Las visitas al yacimiento ovetense, gestionadas por guías de Patrimonio Cultural, precisan de una reserva telefónica previa
El Principado ha decidido abrir al público la cueva de La Lluera, en Oviedo, hasta el mes de septiembre. La directora general de Patrimonio Cultural, Otilia Requejo, ha señalado que se trata de una iniciativa “relevante y de gran interés cultural y turístico”, en el transcurso de la visita al yacimiento de San Juan de Priorio y en la que ha estado acompañada por el alcalde de Oviedo, Wenceslao López.
Las visitas guiadas y la gestión de reservas a la cueva, que permanece abierta desde el 1 de julio hasta el 11 de septiembre, son llevadas a cabo por guías dependientes de la Dirección General de Patrimonio Cultural. Este personal dirigirá las rutas por el yacimiento, caracterizado por unas condiciones de acceso geográficamente apartadas y de difícil localización.
Los pases hasta el próximo 11 de septiembre serán de 10:00 a 16:00 horas, los viernes, sábados y domingos.
El sistema de visitas se realiza exclusivamente mediante reserva telefónica previa, llamando al número 674 800 385, de miércoles a domingo, entre las 10:00 y las 16:00 horas.
Arte rupestre
La cueva de La Lluera ya era conocida desde antiguo por los vecinos de la zona, pero no se descubrió como abrigo con arte rupestre hasta 1979, en el marco de unos trabajos de investigación en el valle medio del Nalón liderados por el catedrático de la Universidad de Oviedo Javier Fortea. Posteriormente, fue excavada por Adolfo Rodríguez Asensio entre los años 1980 y 1986.
El conjunto de grabados exteriores de La Lluera es el más importante de los conocidos en el valle medio del Nalón y son considerados de primer nivel en el conjunto de arte rupestre paleolítico cantábrico. Destaca por su cantidad de grabados, su calidad y la técnica con que fueron realizados.
La Lluera tiene planta con forma de U, a unos escasos cinco metros del río Nalón, que la inundaba durante sus crecidas en tiempos paleolíticos. Está constituida por un vestíbulo de diez metros de ancho y cuatro de altura. El vestíbulo se bifurca a los cuatro metros en dos galerías. La de la izquierda contiene un gran número de grabados en ambas paredes a lo largo de aproximadamente quince metros. En la galería de la derecha no se localizó ningún grabado, pero es la zona en la que se encuentra el mayor espesor de yacimiento.
Unos 50 metros aguas arriba se encuentra un pasadizo natural hacia el interior de la cueva, lo que hoy se conoce como La Lluera II, en la que también se hallaron importantes muestras de arte rupestre compuestas también por grabados