El presidente del Principado, Javier Fernández, que participó hoy en el acto institucional de celebración del 30 aniversario de la puesta en marcha del proyecto de turismo rural en Taramundi y visitó el mercado tradicional de productos artesanos
Asturias.-Los turistas extranjeros se interesan cada vez más por el turismo rural asturiano. Estos alojamientos albergaron a 2.337 viajeros procedentes de otros países de enero a mayo, un 145,7% más que en este mismo período de 2015, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Estos datos se hicieron públicos hoy en Taramundi, hasta donde se trasladó el presidente del Principado, Javier Fernández, con motivo del acto de conmemoración de los 30 años del nacimiento del turismo rural. El presidente estuvo acompañado por el consejero de Empleo, Industria y Turismo, Francisco Blanco; y por el director general de Comercio y Turismo, Julio González Zapico.
Al incremento de la demanda de turismo rural por parte de los visitantes extranjeros se suma el crecimiento experimentado en el número de pernoctaciones. Entre enero y mayo, las noches de estancia generadas por turistas internacionales casi se cuadruplicaron. Estos alojamientos registraron 6.518 pernoctaciones, un 286,6% más que en este período de 2015.
Además, Asturias supera el crecimiento del turismo internacional en los alojamientos rurales tanto del conjunto de la España verde como de España. Así, en los primeros cinco meses de 2016, estos establecimientos alojaron un 145,7% más de viajeros procedentes de otros países, mientras que en la España verde se experimentó un aumento del 30,8% y en España se produjo un incremento del 25,9%.
En relación al número de pernoctaciones, el aumento registrado en la España verde fue del 61,3% y en España del 26,9%, frente al incremento del 286,6% de Asturias.
En total, los alojamientos rurales recibieron en los cinco primeros meses del año 51.361 turistas, un 12,4% más que en 2014, y registraron 128.445 pernoctaciones (20,8% más).
El conocimiento de nuevos lugares, el entorno natural del Principado y la gastronomía son los principales motivos por los que los turistas alojados en establecimientos rurales eligen Asturias como destino. Este tipo de turista organiza el viaje por su cuenta (99,6%) y suele realizar la reserva por Internet, bien a través de una central de reserva (29,5%) o directamente con el alojamiento (28,9%).
El Principado cuenta con más de 1.800 alojamientos de turismo rural.
INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL PRINCIPADO
30 aniversario de la puesta en marcha del proyecto de turismo rural en Taramundi
El calendario está repleto de efemérides y de celebraciones particulares. Confieso que hay tantas –siempre es el día de tal o cual cuestión, siempre se cumple el aniversario de algún suceso relevante— que es necesario cribar, mover el cedazo, peneirar bien y elegir: estar a todo ni es posible ni es conveniente.
Pienso en ésta, por ejemplo. Se cumplen 30 años de la puesta en marcha del hotel La Rectoral. ¿Tiene sentido que estemos aquí festejándolo con una espicha? Con independencia de que yo esté encantado, de que todos nosotros lo estemos, ¿de verdad merece la pena, existen razones serias para nuestra celebración?
Podríamos echar mano de la nostalgia, que en dosis homeopáticas es motivadora. Tres décadas atrás éramos más jóvenes. No es un mal motivo, desde luego. Además, años y peripecias individuales aparte, si volvemos la vista atrás con la benevolencia de la memoria recordaremos que en 1986 aún teníamos mucho por hacer, personal y políticamente. Todo lucía el apresto de lo recién estrenado, incluidos los ayuntamientos democráticos. Asturias sólo había celebrado unas elecciones autonómicas, en 1983, y aquellos comienzos estaban coloreados de planes e ilusión.
Pero esto, aunque la política se esté poniendo últimamente morada de cursilería hasta la ñoñez, sería una justificación pobre. Alguien pensará que no hay que andar dándole vueltas: lo que hoy conmemoramos es la apertura de un hotel pionero en la historia del turismo rural en España, un hotel que se ha incrustado en la geografía de Asturias como una cota de referencia.
Esta razón ya es sólida. En aquel verano de 1986, La Rectoral abrió las ventanas al turismo rural en Asturias. Del escepticismo despectivo con el que fue recibida aquella iniciativa he hablado a menudo. Del acierto y de la visión de futuro del presidente Pedro de Silva y del consejero Pedro Piñera, fallecido hace un año, también. Hoy, de nuevo, vuelvo a reconocer públicamente su decisión y su empuje: nunca es fácil adentrarse por nuevos rumbos: hace falta una mezcla de intuición y coraje que, por suerte, ellos sí tuvieron.
El paisaje de cada época tiene sus rasgos. Hasta bien avanzada la segunda mitad del siglo XX, la postal de Asturias estaba sembrada de castilletes mineros y apuntada por el gótico industrial de la siderurgia. El turismo, lo que había, era una sombrilla al borde de una playa. Hoy, en cambio, es impensable concebir ese mapa sin el hueco del turismo rural, con Taramundi en primera línea.
Hace apenas unos días se difundieron las últimas estadísticas de turismo. Desde enero a mayo, los alojamientos asturianos de turismo rural habían sumado 51.361 viajeros, un 12,4 por ciento más que durante el mismo período del año anterior. Las pernoctaciones, y perdón por la palabra, se habían elevado un 20,8 por ciento.
Si la referencia no se ciñe al turismo rural y se amplía a todo tipo de modalidades, los números continúan siendo muy positivos. En los cinco primeros meses del año, la cantidad de viajeros alcanzó los 591.789, un 5,70% por encima del ejercicio pasado. Si comparamos el recuento de noches, el porcentaje se eleva hasta el 7,7 por ciento.
No os aburro con más datos. Estos son suficientes para dos conclusiones: la primera es que si las cosas no se tuercen vamos hacia un ejercicio turístico de récord, como ya sucedió en 2015; la segunda es que aquella puerta que abrió La Rectoral se ha consolidado como un camino de futuro empresarial y desarrollo económico.
Con esto ya me podría dar por satisfecho. Claro que hay argumentos para celebrar los 30 años de La Rectoral, primer hito en una innovación turística que ha convertido a Asturias en una de las comunidades autónomas más pujantes en el desarrollo y la calidad del turismo rural.
Pero tenéis que perdonarme el inconformismo. Los problemas de las zonas rurales continúan ahí. La pérdida de población, el envejecimiento, la necesidad de dotaciones e infraestructuras. Queda muchísimo por hacer y soy consciente, plenamente consciente de ello.
Por eso esta conmemoración no debe justificarse sólo en el éxito de un acierto del pasado, sino también por saber, de nuevo, avizorar el futuro. Al igual que en 1986, tenemos que estar preparados para anticiparnos. No está todo inventado, y mucho menos en el mundo de la iniciativa turística, cada vez más amplia: el agroturismo y el ecoturismo, por ejemplo, son modalidades que estamos obligados a explorar y que pueden lograr un notable desarrollo en los próximos años.
Si lo conseguimos, si somos capaces de aprovechar el empuje de estos 30 años para seguir avanzando, para continuar afianzando el turismo rural, apoyando a Taramundi y contribuyendo al desarrollo de Asturias, ya no hará falta rastrear más razones para la celebración. Nos la mereceremos, sin duda. Pongámonos a ello.