A lo largo del mes de julio se está desarrollando la “VI Campaña de Verano de restauración del Palacio de Fernán Núñez” en virtud de un acuerdo de colaboración con la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la Comunidad de Madrid, en la que participan 13 alumnos en prácticas.
Los trabajos de restauración del Palacio se centran en:
· Salón de Baile: pinturas de un lateral del Salón, con representaciones de niños tocando instrumentos musicales y lienzos ovalados con motivos florales; una de las sobrepuertas cuyo tema principal es el escudo de armas la familia de Fernán Núñez, e instalación de un luneto de vidrio cuya restauración se ha realizado en la Escuela a lo largo del curso.
· Salón de Actos, espacio que en 1860 era el invernadero: limpieza, consolidación y restauración de un mosaico del siglo XIX.
La campaña se desarrolla bajo la asesoría técnica de la profesora Laura Riesco y la coordinación de Guillermo Fernández, y en ella participan 13 alumnos del curso de Comunes y de la especialidad de Pintura: Manuel Bochaca Arizaga, Rosa María García Reverte, Sonia García Serrano, Laura Sacristán, María López Bans, Ana López Linares, Juan Carlos Martín Márquez, Marina Martin Roman, Aurora Morillo-Velarde, Cristina Ortega, Marta Pantoja, Sandra Samboal y Sigfredo Vidaurreta.
La colaboración entre la Fundación y la Escuela se inició en el año 2011 y, gracias a ella, en las cinco campañas anteriores se han llevado a cabo trabajos de restauración en el Salón de Baile, Salón Isabelino, Salón Rojo, Salón de Estucos, Sala Oval, Galería de Columnas y en distintas obras pictóricas de la colección del Palacio.
Historia del Palacio
El origen del Palacio se remonta a 1753 cuando Blas Jover, miembro del Consejo de Fernando VI, construye su vivienda en unos terrenos obtenidos por la parcelación de los huertos del Convento de Santa Isabel. Anteriormente, los terrenos en los que se edificó el Convento los ocupaba la “Casilla de Atocha”, propiedad de Antonio Pérez, Secretario de Felipe II.
En 1769, tras varios traspasos de la propiedad, el XIII duque de Alburquerque y IV marqués de la Mina, adquiere y transforma la vivienda. En 1803 fallece y, debido a problemas sucesorios, el edificio se utiliza como cuartel, hospital y viviendas. En 1815 hereda la mansión el VII conde de Cervellón, que posteriormente contrae matrimonio con la II duquesa de Fernán-Núñez, y reforman la mansión entre 1847 y 1849 transformándola en el edificio de estilo romántico que se conserva actualmente. Este “nuevo” Palacio se convierte en uno de los centros de la vida social madrileña