Navelgas: El oro en la naturaleza

Navelgas: El oro en la naturaleza


Tras el paso por estas comarcas de los primeros pobladores, celtas. romanos, árabes o cristianos, nuestras montañas continúan albergando el oro como gran tesoro, aunque esto no es ni más ni menos que una parte importante del tesoro general que es nuestra naturaleza en plena frondosidad, con esos ríos y arroyos de
aguas cristalinas.

 

Este año, la décimo primera edición de los encuentros de buscadores de oro en el río, se ha celebrado en Naraval, en las proximidades de la capilla de San Damías? La Cabuerna, Bárcena, Yerbo, Rellanos, Veiga, Navelgas, Naraval, son los ríos que en estos meses conservan el caudal ideal para el bateo de oro y que
gracias a la continuada labor de la Asociación de Buscadores de Oro “ Enrique Sanfiz “, se van visitando, desde hace once años, para practicar entre las cristalinas aguas de estos santuarios auríferos, el lavado de arenas preñadas de pequeñas partículas engendradas por los cantos rodados al ir, durante los inviernos, moliendo,
como si de granos de maíz se tratase, los cuarzos auríferos arrancados, durante las crecidas, de los montes de la comarca.

 

Esta convocatoria ha sido especialmente fructífera, llevándose todos los asistentes varios puntos de oro en un par de horas de bateo que les ha dejado un recuerdo imborrable. Al igual que hay gentes que se creen que la leche sale del tetrabrik, otros se creen que el oro, se “fabrica” en las joyerías por eso, tanto a niños como a mayores, se les transforma la cara cuando descubren que lo tenemos, como todo en nuestra naturaleza, al alcance de la mano. Un remanso, tras un banzado que aún alimenta un molino rehabilitado, ha sido el marco del relax de esta jornada.

 

Luis Sanfiz, con estas jornadas le ha dado un sentido a nuestro bateo, al igual que lo hemos conocido en Australia, Japón, Finlandia o Sudáfrica, por mencionar algunos de los lugares que visitaron los equipos de bateadores españoles? un sentido de terapia, que durante años vienen utilizando los de Centro Reto y que en
todos los países lo aplican para buscar el Zen que demanda nuestra estresada sociedad, estos son unos primeros pasos para obtener del bateo un complemento activo para salir de la crisis.

 

Tras el bateo, los asistentes en número de cincuenta y cinco, procedentes de Polonia, Chequia, Madrid, Lugo, Bilbao, Santander, Valladolid, Gijón, Moreda,Oviedo más los de la comarca, efectuaron una visita al museo Vaqueiro, que ayer celebraba los encuentros de la Cultura Vaqueira, en Naraval, con homenajes al pregonero, Javier Fernández Conde y a Rosa María Rodríguez, para luego trasladarse a Navelgas en donde se hizo, como ya es costumbre, una comida de fraternidad a la que asistieron cuarenta personas y durante la cual se departió en torno al bateo y a su historia en la comarca, para finalizar se llegaron a la sala de conferencias del Museo del Oro de Asturias en donde, los que pudieron entrar, disfrutaron de unas charlasa cargo de emilio Pérez, sobre la “Obona Desconocida”, misterios de un monasterio y de José Luis Pérez, sobre “Los Castros del Cuarto de
los Valles”. Una fructífera jornada acompañada de una grata temperatura que en las
primeras horas mañaneras amenazaba fresco y lluvia.

 

Estas jornadas son una muestra de lo mucho que se puede hacer en las comarca rurales con amor a las tradiciones que nos han llegado por relatos o vividas, la familia Sanfiz sigue el ejemplo de su padre haciéndole un homenaje con el mantenimiento de la tradición que, a su vez quieren transmitir a los demás.
Al igual que hace años llamar a uno vaqueiro, era poco menos que insultarlo y a través de los encuentros sobre cultura vaqueira todo se va desmitificando llegando al día de hoy en donde todos queremos ser vaqueiros, también en el bateo todos nos sentimos bateadores, pero al final, en estas convocatorias de unas y otras
culturas, se deja notar que son vaqueiros los que defienden su cultura y bateadores aquellos que lo llevan en la sangre, los demás somos simples observadores o turistas curiosos, pero que disfrutamos de estas historias que nos trasmiten.

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