Un indígena muerto y varios heridos durante un ataque a una comunidad guaraní en Brasil

Un indígena muerto y varios heridos durante un ataque a una comunidad guaraní en Brasil
FOTO: El cuerpo sin vida del joven guaraní Clodiodi Aquileu yace en el suelo tras haber sido asesinado por pistoleros de agroganaderos. Brasil, 2016.

© CIMI

 

Un hombre ha muerto durante el ataque de un grupo de pistoleros a una comunidad indígena en el sur de Brasil. Otras cinco personas han resultado heridas, entre ellas un niño. Este es el último de una serie de violentos ataques contra el pueblo indígena guaraní en el país.

El ataque se produjo el 14 de junio en la comunidad de Tey’i Jusu. Miembros de la comunidad guaraní kaiowá pudieron grabar el ataque desde la distancia. En la grabación se pueden escuchar disparos y gritos, y se aprecia un incendio en uno de los campos.

Vídeo: pistoleros atacan la comunidad guaraní de Tey’i Jusu en Brasil.

La identidad del hombre asesinado corresponde a un joven veinteañero llamado Clodiodi Aquileu, trabajador sanitario de la comunidad.

El ataque posiblemente forme parte de la escalada de intentos de poderosos intereses del agronegocio y la ganadería, estrechamente vinculados con el gobierno interino recientemente establecido, para expulsar ilegalmente a los guaraníes de su tierra ancestral e intimidarlos con actitudes racistas y una violencia genocida.

A principios de semana Survival recibió, a través de su proyecto Voz Indígena, un audio de los guaraníes de la comunidad de Pyelito Kue documentando otro ataque de pistoleros a su poblado.

Este ataque se suma a las informaciones de última hora sobre otra comunidad guaraní en la misma región, conocida como Apy Ka’y, que se está enfrentando a la expulsión después de una reocupación territorial liderada por su lideresa indígena Damiana Cavanha en 2013. Por el momento se desconoce si las nueve familias que viven en la zona han podido permanecer en su tierra, que legítimamente les corresponde según la ley nacional y el derecho internacional, tras la orden de expulsión emitida en junio de 2015.

 

Los ataques contra comunidades guaraníes han aumentado en frecuencia desde la aprobación de un gran territorio para la tribu por la administración saliente de Dilma Rousseff.
Los ataques contra comunidades guaraníes han aumentado en frecuencia desde la aprobación de un gran territorio para la tribu por la administración saliente de Dilma Rousseff.

© Campanha Guarani

Durante una visita a Europa el mes pasado para buscar apoyos para su pueblo, el líder indígena guaraní Tonico Benites declaró: “Un lento genocidio está aconteciendo. Se está librando una guerra contra nosotros. Estamos asustados. Asesinan a nuestros líderes, esconden sus cuerpos, nos intimidan y nos amenazan” .

“Siempre estamos luchando por nuestra tierra. Nuestra cultura no permite la violencia, pero los ganaderos nos matarán antes de devolverla. La mayor parte de la tierra fue ocupada en los años 60 y 70. Los agroganaderos llegaron y nos echaron. La tierra es de buena calidad, con ríos y bosque. Ahora es muy valiosa”.

En las pasadas décadas los guaraníes han sido sometidos a una violencia genocida, a la esclavitud y al racismo para poder arrebatarles sus tierras, recursos y mano de obra. En abril, Survival lanzó su campaña Stop al genocidio en Brasil para llamar la atención internacional sobre esta crisis horrible y urgente, y dar a los pueblos indígenas del país una plataforma desde la que dirigirse al mundo durante este histórico año olímpico.

El director de Survival, Stephen Corry, declaró: “Estamos presenciando un ataque sostenido y brutal contra los guaraníes, y su intensidad está creciendo. Individuos poderosos de Brasil están tratando de silenciar a los guaraníes, aterrorizándoles hasta que se rindan en sus reclamaciones territoriales. Pero los guaraníes todavía no se rinden. Saben que se enfrentan a la muerte por querer regresar a sus tierras ancestrales, pero la alternativa es tan grave que no tienen más elección que enfrentarse a los pistoleros y a sus balas. El Gobierno interino de Brasil tiene que hacer más para acabar con esta oleada de violencia. Está llevando a asesinar.”

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