¿Para cuándo un libro sobre las nuevas ciudadanías españolas en Cuba?

¿Para cuándo un libro sobre las nuevas ciudadanías españolas en Cuba

(diariodelamarina).-Es un hecho probado qué hay un problema con los españoles de Cuba y que a todo el mundo le importa poco lo que suceda con ellos, también

Lo demuestra el libro de reciente publicación ‘Nuevas ciudadanías de españoles en México’, presentado por el embajador de España en México, Luis Fernández Cid. El alto funcionario elogió el libro, considerando que era una fotografía del resultado de la Ley de Memoria Histórica de 2007.

Se trata del primer estudio sociológico que se hace dentro de su territorio, sobre el fenómeno social que representó la multiplicación de binacionales (según el censo cerrado el 1° de enero de 2016  se elevaba a 104 2015 personas), en uno de los ‘grandes’ países de inmigración peninsular de América. Contrasta con el poco interés que despiertan en España los españoles de Argentina, Venezuela o Cuba, mucho más numerosos.

¿Por qué esta indiferencia de científicos y políticos?

Se pueden avanzar algunas razones. La primera es sin dudas política. Las fricciones con los gobiernos de izquierda del Cono Sur se han avinagrado con la legislatura del Partido Popular y para preservar los intereses de esos nuevos españoles, lo mejor es mantener un perfil bajo. Porque vamos a ver ¿qué pasaría si Nicolás Maduro decretara que esos ciudadanos (157 005) ya no forman parte de la comunidad nacional? ¿Serían expulsados hacia España?

La Ley de la Memoria Histórica de 2007 reconoció y amplió los derechos de las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura en España para que, mediante los consulados españoles en el mundo, los descendientes de exiliados que se vieron obligados a abandonar su patria por razones políticas y económicas solicitaran la ciudadanía española.

Con Cuba la situación puede complicarse, pues el régimen ya ha sido capaz repetidamente de deshacerse de una parte importante la comunidad nacional. Recordemos que en 1980 más de 120 mil cubanos cruzaron el estrecho de la Florida en apenas 2 meses. Bastaría que a alguno de esos nuevos españoles (119 435) se le ocurriera reclamar sus derechos ciudadanos para molestar a la dictadura que no dudaría un solo segundo a meterlos a todo en el mismo saco. Sinceramente, vemos mal a Mariano Rajoy repatriando a esos nuevos españoles expulsados de la noche a la mañana por una rabieta de Raúl Castro.

Ya con Argentina hay menos peligro dado el cambio de gobierno. Podemos casi prever que los esfuerzos privados por estudiar a esta nueva comunidad  de casi medio millón de personas no van a tardar.

La segunda razón es de pura prudencia. En el siglo XX emigraron a Cuba casi un millón de españoles. Si creemos en los números (no hay una cifra exacta) 180 mil ya la han recuperado y 80 mil están en camino. No hace falta ir a la universidad para concluir que las cifras de descendientes no cuadran. La situación económica de Cuba no mejora y como no parece que vaya a hacerlo en lo inmediato, recuperar la nacionalidad de sus antepasados podría convertirse en una opción de supervivencia que a pocos en Europa convendría.

El libro que estudia a los españoles de México ha sido financiado por la fundación Telefónica y se debe al esfuerzo de María Luisa Capella y Noemí Sastre de Diego (coordinadoras) pero sobre todo al apoyo brindado por el Consulado de España en México.

Cuando observamos la desidia con la que el Consulado General de España en Cuba trata el tema de los expedientes retrasados aún no resueltos y los maltratos e irregularidades que se comenten cada día contra los ciudadanos españoles, señalados por la defensora del pueblo en repetidas ocasiones, no podemos sino cruzar los dedos y esperar que las cosas cambien con la nueva legislatura.

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