ArcelorMittal Europa presentó hoy sus resultados correspondientes al segundo trimestre de 2016, en el que registró un resultado de explotación de 340 millones de euros, lo que supone un sustancial incremento con respecto al resultado de explotación de 77 millones de euros obtenido en el primer trimestre de 2016. En términos interanuales, el resultado de explotación del segundo trimestre de 2016 fue ligeramente inferior al generado en el mismo trimestre de 2015 (352 millones de euros). No obstante, el resultado de explotación del segundo trimestre de 2016 se vio negativamente afectado por una pérdida por depreciación de activos (impairment) de 44 millones de dólares vinculada a la venta de ArcelorMittal Zaragoza en España.
En términos interanuales, el Ebitda registró un incremento del 4,2 %, situándose en 643 millones de euros. Esta variación responde principalmente a un descenso de los costes y a mejoras de eficiencia derivadas del Programa de Transformación actualmente en curso en ArcelorMittal Europa, cuyo efecto se vio parcialmente compensado por una disminución de los precios de venta, que experimentaron una caída de aproximadamente un 11 %.
Refiriéndose a estos resultados, Aditya Mittal, CEO de ArcelorMittal Europa, afirmó: “Los resultados de ArcelorMittal Europa presentados hoy reflejan el efecto de la mejora de las condiciones de mercado en comparación con la situación registrada a principios del año, combinado con las mejoras derivadas de nuestro Programa de Transformación, actualmente en curso, que se traducen en una mayor eficiencia de nuestras actividades. Aunque consideramos que los resultados presentados hoy son satisfactorios, Europa sigue expuesta al efecto de las importaciones de productos siderúrgicos realizadas en condiciones de “dumping”. Si bien valoramos positivamente el compromiso político adoptado a alto nivel a este respecto en los últimos meses, sigue siendo importante que dicho compromiso se traduzca en solidas medidas de defensa comercial”.
Las previsiones en materia de demanda de acero en Europa apuntan a un crecimiento del consumo real de acero que se situaría entre un 1,5 % y un 2 % en 2016, mientras que el crecimiento del consumo aparente de acero sería de tan solo un 1 %, debido al efecto de las reducciones de stocks.
