Greenpeace urge a la UE un plan de salida para el glifosato

Greenpeace urge a la UE un plan de salida para el glifosato

La Comisión Europea concederá un nuevo permiso de 18 meses al controvertido herbicida glifosato clasificado por la OMS como “probablemente cancerígeno”

 

La Comisión Europea ha concedido un nuevo permiso de 18 meses al controvertido herbicida glifosato, el tiempo que se considera necesario para que la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA, por sus siglas en inglés) emita sus conclusiones sobre la evaluación de los efectos negativos del glifosato en la salud humana y el medio ambiente.

Greenpeace pide a la Comisión Europea y a los países de la UE que preparen un plan de salida para el glifosato tan pronto como sea posible puesto que el final de 2017 está a la vuelta de la esquina. Por otro lado, insta a los Estados miembros a que, durante este período y lo más rápidamente posible también, pongan en marcha restricciones que eviten la exposición de la ciudadanía y las personas trabajadoras a este peligroso herbicida, el más usado en el mundo. Estas restricciones deben de ir en la línea de las recomendaciones del Parlamento Europeo en esta materia: prohibir los usos no-profesionales, el uso dentro o cerca de parques públicos, zonas de juego infantiles, jardines públicos y también el uso para prácticas de “desecación” (utilización del glifosato para adelantar la cosecha de los cultivos).

La propuesta inicial de la Comisión Europea presentada en marzo era la de reautorizar el glifosato 15 años más. No obstante gracias a la presión de la ciudadanía y de cientos de entidades entre las que se encuentra Greenpeace al final solo se concederá un permiso de 18 meses y condicionado a la evaluación de la ECHA.

La Unión Europea ha decidido ampliar el uso de glifosato sin ninguna restricción significativa, a pesar de las advertencias de la OMS que indican que este producto es una causa probable de cáncer. Esta decisión imprudente fue impulsada por una Comisión que ha perdido el contacto con la ciudadanía europea y fue respaldada en silencio por muchos gobiernos nacionales”, ha afirmado Franziska Achterberg directora de política alimentaria de la UE de Greenpeace.

El glifosato es el herbicida más utilizado en Europa y por supuesto en España y se ha relacionado con problemas de salud graves y pérdida de biodiversidad. Es hora de que Europa planifique un futuro libre de glifosato” ha afirmado Luís Ferreirim, responsable de agricultura de Greenpeace España. “La agricultura ecológica y casi un centenar de municipios españoles, y muchísimos más a nivel europeo, muestran cada día que es posible hacer agricultura y jardinería sin glifosato” ha concluído Ferreirim.

Miles de agricultores ecológicos muestran cada día en todo el mundo cómo el control de las plantas adventicias es posible sin glifosato. En los cultivos anuales, por ejemplo, una combinación de la rotación, de cultivos de cobertura y acolchados puede suprimir el crecimiento de plantas adventicias.

Los medios mecánicos (por ejemplo, la labranza del suelo antes de la siembra y posteriormente la escarda) pueden utilizarse para el controlar las plantas adventicias restantes. El mismo Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente tiene una publicación donde se presentan métodos alternativos al uso de herbicidas, sin embargo se nota que se difunde poco entre el sector agrícola y el marketing agresivo de las multinacionales agroquímicas quiere hacernos creer que hoy día no se puede hacer agricultura sin plaguicidas químicos y, en este campo concreto, sin herbicidas.

Por otro lado, tenemos que dejar de ver a las plantas adventicias única y exclusivamente como “malas hierbas”, pues son importantes para los ecosistemas ofreciendo alimento a muchas especies beneficiosas, como las abejas y otros polinizadores, o funcionando como refugio de muchas otras especies que son precisamente los principales aliados en el control de las plagas de los cultivos.

La máxima autoridad en materia de cáncer, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), dependiente de la OMS, clasificó en marzo de 2015 el glifosato como "probablemente cancerígeno para los seres humanos" . Sin embargo, en noviembre de 2015, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) emitió un dictamen contrario a la IARC y dijo que era poco probable que el glifosato pudiera causar cáncer . La EFSA en parte basó su evaluación en estudios confidenciales encargados por los propios fabricantes de glifosato, mientras que la evaluación de la IARC se basó únicamente en la evidencia científica de estudios públicos.

 

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