Madrid, 28 de junio de 2016.- Lisboa, bañada por el océano Atlántico, permite a sus habitantes disfrutar de multitud de actividades al aire libre. El buen clima que tiene durante todo el año hace que sea un destino perfecto para practicar una gran variedad de deportes.
Una de sus actividades deportivas estrella es el surf, gracias a las buenas características con las que cuenta la costa lisboeta y el mar, con altos acantilados y pequeñas ensenadas de arenal. Destaca la zona costera de Ericeira, que, con ocho kilómetros de playa, atrae a surfistas de todas partes del mundo y todas las edades. Además, fue considerada por la organización norteamericana Save the Waves Coalition como la primera reserva de surf de Europa y la segunda del mundo.
En esta zona destacan playas como la de Foz do Lizandro, la playa de S. Lourenço, la playa de S. Sebastião o la de Ribeira d’Ilhas, reconocida en el mundo entero por las buenas condiciones que reúne para la práctica de otros deportes náuticos, además de surf, como vela, windsurf, canoa, bodyboard y skimming, entre otros. Las características de su tierra permiten hacer otras actividades como paseos a caballo al atardecer, escalada o ciclismo de montaña.
La playa de Guincho, enmarcada en el Parque Natural de Sintra-Cascais, es una de las más icónicas de Lisboa y de Portugal, ya que en ella se dan fuertes vientos procedentes del norte que forman algunas de las olas más grandes de la región. Los más aventureros pueden alquilar una tabla y surfear o bien hacer parapente desde sus acantilados. Cascais también es famosa por la práctica de vela, desde donde se parte para visitar algunos de los recónditos lugares de la costa lisboeta más alucinantes.
Al sur de Lisboa también nos podemos encontrar con las playas de la Costa da Caparica, que alcanzan una longitud de 15 kilómetros. Destacan la Playa da Vila da Costa, la preferida para hacer surf; las que van desde la Costa de Caparica hasta la de Fonte da Telha, muy frecuentadas por familias con niños que se acercan a practicar otros deportes como vóleibol; y la Playa dos Medos, donde se reúnen deportistas para hacer kitesurf.
Otra actividad que atrae a numerosos adeptos es el golf. Numerosos campos verdes rodean la ciudad invitando a practicarlo, rodeados de mar, playa, extensas dunas y lagos. Sus dos docenas de campos de juego repartidos por Lisboa le confirieron el nombramiento como el mejor destino de golf el año pasado, otorgado por IAGTO (Asociación Internacional de Tour Operadores de Golf), entre otros reconocimientos.
Los campos de golf de la Región de Lisboa han sido cuidadosamente instalados en entornos naturales, otorgándoles una belleza especial. Además, los jugadores pueden beneficiarse de un clima suave en cualquier estación que les permite practicar la actividad con comodidad.
Completando la oferta de la región, destacan un paseo en barco por la desembocadura del río Tajo, subir a pie las siete colinas sobre las que se asienta Lisboa –todo un reto para los más atrevidos– o visitar los animales marinos del Oceanário de la capital, el segundo más grande de Europa.
Más información en www.visitlisboa.com.