes y sanciones en servicios básicos, el PP defiende en Oviedo a capa y espada que se paguen con dinero público dietas de 400 euros por tres minutos de asistencia a un Pleno, y nos acusa de intentar ahogar su trabajo de oposición por querer poner coto a ese despropósito; considera justo y normal que un concejal, sobre todo un concejal suyo, cobre su tiempo a 133 euros el minuto, pero le parece un escándalo que Gijón o Mieres paguen el transporte urbano a través de empresas públicas, quizá porque estos señores no han cogido un autobús en su vida”, concluyó el concejal, que destacó que “desde los ayuntamientos del cambio queremos convertirnos en dique frente a esta ola que ataca nuestros derechos y servicios públicos y buscaremos la complicidad y la implicación del conjunto de la ciudadanía para revertir esta situación”.
