"En los últimos años la bicicleta está siendo recuperada como método de transporte en muchas de
nuestras ciudades. Quienes se deciden a usarla se encuentran todavía hoy con muchas dificultades,
ya sea por un diseño urbanístico y normativo concebido en función del coche, por el propio miedo a
desenvolverse entre un tráfico que no siempre es amable con las bicicletas o por los prejuicios acumulados
durante años por la falta de una formación adecuada."
"Sin embargo, pedalear por las calles de la ciudad no es en realidad tan complejo como pudiera
parecer y, siguiendo una serie de consejos y recomendaciones básicas, cualquiera podrá hacerlo con
comodidad y respetando al resto de los usuarios de las vías. Este es el objetivo del Manual ilustrado
de ciclismo urbano del gato Péraltez."
A través de una serie de más de cien viñetas, tiras y otras ilustraciones que se complementan
con su correspondiente texto, el libro se estructura en cuatro capítulos: En bici por la ciudad,
Rompiendo mitos, Una cuestión de convivencia y ¿Hacia dónde pedaleamos?, que pretenden
abarcar los mensajes esenciales que todo aspirante a ciclista urbano debe interiorizar para circular
con seguridad por su ciudad, desde los consejos más básicos antes de echar a rodar hasta los trucos
avanzados para sacar el máximo partido a esta agradable forma de moverse por el asfalto.
Pero no es el ciclista de ciudad el único destinatario de esta publicación, sino cualquiera que tenga
temores o prejuicios cuando circula con su vehículo a motor y se encuentra en su camino con un
ciclista. Generalmente el desconocimiento hace que no sepamos cómo reaccionar, qué distancias
dejar o cómo adelantar a una bici dentro del casco urbano, y el Manual de ciclismo urbano se adentra
también en la didáctica dirigida a conductores con poca experiencia en el mundo de los pedales.
Por otro lado, el Manual ilustrado de ciclismo urbano expone al lector a una serie de reflexiones sobre
la convivencia entre los diferentes usuarios de la vía —cuya parte más débil siempre es el peatón—,
la contaminación, el ruido, el uso desmesurado del coche, la velocidad y, en definitiva, sobre el
modelo de ciudad amable y sostenible al que nos deberíamos encaminar.