En la Reserva de la Biosfera Volcán Tacaná, en Chiapas, el trabajo con grupos de mujeres ha sido fundamental para el uso y aprovechamiento de la biodiversidad, con base en proyectos productivos como La Flor de Bellavista, Las Flores de Tacaná, La Cascada de Belén y Los Girasoles, desarrollados en los traspatios de los hogares e impulsados especialmente por ellas.
De igual forma, las mujeres participan en la producción primaria para el autoconsumo y la comercialización de café, frijol, maíz y árboles frutales, los cuales son directamente manejados por varones, pero en la época de cosecha requieren la mano de obra femenina.
Estos apoyos y trabajos coordinados por la Semarnat, a través de la Comisión Nacional Forestal y de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, en esa región del sureste mexicano, han permitido el impulso de la floricultura en maceta y a cielo abierto –flor de corte-- con una producción de 10 mil 419 macetas con diferentes variedades de flor, en los grupos Flor de Bellavista, Flores de Tacaná, La Cascada, Belén y Los Girasoles, además de 176 mil 400 alcatraces –flor de corte-- a cargo del grupo Las Hortensias.
El Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Juan Rafael Elvira Quesada, señaló al respecto que el desarrollo de esos proyectos productivos representa una contribución directa al ingreso de las familias, y apoya el autoconsumo familiar.
Añadió que la planificación de proyectos con perspectiva de género resulta necesaria, ya que la contribución de la mujer es básica y significativa en la conservación de los ecosistemas y las fuentes de agua, la economía familiar, así como en las actividades productivas.
Destacó como puntos relevantes en que se trabaja desde principios de la presente Administración, la asesoría y capacitación para fomentar la organización social de los grupos rurales e indígenas, que ha sido considerada una de las mayores debilidades para la instrumentación de proyectos. Por esa razón, explicó, se imparten cursos y se desarrollan procesos de capacitación técnica para aportar conocimientos sobre el manejo adecuado de los proyectos productivos y lograr que las personas puedan acceder a los financiamientos institucionales.
El titular de la Semarnat expresó que este contexto social permite abordar la línea de género dentro de la estrategia de conservación para el desarrollo, incidiendo de forma directa en el fortalecimiento de las capacidades organizativas y técnicas de los grupos productivos.
En esa región, los apoyos otorgados fueron para las comunidades de Fracción Bellavista, Ejido Benito Juárez, Ejido Toquián, y Las Nubes, en el municipio de Cacahoatán, así como Cantón Chiquihuites, en el municipio de Unión Juárez. En el caso de la producción de hortalizas orgánicas se apoyó a los grupos Productoras Orgánicas del Volcán Tacaná, en el ejido Agua Caliente, y El Duraznal, en el Cantón Milán, municipio de Cacahoatán.