El Smart Beta no es una alegoría

El Smart Beta no es una alegoría

Para quien no esté familiarizado con los paradigmas de pensamiento futurista y de cómo los nuevos dogmas pueden cambiar la forma de ver el mundo –al igual que nuestras acciones más cotidianas-, introduciré un tema que es relativamente joven pero que está cambiando la percepción de la inversión: El concepto “Smart Beta”.

Antes de entrar en materia, voy a realizar un breve repaso a la teoría de la singularidad y de su principal autor, Ray Kurzweil.

La singularidad toma prestado el término de la física. Sugiere un horizonte más allá del cual no podemos ver. Describe el punto en el que alguna forma de inteligencia, ayudada por la tecnología, adquiere la capacidad de mejorar rápidamente, llegando a ser tan poderosa que hoy no podemos predecir lo que podría ser capaz de hacer. En ese punto, sus posibilidades podrían superar incluso el poder de nuestra imaginación.

En finanzas, uno de los ejemplos más importantes que tenemos relacionado con estos estudios es la empresa estadounidense “FATKAT”, acrónimo de Financial Accelerating Transactions from Kurzweil Adaptive Technologies.

El objetivo de FATKAT es conseguir una combinación de lo mejor del conocimiento financiero, del matemático y del informático para crear un sistema Quant autosostenible. Las técnicas de reconocimiento de patrones juegan un papel muy importante en la búsqueda de la previsibilidad en los mercados actuales y del futuro.

Esta compañía es solo un ejemplo de cómo el mundo de las finanzas es altamente dinámico y se encuentra en pleno proceso de cambio.

Un concepto derivado de la utilización de todas estas técnicas es la estrategia de inversión Smart Beta o de ponderación alternativa. Esta idea sugiere la inversión en determinados activos con unos parámetros muy definidos de volatilidad, momentum, valor  y tamaño, y mediante un análisis factorial de los mismos conseguimos una rentabilidad ajustada al riesgo. Básicamente, se trata de relacionar lo mejor de una gestión activa con una pasiva.

Yendo más allá, el nuevo reto de los modelos de gestión es conseguir un objetivo Smart Beta mediante la utilización de técnicas de autoaprendizaje similares a las formuladas por FATKAT.

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